Los eclipses solares ocurren cuando la Luna se alinea entre la Tierra y el Sol por un determinado período de tiempo. La sombra que se proyecta es localizada en determinadas regiones según la posición del satélite natural con respecto al planeta. Este fenómeno astronómico suele durar pocos minutos en su fase total, durante la cual el día se oscurece repentinamente.
Hay tres tipos de eclipses solares: parcial, anular y total. El eclipse de este lunes 8 de abril será total, es decir que la Luna cubrirá por completo al Sol y dejará a regiones de México, Estados Unidos y Canadá en una noche efímera. No solo se tratará de un espectáculo visual, también permitirá el estudio de diferentes factores astronómicos y tendrá efectos sobre los animales. Estos cambios de comportamiento ya fueron estudiados a lo largo de los años por biólogos para lograr comprender cómo ese cambio imprevisto de luminosidad los afecta. Pero, debido a la larga duración de este eclipse solar total y a que su camino de la totalidad atraviesa zonas densamente pobladas, los científicos podrán realizar observaciones más precisas con respecto a cómo reaccionan a la fugaz transformación del día en noche.
¿Cómo afectará este eclipse a los animales?
Comúnmente, la transición entre el día y la noche es progresiva. El Sol desciende por el horizonte y deja ver menos cantidad de luz a medida que desaparece, pero en un eclipse solar total el cambio es sumamente rápido. Este proceso interfiere con los ritmos circadianos de los animales y alteran sus relojes biológicos, lo cual les puede causar confusión.
Debido a esto, los animales pueden asustarse y desorientarse. Esta actitud frente a los eclipses llamó la atención de los biólogos. Cada vez que sucede un eclipse solar surgen los esfuerzos por estudiar las reacciones de los animales, pero no es sencillo por varias razones. No son acontecimientos comunes y, cuando suceden, duran poco tiempo, lo que dificulta la recopilación de datos por parte de los científicos. Además, no son fenómenos globales. Se dan en áreas determinadas y, por ende, solo se puede estudiar la fauna circunscripta a esas regiones. Además, no se vuelven a repetir en los mismos lugares hasta aproximadamente 400 años después.
Hasta ahora, los hechos que se pudieron observar fueron variados. Algunos animales se adaptan al evento como si se tratase de un anochecer, otros continúan sus actividades de manera normal, y otros presentan inquietud o miedo.
Durante el eclipse solar que ocurrió el 21 de agosto de 2017 en Estados Unidos, científicos en un zoológico de Carolina del Sur lograron observar este tipo de patrones en distintas especies. Los pájaros nocturnos se confundieron y, algunos como las boca de rana leonadas, dejaban de camuflarse en los árboles para salir a buscar alimento, pero ni bien salió el sol volvieron a sus posiciones habituales. Por otro lado, los osos grizzly que habitan en ese predio simplemente descansaron hasta que finalizó el evento. Las reacciones más llamativas provinieron de las tortugas gigantes de Galápagos que comenzaron a aparearse en el momento de totalidad del eclipse, cuando normalmente son más sedentarias.
Si bien estos tipos de conductas son interesantes, una de las que más preocupó a los biólogos fue las de los animales que presentaban ansiedad. Por ejemplo las jirafas, esta vez en un eclipse de 2001, comenzaron a correr en el momento en el que disminuyó la luz del Sol ya que entendieron que era de noche y debían escapar de los depredadores. Cuando la estrella volvió a emitir su brillo normal, continuaron con sus actitudes habituales.
Con respecto a los animales domésticos, algunos expertos afirman que no reaccionan tanto al acontecimiento en sí, sino como respuesta a los estados de ánimo de sus dueños. Aunque, de igual manera, el cambio repentino en el entorno puede generar confusión. Ante esto los veterinarios recomiendan mantenerlos en el interior de los hogares hasta que termine el eclipse para que estén cómodos y evitarles el momento de desconcierto.
¿Qué estudios sobre el comportamiento de los animales se podrán realizar?
Los expertos estudiarán la fauna y el efecto que tendrá el acontecimiento sobre ellos en varios zoológicos que se encuentran dentro del camino de la totalidad. El equipo del científico Adam Hartstone-Rose de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, Estados Unidos, va a continuar en el zoológico de Forth Worth, Texas los estudios que comenzaron en 2017 con especies similares para intentar determinar patrones de comportamiento dentro de cada grupo de animales. Otros zoológicos que participarán también son los de Indianápolis, Indiana; Little Rock, Arkansas y el acuario de Toledo, Ohio. Una de las finalidades de los análisis será detectar signos de ansiedad para aprender cómo disminuirlos y, de esta manera, facilitarles estas experiencias a los animales.
A diferencia con el eclipse de 2017 que ocurrió en verano, este se desarrollará en plena primavera del hemisferio norte, cuando algunas aves se encuentran en el proceso de migración. Esto les brindará a los científicos un escenario próspero para estudiar, a través de dispositivos de seguimiento colocados en distintas especies y los datos de radares meteorológicos, los efectos en los patrones de migración. Una de las hipótesis que plantean es la posibilidad de que los pájaros que se trasladan de noche interpreten que deben continuar su vuelo.
Los puntos de totalidad del eclipse solar variarán entre los 2 y los 4 minutos según la posición de la Luna en relación con la Tierra, cuya inclinación también influye. En este corto período de tiempo los científicos necesitarán toda la ayuda posible para analizar cómo se comporta la fauna. Para eso, desde la NASA incentivan la contribución de cualquier persona que logre observar a los animales y a sus reacciones mediante publicaciones de videos utilizando el hashtag #EclipseSoundscapes en las redes sociales. Este aporte será significativo ya que se estima que el eclipse podrá ser observado por más de 50 millones de personas.