Cómo la ciencia se prepara para el encuentro cercano del asteroide Apophis con la Tierra

Será en 2029 y es una oportunidad que ocurre solo una vez en un milenio. Por qué puede ser muy útil para las investigaciones futuras

Guardar
El acercamiento de Apophis a
El acercamiento de Apophis a la Tierra puede marcar una nueva era en la defensa planetaria (foto: National Geographic)

Estamos a solo cinco años de un evento astronómico que puede quedar grabado en la memoria colectiva de la humanidad. Se trata del paso cercano a la Tierra del asteroide Apophis y, aunque ya sepamos que no será peligroso, sí podemos decir que es escalofriante si lo pensamos bien.

Durante décadas los ojos de la comunidad astronómica estuvieron puestos en el encuentro de la Tierra con el asteroide catalogado 99942 Apophis, un cuerpo rocoso de unos 340 m de diámetro. Aunque el peligro del impacto directo ha sido descartado, el encuentro todavía revierte un gran interés. La razón es que ese asteroide se acercará el 13 de abril de 2029, a sólo unos 32 000 km de la superficie de nuestro planeta.

Pese a no encontrarse ahora mismo en la lista de encuentros próximos con la Tierra de los asteroides potencialmente peligrosos del programa Sentry de la NASA, la aproximación de Apophis será a menos de la décima parte de la distancia que nos separa de la Luna. Y, para los más supersticiosos, ocurrirá un viernes 13.

El brillo del astro resultará
El brillo del astro resultará impresionante. Se lo verá moverse a una velocidad de alrededor del diámetro de la Luna por minuto el 13 de abril de 2029 (Petr Horálek / Institute of Physics in Opava /APOD NASA)

En su máxima aproximación a la Tierra, el asteroide será perfectamente visible a simple vista. El brillo del astro errante alcanzará una magnitud estelar +3, la que poseen algunas de las estrellas de la constelación de Casiopea o las del célebre cinturón de Orión. Y, a pesar de su apariencia “estelar”, resultará impresionante verlo moverse a una velocidad de alrededor del diámetro de la Luna por minuto.

Preparando la reconfigurada misión Osiris-Apex de NASA

La ya célebre misión Osiris-REx de la NASA sigue operativa tras visitar y recoger muestras del asteroide Bennu. Por sus capacidades, ha sido reconfigurada para acercarse a Apophis, y rebautizada con el nombre de Osiris-APEX.

Esa misión espacial pretende cuantificar las fuerzas de marea de la Tierra en un asteroide potencialmente peligroso y tomará imágenes en vivo, nunca vistas antes, de la superficie del asteroide con nuestro planeta de fondo. La NASA proporcionará la fotografía al mismo tiempo que podremos salir al jardín para ver el asteroide sobre nuestras cabezas.

La misión Osiris-REX de la
La misión Osiris-REX de la NASA sigue operativa tras recoger muestras del asteroide Bennu. Ha sido reconfigurada para acercarse a Apophis, rebautizada con el nombre de Osiris-APEX (Europa Press/ NASA)

No harán falta telescopios ni prismáticos. Probablemente más de 2000 millones de personas en Europa occidental y el norte de África asistan al encuentro próximo con Apophis, una experiencia única en la vida.

La ESA estudia la misión RAMSES

En el momento de escribir estas líneas, desde la Agencia Espacial Europea (ESA) también se está considerando lanzar la misión RAMSES para visitar Apophis antes, durante y después del encuentro del asteroide con la Tierra. La misión, propuesta en el programa de Seguridad Espacial de la ESA, emplearía la misma plataforma prevista para la nave espacial Hera y embarcaría varios satélites tipo CubeSat para realizar mediciones de proximidad.

Para encontrarse con Apophis antes de abril de 2029, la sonda RAMSES debería lanzarse pronto. Las dos configuraciones posibles son lanzarla en abril de 2027 y realizar un sobrevuelo de la Tierra en abril de 2028 para colocarse en su rumbo de encuentro o bien realizar una transferencia directa, más costosa y compleja, de 11 meses, en abril de 2028.

La misión OSIRIS-APEX podría dar
La misión OSIRIS-APEX podría dar esperanza en la cooperación internacional que se necesitan para dar respuesta a los desafíos que acechan a la humanidad (Foto: Pixabay)

Si el Consejo de la ESA da luz verde a la misión, en 2025 se decidirá la solución técnica más eficaz para reducir costos y permitir una rápida implementación. A priori RAMSES podría encontrarse con Apophis dos meses antes de su máximo acercamiento a la Tierra y llevaría a cabo una campaña de caracterización del asteroide tanto antes como después del encuentro.

Hay gran curiosidad en estudiar si Apophis es también una pila de escombros como Bennu y si la fisonomía y estructura del asteroide pudiesen verse afectadas por las fuerzas de marea gravitatoria.

Actuar rápido: quizá el próximo asteroide no nos avise

Con la experiencia de las misiones DART y Hera cobra fuerza el uso de pequeños satélites o CubeSat para toma de datos de proximidad. Se ha propuesto que RAMSES embarque al menos dos CubeSats de seis unidades cúbicas cada uno, que se lanzarían hacia las proximidades de Apophis antes del encuentro cercano. En los entornos escogidos operarían de forma independiente, utilizando RAMSES como satélite de retransmisión.

Aun cuando hoy día no
Aun cuando hoy día no presenta un peligro, estudiar al Apophis aportaría a la investigación de encuentros cercanos futuros entre el planeta Tierra y el asteroide (foto: NASA/Goddard/Universidad de Arizona)

La instrumentación incluirá una cámara infrarroja térmica, un altímetro láser, un radar de baja frecuencia, detectores de polvo, sismómetros, penetradores, microscopios, radiómetros, retrorreflectores láser, etc. Se trata de una misión que aún no se ha decidido, pero hacerla realidad a tiempo del encuentro permitiría demostrar que hay formas de poner en marcha rápidamente este tipo de misiones. Al fin y al cabo, quizás el próximo asteroide no nos avise.

No es un capricho conocer mejor la naturaleza y estructura de Apophis. Si bien podemos decir que no supone un riesgo en las próximas aproximaciones, al menos durante un siglo, en un futuro se podría complicar.

El cercano encuentro de nuestro planeta con el asteroide Apophis es una oportunidad que ocurre solo una vez en un milenio. Un mediático encuentro que puede ser muy útil a la ciencia, a la defensa planetaria y a la divulgación. Además, la misión OSIRIS-APEX daría esperanza en la cooperación internacional que necesitamos para dar respuesta a los desafíos que acechan a la humanidad.

* Josep M. Trigo Rodríguez es un Investigador Principal del Grupo de Meteoritos, Cuerpos Menores y Ciencias Planetarias en el Instituto de Ciencias del Espacio (ICE - CSIC).

* Esta nota pertenece originalmente a The Conversation.

Guardar

Últimas Noticias

¿Cuánto es el tiempo máximo que dura un repelente contra mosquitos?

La importancia de los componentes activos y los porcentajes de concentración en esta herramienta contra el insecto que transmite el dengue y otras enfermedades. Con qué frecuencia hay que volver a aplicarse, según la ANMAT
¿Cuánto es el tiempo máximo

Descubren cómo los terremotos también pueden estar vinculados con el cambio climático

Un estudio reciente reveló que la reducción de masas de hielo genera movimientos en estructuras profundas del suelo y altera los patrones de eventos sísmicos. Este fenómeno afecta regiones donde grandes acumulaciones de agua desaparecen rápidamente
Descubren cómo los terremotos también

Científicos argentinos descifraron el genoma de la yerba mate

El trabajo llevó una década de investigación y contó con colaboración de equipos de la UBA y el CONICET junto a científicos de Brasil, Europa y Estados Unidos. El líder del estudio anticipó a Infobae los hallazgos que abren la puerta a nuevas variaciones genéticas de la infusión
Científicos argentinos descifraron el genoma

Manubot, el robot que recrea el salto maorí más espectacular

Un salto tradicional de Nueva Zelanda, conocido por su gran impacto visual, se convirtió en un fenómeno científico gracias a experimentos que revelaron sus principios fundamentales, destaca la revista New Scientist
Manubot, el robot que recrea

Nuevos estudios sugieren que los primeros humanos que llegaron a América convivieron miles de años con gigantes prehistóricos

Estos descubrimientos apuntan a que la vida de los primeros americanos era muy distinta, y que tal vez pasaron al menos 10.000 años compartiendo sabanas y humedales prehistóricos con enormes bestias, como perezosos y mastodontes
Nuevos estudios sugieren que los
MÁS NOTICIAS