¿Vivimos en una simulación? Si no lo cree, haga click en otra noticia. Pero si lo cree o en algún momento se le cruzó la idea por la cabeza, siga leyendo este artículo.
Al igual que se le propone a Neo, el protagonista de la película Matrix de 1999, que debía optar por tomar la pastilla azul para seguir viviendo una realidad simulada, o tomar la pastilla roja y ver hasta dónde llega el agujero del conejo blanco y vivir la real realidad, desde hace ya algunas décadas varios científicos sugieren que este mundo que vivimos no es el real, sino una simulación.
¿Qué es la teoría de la simulación?
Esta idea forma parte de la llamada a llamada hipótesis de la simulación que es una teoría que propone que tanto el mundo como todo lo que habita en él son producto de una realidad simulada, al igual que también lo es el resto del universo.
Ya desde el siglo IV a. C., el pensador chino Zhuang Zhou soñaba que era una mariposa, y al despertar no podía evitar preguntarse: “No sabía si antes era Zhou soñando que era una mariposa, o si ahora era una mariposa soñando que era Zhou”.
¿Quiénes respaldan la teoría de la simulación?
En 1989, el legendario físico John Archibald Wheeler sugirió que el universo es fundamentalmente matemático y puede verse como algo que emerge de la información. Acuñó el famoso aforismo " it from bit“.
En 2003, el filósofo Nick Bostrom de la Universidad de Oxford en el Reino Unido formuló su hipótesis de simulación y argumentó que en realidad es muy probable que vivamos dentro de una simulación ya que una civilización avanzada como la nuestra debería llegar a un punto en el que su tecnología sea tan sofisticada que las simulaciones sean indistinguibles de la realidad y los participantes no se den cuenta de que están en una simulación.
Bostrom formula un trilema con lógica temporal donde al menos una de las siguientes tres proposiciones es casi seguramente cierta. En el artículo escribió: “Una civilización posthumana madura tendría una capacidad de computación enorme. Basado en este hecho empírico, el argumento de simulación muestra que al menos una de las siguientes proposiciones es verdad”:
- La fracción de civilizaciones de nivel humano que alcancen un estado posthumano (es decir, capaz de ejecutar simulaciones de antepasados de alta fidelidad) es muy cercana a cero
- La fracción de civilizaciones posthumanas que están interesadas en ejecutar simulaciones de ancestros es muy cercana a cero
- La fracción de todas las personas con nuestra clase de experiencias que están viviendo en una simulación es muy cercana a uno
Bostrom declaró que personalmente no ve un argumento sólido para cuál de las tres proposiciones del trilema es la verdadera:
“Si (1) es verdadera, entonces es casi seguro que nos extinguiremos antes de alcanzar la posthumanidad. Si (2) es verdadera, entonces debe existir una fuerte convergencia en los destinos de civilizaciones avanzadas de tal manera que virtualmente ninguna contenga ningunos individuos relativamente adinerados que deseen ejecutar simulaciones de ancestros y que sean libres de hacerlo. Si (3) es verdadera, entonces es casi seguro que vivimos en una simulación. En el bosque oscuro de nuestra ignorancia actual, parece sensato distribuir el crédito igualmente entre (1), (2) y (3). A menos que realmente vivamos en una simulación, nuestros descendientes casi seguramente nunca ejecutarán una simulación de ancestros”, menciona Nick Bostrom en su trabajo.
La hipótesis de simulación planteada por Nick Bostrom es materia de debate académico serio dentro del campo del transhumanismo, una corriente filosófica relativamente joven. A partir de esa teoría, no sería descabellado pensar que el universo entero es en sí mismo un escenario ideado por seres de otra dimensión.
La teoría, como es lógico, ha topado con fuertes críticas de físicos y cosmólogos que la tachan de ‘seudociencia’. Pero también cuenta con partidarios de la talla de Elon Musk, quien ha estado defendiendo desde hace años.
¿Qué dijo Elon Musk sobre la realidad que vive la humanidad?
En una reciente entrevista, el sudafricano respaldó esta teoría durante una charla con el popular comediante Joe Rogan, en su ciclo de podcast “The Joe Rogan Experience”, y aseguró: “Probablemente todos los seres humanos estamos atrapados en una pseudo existencia similar a la que postula la película Matrix”.
El CEO de SpaceX, Tesla y la plataforma social X (ex Twitter) ha sugerido la hipótesis de que el planeta, las galaxias y el universo entero son sistemas simulados. En la era del Metaverso y la inteligencia artificial (IA), la opinión de Musk no resulta sorpresiva. Sin embargo, cabe aclarar que la hipótesis de la simulación sigue siendo una idea especulativa y no hay pruebas concluyentes que respalden esta teoría en la actualidad.
En esa misma línea, tanto Alan Guth, del Instituto de Tecnología de Massachusetts, en Estados Unidos, como el gurú de las máquinas inteligentes, Ray Kurzwell, sugieren que “a lo mejor todo nuestro universo es un experimento de ciencia de un estudiante de secundaria en otro universo”.
De la teoría a la realidad
Para zanjar ese debate, un científico de la Universidad de Portsmouth, Melvin Vopson, ha explorado si una nueva ley de la física podría respaldar la polémica teoría de la simulación. Anteriormente, Vopson había realizado una investigación que sugería que la información tiene masa y que todas las partículas elementales (los bloques de construcción más pequeños conocidos del universo) almacenan información sobre sí mismas, de manera similar a la forma en que los humanos tenemos el ADN.
“En caso de que en realidad viviéramos en un universo simulado, este “contendría un montón de bits de información por todas partes” y que esos bits “representarían el código. Por lo tanto, detectar estos bits de información demostrará la hipótesis de la simulación”, afirmó el científico.
Así, basándose en su propia propuesta de “principio de equivalencia masa-energía-información (M/E/I)”, que sugiere que “la masa puede expresarse como energía o información, o viceversa”, el físico cree que los bits de información tendrían una masa pequeña. Por lo que, si se puede encontrar la masa de esos bits, añade, se estarían detectando teóricamente los propios bits.
¿Por qué genera debate esta teoría?
Vopson ha sugerido que la información, después de los sólidos, los líquidos, los gases y los plasmas, podría considerarse una quinta forma de materia en el universo.
Y según explica, su experimento para probar su existencia material consiste en “borrar la información contenida en el interior de las partículas elementales dejando que éstas y sus antipartículas (todas las partículas tienen versiones ‘anti’ de sí mismas que son idénticas, pero tienen carga opuesta) se aniquilen en un destello de energía, emitiendo ‘fotones’, o partículas de luz”.
En caso de que Vopson lograse demostrarlo, y sepamos que estamos atrapados en una simulación, ¿cómo podríamos entonces salir? En un nuevo artículo, Roman Yampolskiy, informático de la Universidad de Louisville, intenta responder precisamente esa pregunta y sugiere algunas formas para salir de la simulación
“No evaluamos la evidencia a favor o en contra de tal afirmación”, señala Yampolskiy en su trabajo, publicado en octubre pasado en ResearchGate, “sino que hacemos una pregunta informática, a saber: ¿Podemos piratear la simulación?”.
“Más formalmente, la pregunta podría formularse como: ¿Pueden los agentes inteligentes en general ubicados en entornos virtuales encontrar una manera de escapar de ellos?”. Yampolskiy, realizó la siguiente propuesta: forzar a los simuladores a utilizar una potencia de cálculo cada vez mayor y, por ende, generar más energía, hasta que ya no puedan ignorarla.
“Dado que la literatura de vanguardia sobre la contención de la Inteligencia Artificial responde afirmativamente (la IA es incontenible a largo plazo), concluimos que debería ser posible escapar de la simulación, al menos con la ayuda de la IA superinteligente”, explicó el experto.
Y concluyó: “Por contraposición, si no es posible escapar de la simulación, la contención de la IA debería ser un resultado teórico importante para la investigación de la seguridad de la IA”.
Si después de entender la idea base de la “teoría de la simulación” aún considera que no es más que un disparate, vale anotar que cada vez hay más científicos –en especial entre más profundizamos en la mecánica cuántica– que consideran, por lo menos hasta cierto nivel, que la teoría podría ser plausible. Pero sin importar de qué lado se esté, lo que sí está claro es que la naturaleza de nuestra realidad es y probablemente seguirá siendo uno de los mayores misterios que existen.