Richard Slayman, de Weymouth, Massachusetts, Estados Unidos, entrará en la historia de la medicina por ser el primer paciente que recibió un órgano obtenido a partir de un cerdo producido por la técnica de edición genética CRISPR- Cas9.
El hombre tenía diabetes tipo 2 e hipertensión arterial. Por un insuficiencia renal, había estado en diálisis durante siete años hasta que sus médicos le indicaron que necesitaba someterse a un trasplante de riñón, en 2018. Esa operación se hizo con un órgano de otra persona. Pero a cinco años después, el riñón donado empezó a fallar y Slayman tuvo que volver a diálisis el año pasado.
Tiene 62 años y, como su salud había empeorado, dio su consentimiento para una práctica experimental que fue llevada a cabo el 16 de marzo en el Hospital General de Massachusetts (MGH): el trasplante de riñón a partir de un cerdo modificado genéticamente. Se trata de una nueva clase de lo que se denomina “xenotrasplante”, es decir el traspaso de un órgano de una especie a otra.
Expertos en trasplantes coinciden en que este tipo de intervención es un hito en la historia de la medicina. “Ver por fin esto hecho realidad tras años de trabajo y colaboración es realmente un gran paso adelante y un gran momento para los trasplantes”, afirmó en diálogo con CNN el doctor Parsia Vagefi, jefe de trasplantes quirúrgicos del UT Southwestern Medical Center de Dallas, Estados Unidos, quien no participó en la intervención.
“Lo vi no sólo como una forma de ayudarme a mí, sino como una forma de dar esperanza a los miles de personas que necesitan un trasplante para sobrevivir”, sostuvo el mismo Slayman a través de un comunicado emitido por el MGH, donde se hizo la intervención. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) había autorizado la práctica de este paciente bajo las normas de “uso compasivo”.
Según el doctor Robert Montgomery, director del Instituto de Trasplantes Langone de la Universidad de Nueva York (NYU), quien tampoco formó parte de la operación de Slayman, esta supone un avance en el área de los xenotrasplantes. Este campo “está cada vez más cerca de convertirse en una fuente alternativa de órganos para los cientos de miles de personas que padecen insuficiencia renal”, afirmó a la agencia Reuters.
La intervención tuvo una duración de cuatro horas. Slayman, que es directivo del Departamento de Transportes de Massachusetts, se encuentra bien y se espera que abandone pronto el hospital. El riñón que recibió es el resultado de varios años de investigación científica. Formaba parte de un grupo de cerdos especialmente criados y modificados genéticamente para que se parecieran más a los de los humanos.
Por su parte, al anunciar el éxito de la intervención quirúrgica, el doctor David FM Brown, presidente de los Centros Médicos Académicos del Mass General Brigham, que incluye al Hospital General de Massachusetts, dos de las instituciones de enseñanza más prestigiosas de los Estados Unidos, destacó a The Washington Post “cuánto tiempo los pacientes, familias, cirujanos y científicos se han aferrado a la esperanza de que se pudiera encontrar un suministro seguro y listo de órganos aptos para trasplantes humanos”.
“Después de décadas de estudio, meses de planificación y horas de cirugía, la esperanza se hizo realidad para nuestro paciente Rick Slayman”, dijo el doctor Brown. “También podría ser un avance potencial en la solución de uno de los problemas más difíciles en nuestro campo, el acceso desigual de los pacientes de minorías étnicas a la oportunidad de un trasplante de riñón”, dijo a CNN doctor Winfred Williams, jefe del Departamento de Nefrología en el Hospital General de Massachusetts.
El doctor Tatsuo Kawai, director del Centro Legorreta de Tolerancia Clínica a los Trasplantes del Hospital General de Massachusetts, había sido el cirujano que realizó el trasplante de riñón de Slayman hace cinco años, y también llevó a cabo la operación con el riñón de cerdo.
Mientras más de una docena de personas observaban en el quirófano, Kawai quien condujo la intervención junto al doctor Leonardo V. Riella, conectó cuidadosamente el riñón de cerdo al sistema circulatorio del paciente. Fue una tarea difícil si se tienen en cuenta los antecedentes de diabetes e hipertensión del paciente, que habían debilitado sus vasos sanguíneos.
“El tamaño del riñón de cerdo era exactamente el mismo que el del riñón humano”, explicó Kawai durante un conferencia de prensa. Al restablecerse el flujo sanguíneo en el riñón, empezó a producir orina.
“Cuando vimos la primera salida de orina, todos los presentes en el quirófano estallaron en aplausos. Era realmente el riñón más bonito que he visto nunca”, contó el doctor Kawai. “El éxito de este trasplante es la culminación de los esfuerzos de miles de científicos y médicos durante varias décadas”, destacó.
Esta intervención pionera sugiere un futuro prometedor para el campo de los xenotrasplantes. Solo en Estados Unidos, hay más de 100.000 personas en espera de un trasplante de órgano, según datos de la Red Unida para el Intercambio de Órganos (UNOS), y está proyectado un aumento significativo en las tasas de enfermedad renal terminal para 2030, ante lo cual la necesidad de alternativas innovadoras es más crítica que nunca.
“Desde hace años hemos esperado ansiosos al considerar al xenotrasplante de órganos como el futuro de muchos pacientes que mueren esperando un órgano. Ese futuro es hoy”, dijo a Infobae el doctor Gustavo Palti, jefe de trasplante renal del Hospital Alemán de Buenos Aires.
A partir de la intervención de Slayman “comienza un camino de desafíos y esperanza”, señaló el doctor Palti. Si la técnica demuestra su seguridad y eficacia, “cientos de miles de pacientes se beneficiarían al no tener que ingresar a diálisis y disminuirían los riesgos de muerte. Implica un futuro prometedor para la humanidad”, remarcó.
Cómo se creó el riñón
El riñón es de un grupo especial de cerdos criados para producir riñones similares a los humanos. Fue un desarrollo de la empresa biotecnológica eGenesis.
Antes de hacer el trasplante para Slayman, se produjeron células modificadas con CRISPR para crear clones de cerdos con cambios genéticos idénticos y coherentes. Sus riñones se trasplantaron primero a primates y finalmente a Slayman.
En total, los riñones de los cerdos contenían 69 cambios genéticos en tres categorías principales. Los científicos anularon o eliminaron tres genes porcinos que provocan el rechazo inmediato del sistema inmunitario humano.
Añadieron siete genes humanos para que el tejido porcino pareciera más humano a las células inmunitarias e inactivaron genes virales en las células porcinas que podrían causar infecciones.
También utilizaron un cóctel único de tratamientos con anticuerpos para amortiguar aún más la reacción inmunitaria y dar al riñón trasplantado las máximas posibilidades de sobrevivir en el paciente.
La empresa eGenesis informó que ya está trabajando en el desarrollo de otros órganos a partir de porcinos. En enero, se asoció con investigadores de la Universidad de Pensilvania para trasplantar un hígado de cerdo modificado genéticamente a un paciente con muerte cerebral.
En diálogo con Infobae, el científico Adrián Mutto: En la Escuela de Bio y Nanotecnologías de la Universidad Nacional de San Martín, valoró el trasplante en Slayman. “Si bien hay que hacer más investigación para evaluar la eficacia y la seguridad de la intervención, es importante el resultado exitoso que se ha conseguido hasta ahora.
En la Argentina, Mutto y sus colaboradores lleva adelante un proyecto de investigación que utiliza también la técnica de edición genética en animales para producir órganos que puedan trasplantarse a humanos, una práctica que se conoce como “xenotrasplante”.
“Ya tenemos células casi terminadas en su modificación genética. Son libres del retrovirus porcino PERV-C, del grupo sanguíneo 0, y estamos produciendo unos 40 embriones por semana de cerdos obtenidos por clonación”, comentó Mutto a Infobae.
“Logramos hembras de cerdos que son receptoras libres de patógenos según el Servicio Nacional de Sanidad Animal (SENASA), para que gesten a los primeros embriones modificados. Este paso se hará en un bioterio de hospital”, añadió.