El momento y la cantidad de sueño dependen del ritmo circadiano (aproximadamente 24 h) y de las necesidades de sueño específicas. A pesar del mucho protagonismo que los renos adquieren en la fantasía y en la realidad durante el inverno, la época del año más activa para estos animales es el verano.
Y para hacer frente a esta temporada de alta actividad, los renos, como muchos de los seres vivos, recurren a la multitarea.
Para los renos, eso significa comer y dormir simultáneamente. Tomar una siesta mientras mastican su comida por segunda vez, según una nueva investigación que acaba de ser publicada en Current Biology, es una actividad totalmente normal para la especie. Esta masticación, llamada rumia, permite una mejor digestión, mientras que las siestas oportunistas permiten a los animales descansar lo que necesitan incluso cuando las noches cortas no les dejan mucho tiempo para recuperarse de las actividades del día, principalmente buscar comida.
“Hasta ahora, la rumia se ha considerado exclusivamente como parte del proceso digestivo, y ahora hemos aprendido que hace mucho más que eso -revelan los especialistas en su documento-. Es una actividad multitarea en un momento en el que hay mucho que hacer”.
Los profesionales del Instituto Noruego de Investigación en Bioeconomía, quienes estuvieron a cargo del estudio, utilizaron electrodos de electroencefalografía (EEG) no invasivos colocados en las cabezas de cuatro renos para monitorear las ondas cerebrales bajo tres condiciones de iluminación diferentes: luz constante, oscuridad o semioscuridad permanente y media luz para imitar horas iguales de día y de noche.
Descubrieron que, independientemente del escenario de iluminación, los renos pasaban aproximadamente una hora al día en sueño de movimientos oculares rápidos (REM), la fase durante la cual los humanos sueñan, y alrededor de 5,5 horas por día en sueño no REM. Fue una gran sorpresa para los especialistas que la cantidad de sueño no cambiara en absoluto, porque hubieran esperado que ellos, como los humanos, durmieran más en invierno.
El hallazgo también fue sorprendente porque los renos no parecen tener tiempo para dormir durante los largos días de verano; el mejor momento para comer la mayor cantidad de comida posible, prepararse para el duro invierno y la siguiente temporada de reproducción.
La clave de la paradoja parece estar en la reflexión. La rumia es un proceso compartido por criaturas que van desde jirafas hasta ovejas, animales que comen principalmente material rico en celulosa, como hierba y hojas.
Este alimento es difícil de descomponer, por lo que los rumiantes están equipados con múltiples cámaras estomacales. Cuando comen, sus alimentos pasan por una ronda de digestión en su primer estómago. Luego regurgitan la comida y la mastican nuevamente, luego la envían a las otras cámaras del aparato digestivo. El procesamiento adicional permite a los renos y otros rumiantes maximizar la nutrición que obtienen de su dieta.
Los investigadores encontraron que rumiar también ofrece una oportunidad para que los renos satisfagan su necesidad programada de aproximadamente 6,5 horas de sueño por día durante todo el año. Lo nuevo que observaron los investigadores es que no sólo es importante para la digestión, sino que cumple dos funciones al mismo tiempo.
El hallazgo de renos multitarea complementa investigaciones anteriores en varias especies que ha demostrado que la rumia puede ocurrir tanto durante la vigilia como durante el sueño no REM.
Aunque el equipo manipuló la exposición a la luz de los renos en el nuevo estudio, los animales experimentaron un ambiente constante durante todo el año. Las condiciones invariables incluían acceso a tanta comida como se deseara, una temperatura constante y protección contra los depredadores.
Ahora los especialistas dicen que esperan realizar análisis similares en renos en condiciones más realistas. En particular, indican que ese tipo de investigación puede guiar la resolución de conflictos entre los indígenas sami, que pastorean renos, y las industrias que explotan recursos como la forestal. Hay mucho conocimiento tradicional sobre el requisito de los renos de simplemente tumbarse en paz y reflexionar. Este artículo realmente muestra que eso no es sólo un mito, es muy real y es algo con lo que los animales nacen.
* Gabriela Wagner es zoóloga del Instituto Noruego de Investigación en Bioeconomía. Este artículo se desprende de la investigación “Los renos en el Ártico reducen la necesidad de dormir durante la rumia”, publicada en Current Biology. Wagner es la autora correspondiente. También son autores: Melanie Furrer, Sara Meier, Maxime Jan, Steven Marrón y Reto Huber.