La capacidad de los espermatozoides para moverse rápido y en línea recta es una cuestión clave para que se realice con éxito la fecundación y hasta puede influir en la salud de los descendientes.
Un equipo de ingenieros de la Universidad Monash de Australia postularon que al exponer a los espermatozoides humanos a la técnica de ecografía o ultrasonido, se podría conseguir que naden más rápido. Esto podría ayudar a personas con problemas de infertilidad. Su trabajo de investigación fue publicado en la revista Science Advances.
Para conocer este comportamiento, tomaron muestras de semen humano de 50 hombres y las expusieron a las ondas de una ecografía. Luego midieron los cambios en la motilidad de los espermatozoides, también denominada como “motilidad espermática”, que es la capacidad de los espermatozoides para moverse rápido y en línea recta. Cada aumento del 10% implica un incremento del 8% en la tasa de embarazo, según escribieron los investigadores en el inicio de su trabajo.
En cuanto a la reproducción asistida, una motilidad espermática elevada permite opciones de tratamiento menos invasivas, con mayores tasas de fecundación, implantación y embarazo, menos riesgos para la salud de la descendencia y más rentables.
Investigaciones anteriores habían demostrado que una baja motilidad espermática (o nula) puede dificultar el embarazo. Para mejorar las probabilidades, se han utilizado tratamientos que incluyen fármacos para acelerar los espermatozoides, pero algunos también causan problemas como daños en el ADN espermático. Para evitar este problema, los médicos especializados en fertilidad recogen esperma de un donante y lo inyectan directamente en el útero.
En cambio, en este nuevo estudio, el equipo de investigadores encontró una posible alternativa: aplicar un dispositivo de ecografía en el abdomen de la mujer después del coito para acelerar el viaje de los espermatozoides a través de la vagina y el cuello uterino hasta llegar al útero.
Al observar que las investigaciones anteriores habían demostrado que la exposición a las ondas ultrasónicas de la ecografía podían afectar a la motilidad de los espermatozoides, el equipo de investigación realizó ensayos para determinar si tales informes eran ciertos y, en caso afirmativo, qué grado de impacto cabía esperar.
Los investigadores recogieron 50 muestras de semen de hombres tanto con motilidad espermática normal como con problemas de motilidad, y los separaron en grupos en función de la velocidad de motilidad. El equipo aisló los espermatozoides y los expuso a 800 megavatios de ondas ultrasónicas durante 20 segundos. Cada una de las muestras se analizó antes y después de la exposición.
Los investigadores descubrieron que la exposición de los espermatozoides a ondas ultrasónicas producía un aumento espectacular de la motilidad, el mayor de los cuales era de un 266%. También advirtieron que algunas de estas células, que no eran móviles en absoluto, podían ser empujadas a nadar con una dosis de ondas ultrasónicas.
Según su hipótesis, la aceleración se debe a que la energía de las ondas ultrasónicas sustituye a los déficits de energía mitocondrial de los espermatozoides. Aunque los científicos reconocen que hay que seguir trabajando para garantizar que las ondas no dañen los espermatozoides ni las células reproductoras femeninas, sugieren que el método parece prometedor.
“Los ultrasonidos no sólo aumentaron la velocidad de natación de los espermatozoides, sino que también promovieron casi dos tercios de los espermatozoides de grado inferior a un grado de motilidad superior”, afirmó Ali Vafaie, candidato al doctorado en Monash y autor principal del estudio.
“Los espermatozoides con baja motilidad antes de que les aplicáramos ultrasonidos mostraron el mayor aumento de motilidad tras la exposición a ultrasonidos, y sabemos por datos clínicos que incluso un aumento del 10% en la motilidad de los espermatozoides conlleva un aumento del 8% en la tasa de embarazo”, agregó. Sin embargo, el hallazgo aún deberá contar con más investigación.
En diálogo con Infobae, el doctor Mariano Buffone, investigador en reproducción humana del Conicet en el Instituto de Biología y Medicina Experimental (IBYME) y co-fundador de la empresa de base tecnológica y startup Fecundis, comentó: “Los resultados del trabajo realizado en Australia son aún preliminares. La exposición al ultrasonido de alta frecuencia podría hacer que suba la temperaturas de los espermatozoides y que se muevan más rápido. Pero aún tienen que probar que al usar la ecografía, aumente la tasa de embarazo”.
El doctor Buffone junto con otros colaboradores desarrollaron un método de fertilidad que activa los espermatozoides en el laboratorio como si estuvieran en el tracto reproductivo de la mujer. Ya se logró el primer nacimiento en el mundo de un bebé gestado por este método que los creadores llamaron Hypersperm. Asimismo, han demostrado que el método que aumenta la eficiencia en general de la reproducción asistida podría servir para ayudar a personas con diferentes problemas de infertilidad. Aún se están haciendo los desarrollos que corresponden para que las autoridades regulatorias evalúen y autoricen el uso de la técnica.