Los secretos de la hormiga diminuta que obliga a los leones a cambiar sus comportamientos

Un estudio científico publicado en la revista Science explica cómo el accionar de este insecto impacta en los árboles africanos, clave para que los grandes felinos puedan cazar cebras

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El insecto invasor conocido como hormiga “cabezona” (Pheidole megacephala) está desencadenando una cadena de eventos negativos para los grandes felinos africanos
El insecto invasor conocido como hormiga “cabezona” (Pheidole megacephala) está desencadenando una cadena de eventos negativos para los grandes felinos africanos

La llegada de la hormiga “cabezona” está desencadenando una cadena de eventos que ha resultado en un cambio en el comportamiento que puede poner en peligro aún más las poblaciones de los felinos.

Las actividades humanas globales han llevado al movimiento de especies desde sus orígenes a sitios distantes en todo el mundo. La influencia de estas especies desplazadas en la ecología existente de su nueva ubicación puede variar de dañina a positiva, y muchos de sus impactos pueden ser mucho más sutiles de lo que uno podría predecir.

Por ejemplo, la hormiga cabezona, descrita originalmente en la isla Mauricio, se ha extendido por gran parte del mundo tropical y subtropical. Ahora, en un estudio publicado en la revista Science, un equipo de científicos informó que una especie de hormiga invasora diminuta y aparentemente inocua está cambiando la cubierta arbórea en un área silvestre de África Oriental, lo que dificulta que los leones, el depredador más emblemático del mundo, cacen a sus animales preferidos: la cebra.

El león en África Oriental cambia sus hábitos de caza debido a pequeñas especies de hormigas. (TODD PALMER)
El león en África Oriental cambia sus hábitos de caza debido a pequeñas especies de hormigas. (TODD PALMER)

“Estos invasores están tirando crípticamente de los lazos que unen un ecosistema africano, determinando quién es devorado y dónde”, citaron los especialistas en su documento, que reúne a especialistas de las universidades de Florida, Columbia, Wyoming y el Centro de Ciencias Biológicas del Suroeste del Servicio Geológico de EEUU.

El documento, que abarca investigaciones de más de tres décadas, incluyó una combinación de cámaras trampa ocultas, leones con collares rastreados por satélites y modelos estadísticos. Con este mecanismo de observación el equipo de trabajo logró mostrar la compleja red de interacciones entre hormigas, árboles, elefantes, leones, cebras y búfalos.

La perturbación comienza en las acacias de Ol Pejeta Nature Conservancy, un área de vida silvestre africana en el centro de Kenia. Históricamente, los árboles están protegidos de los animales que comen hojas por una especie de hormiga que anida en las bulbosas espinas de los árboles. A cambio de su hogar, ellas defienden ferozmente los árboles de gigantescos herbívoros, como elefantes, jirafas entre otros, un acuerdo que los ecologistas llaman mutualismo.

El insecto invasor desplazó a otros que cuidan las acacias afrianas
El insecto invasor desplazó a otros que cuidan las acacias afrianas

En estudios publicados a principios de la década de 2000, el mismo equipo de trabajo comenzó a desentrañar las complejidades de esta relación en África Oriental entre especies vegetales y animales. Para su sorpresa, descubrieron que estas pequeñas hormigas sirven como defensores increíblemente fuertes y esencialmente estabilizaban la cubierta arbórea en estos paisajes, haciendo posible que las acacias persistieran en un lugar con tantos grandes mamíferos herbívoros.

Sin embargo, en el último estudio, los científicos dicen que la llegada de un insecto invasor conocido como hormiga “cabezona” (Pheidole megacephala) está desencadenando una cadena de eventos que ha resultado en un cambio en el comportamiento depredador-presa que puede poner en peligro aún más poblaciones de leones, una especie que ya está al borde del peligro de extinción.

Un micro depredador

El pequeño insecto no es originario de África
El pequeño insecto no es originario de África

Las hormigas cabezonas son pequeñas pero voraces cazadoras de insectos, destruyen colonias de hormigas protectoras de los árboles pero no defienden los árboles de los animales más grandes. Tras perder a sus guardaespaldas, las acacias están siendo arrasadas por los elefantes.

Los leones, que son depredadores de emboscada, dependen de la cubierta de los árboles para acechar y esconderse antes de abalanzarse sobre las cebras. Una menor cobertura de árboles significa que los leones no tienen tanto éxito a la hora de tender emboscadas a sus presas.

Los especialistas descubrieron que estas pequeñas hormigas invasoras aparecieron hace quizás 15 años y ninguno de se dio cuenta porque no son agresivas con grandes presas, incluidas las personas. Ahora notan que están transformando paisajes de maneras muy sutiles pero con efectos devastadores.

Las acacias africanas están en peligro por una nueva hormiga invasora
Las acacias africanas están en peligro por una nueva hormiga invasora

Para sacar lo mejor de una mala situación, los leones están dirigiendo su atención a los búfalo. Sin embargo, son más grandes que las cebras y pasan el rato en grupos, lo que los convierte en presas mucho más particulares. La naturaleza es inteligente y criaturas como los leones tienden a encontrar soluciones a los problemas que enfrentan, pero todavía los científicos no saben qué podría resultar de este profundo cambio en la estrategia de caza.

Estas hormigas están en todas partes, especialmente en los trópicos y subtrópicos. Los especialistas están trabajando con administradores de tierras para investigar intervenciones, incluido el cercado temporal de grandes herbívoros, para minimizar el impacto de las hormigas invasoras en las poblaciones de árboles.

* Todd Palmer es ecólogo y profesor del Departamento de Biología de la Universidad de Florida. Este artículo se desprende de la investigación La interrupción del mutualismo hormiga-planta da forma a las interacciones entre los leones y su presa principal, publicada en Science. En la que también participaron Duglas N. Kamaru, Corinna Riginos, Adam T. Ford, Jayne Belanap, Robert M. Chira, John M. Guthaiga, Bernard C. Gitku, Brandon R. Hays y Jacob R. Goheen

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