Cada vez más mujeres son diagnosticadas con TDAH, según un estudio

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una condición frecuente en las consultas de neuropediatría, con una prevalencia de entre el 4 y el 5%, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y estudios epidemiológicos realizados en distintos países.

Contrariamente a lo que se pensaba hace unos años, el TDAH no es sólo una condición que se encuentre en la infancia, sino que más del 60% de los niños que tienen este diagnóstico, persisten con sintomatología evidente en la adultez.

Esta condición engloba una serie de problemas persistentes, como la dificultad para mantener la atención, la hiperactividad y el comportamiento impulsivo. Los niños con TDAH también pueden experimentar baja autoestima, dificultades en las relaciones interpersonales y un rendimiento académico inferior.

Ahora los investigadores afirman que los diagnósticos de TDAH están aumentando en las mujeres adultas. Entre 2020 y 2022, se ha registrado casi el doble de diagnósticos, impulsados principalmente por un aumento en la detección en mujeres, según un análisis de casi cuatro millones de registros médicos estadounidenses realizado por la empresa de software Epic Systems.

Aunque menos del 1% de las mujeres estadounidenses tienen un diagnóstico de TDAH, la brecha con respecto a los hombres ha disminuido significativamente, según la investigación.

Los expertos afirman que la constante distracción generada por las redes sociales y las aplicaciones de comunicación puede agravar los síntomas del TDAH, añadiendo estrés a las responsabilidades habituales como el trabajo, el cuidado de los niños y la gestión del hogar. La abundancia de correos electrónicos escolares, mensajes de compañeros de trabajo en Slack, textos de amigos y la tentación de navegar por Instagram contribuyen a este escenario.

Victoria Dunckley, una psiquiatra de Los Ángeles, sugiere que limitar el uso de la tecnología puede aliviar los síntomas del TDAH. Por lo tanto, aconseja a los pacientes tomar un descanso de cuatro semanas frente a las pantallas para ayudar a calmar sus mentes.

Dunckley argumentó en una nota publicada en The Wall Street Journal que hace dos décadas, las personas con predisposición al TDAH podían funcionar bien debido a la menor cantidad de distracciones. Sin embargo, con la tecnología actual, muchos experimentan síntomas más acentuados a medida que la atención es constantemente capturada.

Allí citaron el caso de Rachel Fuehrer, quien perdía y olvidaba cosas constantemente. En la etapa escolar, enfrentó dificultades y fue diagnosticada como bipolar a los 15 años. Sin embargo, abandonó la medicación tras apenas dos semanas debido a que no le agradaba la forma en que la afectaba. Con el tiempo, sus problemas de distracción e impulsividad se intensificaron, coincidiendo con el creciente papel del teléfono inteligente en su vida.

Casi 15 años después, un médico le proporcionó una revelación: tenía TDAH. “Dado que las mujeres ya no aceptan el statu quo, decimos: ‘No, no somos simplemente olvidadizas; hay algo mal con nuestro cerebro’, y buscamos diagnósticos”, señala Fuehrer.

Son muchas las historias. Lori Etheredge, enfermera especializada en oncología y madre de dos hijos en Indianápolis, experimentó tres episodios de pánico hace un poco más de un año. En ese momento, tenía 48 años, y su médico atribuyó los ataques a síntomas de TDAH desencadenados por los cambios hormonales asociados con la menopausia. Como parte de su tratamiento, le aconsejaron limitar el uso del teléfono.

“Solía estar en Facebook mientras estaba de pie, viendo ‘Amas de casa’ y revisando mi calendario al mismo tiempo”, dijo Etheredge. “Ahora estoy tratando de enfocarme en una tarea a la vez”.

Investigaciones han demostrado que realizar múltiples tareas en medios de comunicación disminuye nuestra capacidad para procesar y retener información, reduce la capacidad de filtrar datos innecesarios y acorta la atención. El aumento en los diagnósticos de TDAH en mujeres adultas se atribuye a una mayor conciencia de los síntomas y cambios en los criterios de diagnóstico, según los médicos.

Aunque persiste el escepticismo en la comunidad médica sobre algunos diagnósticos de TDAH, algunos médicos sugieren que la tecnología puede contribuir a comportamientos similares al TDAH. La doctora Beata Lewis, psiquiatra en Brooklyn especializada en TDAH, aconseja a los pacientes realizar un seguimiento de su uso del teléfono y establecer límites en las aplicaciones que consumen más tiempo. La tecnología puede ser una herramienta útil para gestionar el TDAH, pero también es importante desarrollar estrategias para enfrentar el trastorno.

“La atención dispersa y los problemas para dormir empeoran con el tiempo frente a la pantalla, independientemente de si se cumple o no con los criterios de diagnóstico del TDAH”, adviertió por su parte el doctor Dunckley, un psiquiatra en Los Ángeles, quien recomienda un enfoque proactivo, como retirar los teléfonos de las habitaciones por la noche y desactivar notificaciones cuando se necesita concentración.

Un reciente estudio reveló por otra parte que aquellos que ingerían bebidas energéticas, diseñadas para aumentar la energía mediante su contenido de cafeína u otros estimulantes, tenían un riesgo elevado de experimentar problemas de salud mental, que incluyen trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), depresión, ansiedad y pensamientos suicidas.

Estos resultados provienen de una revisión llevada a cabo por Fuse, el Centro de Investigación Traslacional en Salud Pública de la Universidad de Teesside y la Universidad de Newcastle en el Reino Unido.

En esta revisión, publicada en la revista Public Health, los investigadores analizaron datos de 57 estudios que abarcaron a más de 1.2 millones de niños y jóvenes procedentes de más de 21 países que consumían bebidas energéticas. Este análisis se llevó a cabo como continuación de una revisión inicial realizada en 2016.

“Encontramos una lista aún más extensa de resultados adversos para la salud física y mental vinculados al consumo de bebidas energéticas en niños y jóvenes”, comentó Amelia Lake, profesora de nutrición de salud pública en la Universidad de Teesside y autora principal del estudio, a Fox News Digital. “Repetimos (la revisión) solo para constatar un claro y creciente cuerpo de evidencia que sugiere que el consumo de estas bebidas está asociado con impactos negativos en la salud”.