La nave espacial SLIM que hizo historia la semana pasada al posarse en la Luna y convertir así a la nación nipona en el quinto país en alunizar, tuvo algunos problemas para hacerlo, según se conoció en las últimas horas.
El diminuto rover LEV-2, uno de los compañeros de viaje de SLIM que se desprendió de su “nave madre” para rodar por la superficie selenita, tomó una fotografía histórica sobre cómo fue ese aterrizaje.
La foto, que la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón JAXA) publicó el miércoles por la noche, fue tomada por un robot con forma de bola llamado LEV-2 (”Vehículo de Exploración Lunar-2″), también conocido como SORA-Q, uno de los dos pequeños rovers que volaron a la luna a bordo de SLIM.
La foto recientemente publicada, muestra que SLIM aterrizó “de nariz” o sobre su cabeza, algo no previsto por los expertos técnicos japoneses que afirmaron que no era la orientación deseada. Por lo tanto, el módulo de aterrizaje no ha podido captar la luz solar como se esperaba y por ello no ha podido cargar sus baterías y operar correctamente.
La nave espacial SLIM aterrizó en la Luna el 19 de enero, convirtiendo a Japón en el quinto país en lograr un aterrizaje lunar suave. Dicha comprobación se hizo con la histórica foto que tomó LEV-2 o SORA-Q. “Con esto, SORA-Q se convirtió en el primer robot japonés en aterrizar en la luna y tomar fotografías”, dijo Kintaro Toyama, presidente y director representante de la empresa japonesa de juguetes Takara Tomy, que desarrolló LEV-2 con JAXA, Sony y la Universidad de Doshisha.
“Este éxito se debe a todos los involucrados y a todos los que nos apoyaron mientras perseguíamos nuestros sueños juntos. Gracias desde el fondo de mi corazón“, añadió Toyama.
SLIM (abreviatura de “Smart Lander for Investigating Moon”) es una nave espacial demostradora, diseñada para mostrar la tecnología necesaria para realizar aterrizajes planetarios súper precisos. Se lanzó en septiembre pasado, junto con un telescopio espacial de rayos X llamado XRISM, que se instaló en la órbita terrestre baja.
SLIM alcanzó la órbita lunar el día de Navidad y luego realizó su histórico descenso a la superficie lunar el 19 de enero. Sin embargo, las cosas no salieron del todo según lo planeado ese día. Los encargados del SLIM no pudieron confirmar su estado inmediatamente después del aterrizaje y finalmente determinaron que sus paneles solares no estaban generando electricidad.
Pero el hecho de que la foto llegara al control de la misión muestra que sus naves hijas, LEV-2 y LEV-1, se desplegaron desde SLIM durante el descenso según lo planeado y operaron con éxito en la superficie lunar.
“Esta imagen fue transferida a la Tierra a través del LEV-1, y se confirmó que la función de comunicación entre LEV-1 y LEV-2 estaba funcionando normalmente”, escribieron funcionarios de JAXA en el mismo comunicado.
“Además, dado que LEV-2 se transformó desde su estado esférico en su estado almacenado, también pudimos confirmar que fue desplegado e impulsado con éxito en la superficie lunar después de ser liberado desde SLIM”, agregaron. (El LEV-2, del tamaño de una pelota de tenis, fue diseñado para pasar de una forma esférica a dos mitades y luego rodar por la Luna).
El lunes, JAXA dijo que SLIM permanece vivo, aunque silencioso, en la superficie lunar, y sus encargados se están preparando para una posible recuperación del módulo de aterrizaje. El equipo de la misión todavía tiene alguna esperanza de un resurgimiento de SLIM, al menos hasta el 1 de febrero, cuando el sol se pondrá en el lugar de aterrizaje de la sonda, según Dawoon Jung, ingeniero de misión lunar en el Instituto de Investigación Aeroespacial de Corea.
Los datos recuperados por la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (Jaxa) muestran que aterrizó a 55 metros del lugar objetivo, entre dos cráteres en una región cubierta de roca volcánica.
Los funcionarios japoneses dijeron que el aterrizaje se realizó con una precisión sin precedentes. La mayoría de las sondas anteriores han apuntado a zonas de aterrizaje mucho más amplias, de hasta 10 kilómetros de ancho, un reflejo de los innumerables desafíos que presentan los alunizajes 54 años después de que los humanos pisaran la superficie lunar por primera vez.
Jaxa dijo que la sonda probablemente habría estado a tres o cuatro metros de su lugar de aterrizaje previsto si uno de sus motores principales no hubiera perdido empuje en las etapas finales de su misión, provocando un aterrizaje más duro de lo previsto.
“Hemos demostrado que puedes aterrizar donde quieras, en lugar de donde puedas”, dijo a los periodistas el director del proyecto Jaxa, Shinichiro Sakai. “Abrimos la puerta a una nueva era”.
Dijo que las imágenes enviadas eran tal como las había imaginado. “Algo que diseñamos viajó hasta la Luna y tomó esa instantánea. Casi me caigo cuando lo vi”, dijo, añadiendo que el preciso aterrizaje de Slim merecía una “puntuación perfecta”.
Los funcionarios espaciales describen la misión como un éxito, a pesar de que la sonda, apodada el “francotirador lunar”, parece haber caído por la pendiente de un cráter, dejando sus baterías solares orientadas en la dirección equivocada y sin poder generar electricidad.
A pesar de todos los problemas de SLIM, Japón espera que la misión impulse su programa espacial después de una serie de fracasos. Una nave espacial diseñada por una empresa japonesa se estrelló durante un intento de alunizaje en abril, y un nuevo cohete insignia falló durante su lanzamiento debut en marzo.