Mientras ruedan alegres perforando rocas y tomando fotografías sobre Marte los robots de seis ruedas de la NASA, Curiosity y Perserverance, hay otros dos robots gemelos que hicieron historia hace 20 años. Ellos sembraron la semilla de la exploración marciana, tan importante para lograr el objetivo de que el ser humano pise el planeta rojo en los próximos años.
Se trata de los rovers también de seis ruedas Spirit, que llegó a Marte el 3 de enero de 2004, y Opportunity, que arribó al planeta rojo días después, el 24 de enero de ese año. Ambos exploradores habían sido lanzados en junio y julio del año anterior a bordo de cohetes Delta II.
En enero de 2004, los vehículos gemelos de la NASA aterrizaron en lados opuestos de Marte, iniciando una nueva era de exploración robótica interplanetaria. Llegaron de manera espectacular con tres semanas de diferencia, cada uno de ellos alojado dentro de una enorme bolsa de aire compuesta, que rebotaron en la superficie roja unas 30 veces antes de detenerse y desinflarse para exponer a los robots e invitarlos a iniciar su legendaria travesía.
Reescribir la ciencia con múltiples hallazgos
La misión de los rovers del tamaño de un carrito de golf: buscó evidencia de que alguna vez fluyó agua en la superficie del Planeta Rojo. Y encontraron esto y mucho más. Opportunity descubrió “arándanos” o guijarros esféricos de hematita poco después de aterrizar, lo que indica que había agua ácida.
En tanto Spirit, encontró signos de antiguas fuentes termales, lo que sugiere posibles hábitats pasados para la vida microbiana. Otros descubrimientos incluyeron el “donut relleno de gelatina” y el primer meteorito jamás descubierto en otro planeta.
Sus hallazgos reescribirían los libros de texto de ciencia. Los científicos sospechaban desde siempre que Marte había sido, hace mucho tiempo, radicalmente diferente del desierto helado y oxidado que es hoy, dado que imágenes orbitales anteriores habían mostrado lo que parecían ser redes de canales tallados en agua. Pero antes de Spirit y Opportunity, no había pruebas de que el agua líquida hubiera formado esas características.
“Nuestros rovers gemelos fueron los primeros en demostrar que alguna vez existió un Marte temprano y húmedo. Allanaron el camino para aprender aún más sobre el pasado del Planeta Rojo con rovers más grandes como Curiosity y Perseverance”, explicó en el marco del vigésimo aniversario el ex científico del proyecto Matt Golombek, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en el sur de California, que dirigió la misión Mars Exploration Rover.
Diego Córdova, historiador argentino e investigador de las misiones espaciales, explicó a Infobae que los rovers Spirit y Opportunity marcaron un punto de inflexión en la exploración de Marte.
“La NASA venía de una gestión anterior, en los 90, marcada por la filosofía de más rápido, mejor y barato (Faster - Better - Cheaper) que determinaba construir sondas pequeñas, ahorrando grandes costos con respecto las Viking de los 70. Por ejemplo, la misión Pathfinder y su pequeño rover Sojourner de 1997 habían costado menos que el instrumental de detección de vida de las Viking. Pero eso supuso una gran contra y era que al ser vehículos pequeños había poco lugar para los instrumentos científicos y al haber menos lanzamientos había mucho menos margen para el error”, precisó el autor del libro Huellas en la Luna.
“Lamentablemente, el recorte de costos afectó en más de un aspecto y eso motivó el fracaso de varias misiones a Marte como la Mars Observer y la Mars Polar Lander, perdidas en 1993 y 1999 respectivamente y concebidas durante esa nefasta gestión. Sin embargo la década del 2000 sería diferente, era obvio que había que invertir más si se quería tener éxito un planeta tan difícil como Marte donde todo es complicado, como por ejemplo el aterrizaje en medio de una atmósfera tan tenue y la exploración en si en un territorio tan hostil”, agregó el experto.
Y precisó: “Obviamente, la duración de estos rovers la determinaron sus baterías y sus paneles solares que si bien se cubrían de polvo, y eso en apariencia podría jugarles en contra, también es cierto que al poder desplazarse y poner rumbo hacia otras zonas con diferentes vientos, ese mismo polvo marciano se desprendía de los paneles permitiéndoles cargarlos de energía y volver a trabajar nuevamente. Aquí tuvo mucho que ver la previsión de todo un equipo que, mientras podían, orientaban a los rovers al sol para facilitar la acumulación de energía a fin de soportar los crudos inviernos marcianos que aceleraban el consumo de sus baterías, así como también las tormentas de polvo que bloqueaban sus paneles solares durante días”.
El esfuerzo valió la pena y la NASA logró que Spirit operara durante 7 años y Opportunity 14. “Fue una mejor tecnología concebida bajo una gestión que entendió que ahorrar costos en la exploración marciana solo entorpecería el desarrollo científico, pues gracias al tiempo que más duraron en Marte, pudieron extender las observaciones y los experimentos mucho más allá de lo planeado”, añadió Córdova.
Y concluyó: “Spirit y Opportunity sentaron las bases para una exploración planetaria sólida que hoy realizan sus ‘hermanos mayores’ Curiosity y Perseverance y en breve el próximo nivel, la obtención de muestras que vendrán directamente de la superficie marciana a nuestro planeta. Todo ello hubiera sido imposible sin el cambio de paradigma de la exploración espacial y es un camino que sin dudas abrieron estos dos rovers que cumplen 20 años en la superficie marciana”.
Un paso adelante en la exploración de Marte
Gracias en parte a la ciencia recopilada por Spirit y Opportunity, la NASA aprobó el desarrollo del rover Curiosity del tamaño de un SUV o un auto pequeño, para investigar si los ingredientes químicos que sustentan la vida estuvieron presentes hace miles de millones de años en lo que alguna vez fue un mundo acuático, cosa que hizo en 2012.
Luego, Perseverance llegó al Planeta Rojo en 2021, destinado a recolectar núcleos de rocas en resistentes contenedores tubo de metal, que podrían traerse a la Tierra para buscar signos de vida microbiana antigua a través de la campaña Mars Sample Return, un esfuerzo conjunto de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) proyectado para la próxima década.
Spirit y Opportunity permitieron también a los ingenieros en Tierra desarrollar prácticas para explorar la superficie que continúan hoy en día, incluido el uso de software especializado y gafas 3D para navegar mejor en el entorno marciano.
Y después de perfeccionar años de experiencia durante los viajes de los rovers gemelos sobre la superficie rocosa y arenosa de Marte, los ingenieros ahora pueden planificar viajes más largos y seguros, y elaborar rápidamente los planes diarios mucho más complejos necesarios para operar Curiosity y Perseverance.
Los miembros del equipo científico también se han vuelto más expertos en su papel como geólogos de campo virtuales, aprovechando años de conocimiento para seleccionar las mejores formas de investigar el terreno marciano utilizando los “ojos” robóticos y las herramientas que llevan sus compañeros itinerantes.
Maratón marciano
Spirit aterrizó en Marte el 3 de enero y Opportunity el 24 de enero. Los vehículos de exploración de Marte estaban diseñados para operar sólo 90 días. Pero duraron años hasta que sucumbieron ante una tormenta de polvo que envolvió el planeta en 2018. Esa durabilidad superó los sueños más locos de los científicos e ingenieros, que habían programado también que ambos robos recorrieran hasta 600 metros solamente.
Pero a través de varios trucos y sustitutos robóticos de larga vida, el equipo tuvo la oportunidad de recorrer una amplia variedad de terrenos marcianos y extender sus ruedas por muchos kilómetros. Spirit recorrió 7 kilómetros y Opportunity en sus 14 años de vida se convirtió en el primer rover en recorrer más de una distancia de maratón en otro planeta: cubrió 45 kilómetros.
“Este fue un cambio de paradigma que nadie esperaba. La distancia y la escala de tiempo que cubrimos fueron un salto de alcance verdaderamente histórico”, dijo el ex director de proyectos John Callas del JPL.
Haciendo honor a su nombre y gracias a haber durado tanto en el planeta rojo, el rover brindó la oportunidad de revelar que Marte no solo fue alguna vez un mundo más húmedo, sino también que albergaba muchos tipos diferentes de ambientes acuáticos (agua dulce, aguas termales, piscinas ácidas y saladas) en distintos momentos de su historia.