Las infecciones representan un importante riesgo de mortalidad en los animales. Esto ha llevado a una serie de cambios inducidos por patógenos en las interacciones sociales, como el distanciamiento, las señales de enfermedad y la atención médica.
En las lesiones, la principal barrera contra las infecciones (la cutícula o la epidermis) está dañada y, por lo tanto, proporciona un punto de entrada fácil para infecciones potencialmente mortales. Recientemente, se ha demostrado que varios mamíferos lamen las heridas para aplicar saliva antiséptica . Sin embargo, la eficacia de estos comportamientos sigue siendo en gran medida desconocida y ocurren independientemente del estado de la herida.
Ahora, una nueva investigación llevada adelante por científicos de Julius-Maximilians-Universität (JMU) de Würzburg y el la Universidad de Lausana que acaba de publicarse en la revista Nature Communications, da cuenta de un hallazgo sorprendente en este sentido. Las hormigas matabele (Megaponera analis), que se encuentran muy extendidas al sur del Sahara, tienen una dieta limitada: solo comen termitas. Estas hormigas han desarrollado un sofisticado sistema sanitario: pueden distinguir entre heridas infectadas y no, a fin de tratar estas últimas de forma eficaz con antibióticos que ellas mismas producen.
Sus expediciones de caza son peligrosas porque el grupo de termitas destinadas a defender a sus congéneres utilizan sus poderosas mandíbulas para hacerlo. Por tanto, es común que las hormigas resulten heridas mientras cazan. Si las heridas se infectan, existe un riesgo importante sobre su vida.
“A excepción de los humanos, no conozco ningún otro ser vivo que pueda realizar tratamientos médicos tan sofisticados para heridas”, afirmó Erik Frank en un comunicado de prensa emitido por la Universidad de Wurzburgo. Mientras que Laurent Keller aseguró que estos hallazgos “tienen implicaciones médicas porque el principal patógeno de las heridas de las hormigas, Pseudomonas aeruginosa , es también una de las principales causas de infección en humanos, y varias cepas son resistentes a los antibióticos”.
Las hormigas doctor
Los análisis químicos han demostrado que el perfil de hidrocarburos de la cutícula de la hormiga cambia debido a una infección de la herida. Precisamente esta modificación es lo que permite que entre ellas pueden reconocer y, por tanto, diagnosticar el estado de infección de sus compañeros de nido heridos.
Para el tratamiento, luego aplican compuestos y proteínas antimicrobianos a las heridas infectadas. Toman estos antibióticos de la glándula metapleural, que se encuentra en el costado del tórax. Su secreción contiene 112 componentes, la mitad de los cuales tienen un efecto antimicrobiano o cicatrizante.
La terapia es muy eficaz: la tasa de mortalidad de los individuos infectados se reduce en un 90 por ciento, como descubrió el grupo de investigación. Los científicos tienen previsto realizar un análisis de antibióticos para hormigas. A excepción de los humanos, no se conoce ningún otro ser vivo que pueda realizar tratamientos médicos tan sofisticados.
Los científicos ahora quieren explorar los comportamientos de cuidado de heridas en otras especies de hormigas y otros animales sociales. También desean identificar y analizar los antibióticos utilizados por las hormigas matabele en colaboración con grupos de investigación química. Esto puede conducir al descubrimiento de nuevos antibióticos que también podrían usarse en humanos.
Hace unos años, la investigación del equipo sobre las hormigas africanas que cuidan a sus compañeras de nido heridas despertó el interés de una productora cinematográfica. Netflix encargó a la compañía encontrar historias emocionantes para el documental de ocho capítulos “Life on Our Planet”, que se centra en la evolución de la vida durante los últimos 500 millones de años.
*Erick Frank lideró, es el primer autor y autor correspondiente de la investigación, es especialista del Departamento de Ecología y Evolución Biophore de la Universidad de Lausana, Suiza; y forma parte del Departamento de Ecología Animal y Biología Tropical, Biocenter, Universidad de Würzburg, Alemania (Julius-Maximilians-Universität (JMU))
*Laurent Keller lideró, es coautor y autor correspondiente de la investigación, es especialista del Departamento de Ecología y Evolución, Biophore, Universidad de Lausana, Suiza.
*La información contenida en este artículo periodístico se desprende de la investigación denominada “Tratamiento selectivo de compañeros de nido heridos con compuestos antimicrobianos en una sociedad de hormigas”, cuyas conclusiones se publicaron en la revista Nature Communications. Forman parte del equipo de científicos: Erik. T. Frank, Lucie Kesner, Joanito Liberti, Quentin Helleu, Adria C. LeBoeuf, Andrei Dascalu, Douglas B. Sponsler, Fumika Azuma, Evan P. Economo, Patrice Waridel, Philipp Engel, Thomas Schmitt y Laurent Keller. . Además, se contó con declaraciones divulgadas en un comunicado de prensa emitido por la Universidad de Wurzburgo.