Descubrimientos, despegues y viajes a otros mundos: los 10 eventos espaciales de 2023

Cierra el año 2023 plagado de eventos espaciales que nos llevaron a otros mundos, exploramos distantes planetas en nuestro Sistema Solar y exoplanetas de otros sistemas estelares, apreciamos el extraordinario despegue doble del cohete más poderoso del mundo y nos maravillamos con observaciones de la mano de los super telescopios espaciales que nunca dejan de asombrarnos.

También volvimos a vivir una nueva carrera espacial por la conquista de la Luna, pero ahora con otros actores que no son superpotencias y varias misiones en el planeta Marte.

En este intenso y apasionante año, la tecnología espacial se ha ampliado, expandido a límites insospechados, dejando las bases de más exploración y aventuras fuera de la Tierra en los próximos años.

Desde misiones espaciales a planetas, lunas y asteroides, hasta extraños sistemas solares descubiertos, pasando por estructuras cósmicas inexplicables y una industria de turismo espacial que no se detiene, Infobae resume las noticias y hechos más impactantes del año en el ámbito espacial.

El Telescopio Espacial James Webb (JWST) lanzado el 21 de diciembre de 2021 y puesto a punto en 2022 a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, logró completar este 2023 un año operativo, con imágenes detalladas sin precedentes y una capacidad asombrosa para observar el cosmos.

Los expertos afirman que este super telescopio está redefiniendo nuestra comprensión del espacio y abriendo nuevas vías para el descubrimiento astronómico.

Entre sus descubrimientos y observaciones más importantes se encuentran: una observación única del planeta Urano, la existencia de nuevos cuerpos espaciales llamados Jumbos, la existencia de carbono debajo de la superficie helada de Europa, la luna de Júpiter, capturó la imagen de la galaxia más antigua jamás observada y detectó el agujero negro CEERS 1019 supermasivo activo más distante.

El descubrimiento de un sistema solar único desafía nuestras comprensiones actuales sobre la formación de sistemas planetarios abre nuevas ideas para entender cómo se forman los sistemas planetarios en otras galaxias.

Se trata de la brillante estrella HD110067 que alberga seis planetas en tránsito que siguen una cadena de órbitas resonantes. Los seis mundos descubiertos tienen radios que varían entre 1.94 y 2.85 veces el de la Tierra y por ellos son llamados subneptunos y guardan esa resonancia siguiendo un ritmo preciso y trazando un patrón único para cada pareja, lo que representa un caso excepcional. Esta órbita sincronizada (en resonancia), es una forma muy poco frecuente de movimiento, lo que indica que este sistema mantiene la misma configuración que cuando se formó hace miles de millones de años.

“En el 99 % de los casos los planetas se redistribuyen en órbitas un poco aleatorias, perdiendo la resonancia”, explicó Enric Pallé, del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y firmante del estudio científico. Las órbitas se estima que oscilan entre unos nueve días para el planeta más interior y unos 54 días para el más exterior, y los seis exoplanetas son subneptunos, es decir, sus radios están comprendidos entre el de la Tierra y el de Neptuno.

El equipo internacional ha usado para caracterizar el sistema de la estrella HD110067 observaciones, entre otros, del satélite CHEOPS, de la Agencia Espacial Europea; el Tess de la NASA; el espectrógrafo CARMENES en Calar Alto (Almería, España) y el HARPS-N del Roque de los Muchachos (La Palma, España).

En una misión espacial caracterizada como un hito histórico, a NASA ha logrado recuperar muestras del asteroide Bennu, situado a millones de kilómetros de la Tierra, en una aventura que llevó 7 años.

Este logro no solo representa un avance tecnológico significativo, sino que también proporcionará información valiosa sobre la composición de los asteroides y los orígenes de nuestro Sistema Solar, a unos 4500 millones de años.

Las muestras de polvo y roca de Bennu recogidas en la misión espacial OSIRIS-REx (Origins, Spectral Interpretation, Resource Identification and Security – Regolith Explorer) de la NASA, contienen evidencia de un alto contenido de carbono y agua, que en conjunto podrían indicar que los componentes básicos de la vida en la Tierra, fue la conclusión de los científicos de la NASA al mundo al comunicar sus hallazgos después de los primeros análisis realizados a las muestras del asteroide Bennu.

“El análisis inicial de la muestra nos revela abundante agua en forma de minerales arcillosos hidratados que contienen carbono”, precisó Dante Lauretta, investigador principal de OSIRIS-Rex, quien destacó que este descubrimiento no tiene precedentes.

“Parte de las muestras de Osiris-Rex se conservarán sin tocar, para que los científicos que aún no han nacido tengan la oportunidad de responder preguntas sobre nuestro universo con estas muestras utilizando tecnología que ni siquiera hoy ha sido inventada”, explicó el experto.

Después de Estados Unidos, Rusia y China, la nación india hizo historia y posó una nave espacial. A diferencia de estos países, la nave Chandrayaan-3 descendió en el polo sur de nuestro satélite natural, un lugar con abundante agua subterránea.

Lanzada el 14 de julio último, la misión vivía una especie de carrera espacial moderna contra la misión rusa Luna-25, que despegó el pasado 11 de agosto, y también buscaba alunizar y ser la primera en alcanzar el polo sur de la Luna. Pero el accidente que sufrió la nave rusa despejó el camino para que India hiciera historia con Chandrayaan-3.

El aterrizaje suave y de manual del módulo de aterrizaje, tras un intento fallido en 2019, desató el júbilo y la celebración generalizados en el país más poblado del mundo. Los medios de comunicación aclamaron el histórico aterrizaje como la mayor hazaña científica de la India.

El módulo de aterrizaje Vikram superó los objetivos de su misión ya que una vez en la Luna, encendió los motores, se elevó unos 40 cm como se esperaba y aterrizó de forma segura a una distancia de 30 a 40 cm, informó la Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO). Y en otro hito, el pequeño rover Pragyan que llevaba, recorrió el suelo lunar para tomar imágenes, y detectar la presencia de azufre.

Los datos recabados por el robot Zhurong, que lleva desde 2021 explorando el planeta vecino, permitieron a científicos chinos afirmar haber hallado evidencias de la existencia de agua líquida en la superficie de Marte millones de años atrás, según describieron en un estudio publicado este año por la revista Science.

El hallazgo en el planeta rojo se dio luego de una profunda recopilación de datos por parte de la Administración Espacial China (CNSA), que informó que las pruebas de agua en Marte podrían haber estado extendidas en todo su territorio en el pasado. Los expertos aseguran que la sonda Zhurong pudo detectar costras, grietas, granulaciones y otras marcas creadas por el agua en la superficie marciana.

Los análisis realizados por los investigadores chinos indican que en las dunas de Marte abundan minerales que contienen agua, como sulfatos hidratados, piedras proteicas y óxidos de hierro hidratados.

En junio, la NASA comenzó la misión Mars Dune Alpha. Pero no se trató de una misión en el espacio. Se trató de una misión en la Tierra que simula con cuatro personas cómo será vivir un año en Marte. En sí, el experimento busca entender los desafíos que los astronautas podrían enfrentar en una estancia real en el planeta rojo.

Ubicado en el Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston, Texas, Mars Dune Alpha es una casa común a simple vista, con cuatro dormitorios, sala de estar y gimnasio. Sin embargo, el suelo de tierra roja en el patio trasero revela su verdadero propósito: replicar las condiciones de vida en Marte.

El hábitat de 160 metros cuadrados es una vivienda construida con una impresora 3D, donde ya vive el equipo de voluntarios está liderado por la comandante Kelly Haston, una científica e investigadora que estudia enfermedades humanas, quien es acompañada por el ingeniero de vuelo Ross Brockwell, el oficial médico Nathan Jones y la oficial científica Alyssa Shannon, una enfermera de práctica avanzada. Mientras que, “como tripulantes de respaldo” se encuentran el ingeniero aeroespacial y de defensa Trevor Clark y la microbióloga de la Marina de los EEUU, Anca Selariu.

El hábitat incluye una granja vertical para el cultivo de vegetales, una sala dedicada a procedimientos médicos, dos baños, una zona de relajación y varias estaciones de trabajo.

Además, cuenta con una puerta que conduce a un área de simulación del entorno marciano, equipada con una estación meteorológica, un pequeño invernadero y una cinta para correr, donde los voluntarios caminarán suspendidos por correas.

Durante su estancia, los voluntarios estarán sometidos a estrés regularmente, enfrentando restricciones de agua y fallas en el equipo, entre otros desafíos. Estas condiciones están diseñadas para imitar las dificultades que los astronautas podrían enfrentar en una misión real a Marte, proporcionando a la NASA datos valiosos sobre cómo los humanos pueden manejar tales desafíos.

Este año marcó definitivamente el comienzo de la aventura espacial a la Luna y Marte, con el lanzamiento del más grande cohete jamás construido: el Starship.

La nave Starship de la compañía espacial SpaceX voló dos veces este año. En el primer despegue, el vuelo duró solo 4 minutos, antes de explotar en el aire. Pero su segundo intento a medidados de noviembre logró cruzar la frontera del espacio, tras un correcto lanzamiento. Pero tras la separación del propulsor Super Heavy, ambas etapas terminaran explotando con diferencia de pocos minutos.

“Los 33 motores Raptor del Super Heavy Booster arrancaron con éxito y, por primera vez, completaron un encendido de duración completa durante el ascenso”, escribió SpaceX en una actualización reciente de la misión. Luego, la separación de etapas de Starship se produjo a tiempo: aproximadamente 2 minutos y 41 segundos después del despegue, el propulsor Super Heavy apagó casi todos sus motores, salvo tres, cuando superó los 70 km de altitud y la nave encendió sus seis motores para separarse del mismo.

Pero inmediatamente, el impulsor Super Heavy que debía amerizar en el Golfo de México sufrió una explosión. Y 6 minutos después de eso, la nave principal Starship también explotó al alcanzar el espacio.

SpaceX esperaba realizar un aterrizaje suave del Super Heavy en el Golfo de México para probar los procesos de reentrada y aterrizaje, cosa que no sucedió tras la pérdida del cohete.

Aunque muchos tildan de fracaso estos últimos hechos, muchos otros afirman que no lo fueron. La serie Apolo necesitó 11 cohetes antes de llegar a la Luna. Y Starship solo lleva dos lanzamientos. Además, el ritmo de lanzamientos se incrementará en este 2024, ya que SpaceX espera realizar un tercer lanzamiento en enero o febrero próximo.

La NASA lanzó con éxito el 13 de octubre una nave espacial para explorar el asteroide Psyche. La misión Psyche busca estudiar un asteroide metálico llamado del mismo nombre y es uno de los objetos más intrigantes del cinturón de asteroides, ya que su composición es rica en metales. Se cree que, además de hierro y níquel, el asteroide también podría contener diamantes, platino y oro.

“Hemos visto otros meteoritos que son mayoritariamente metálicos, pero lo que hace único a Psyche es que puede que esté hecho totalmente de hierro y níquel y otros metales”, afirmó Tracy Becker, científica planetaria del Southwest Research Institute en Texas, Estados Unidos.

Algunas estimaciones indican que el valor económico total de todos los metales de Psyche podría superar los US$10.000 cuatrillones. Teniendo en cuenta que el valor de la economía global en 2019 era de US$142 billones de acuerdo al portal de datos alemán Statista, podría decirse que los minerales de Psyche valen unas 70.000 veces más que la toda la economía de nuestro planeta.

El asteroide, que orbita el Sol entre Marte y Júpiter a una distancia que oscila entre 235 millones y 309 millones de millas (378 millones a 497 millones de kilómetros) del Sol, sería el núcleo de un planeta o luna sin corteza. La nave llegará en 2029 para observarlo de cerca y determinar su enigmática composición.

En un sorprendente hallazgo científico en dos estudios publicados en la revista Nature un grupo de investigadores internacionales postularon que el tamaño y composición del núcleo de Marte es más similar al de la Tierra y no tan denso como se pensaba anteriormente.

A partir del análisis del registro sísmico de la misión InSight de la NASA, el equipo liderado por el geofísico suizo Amir Khan, de la ETH Zurich, así como el de Henri Samuel, de la Université Paris Cité, evaluaron de manera independiente los datos de InSight, y llegaron a la conclusión de que Marte alberga un océano de magma profundo oculto bajo su manto sólido.

Con estos datos, se pudo saber que el radio del núcleo de Marte, que ahora es considerado más cercano a los 1.600 kilómetros, en lugar de los 1.830 kilómetros sugeridos inicialmente. Esta modificación implica que el núcleo marciano estaría compuesto por una mayor cantidad de elementos densos, principalmente hierro, y con menos elementos ligeros, como azufre, carbono, oxígeno e hidrógeno, dando una explicación más coherente a la formación de este planeta.

Un increíble trabajo en Marte tuvo como protagonistas a dos robots de la NASA. El mismo fue protagonizado por Perseverance, el más avanzado rover que ha llegado a Marte el 21 de febrero de 2021 y el helicóptero Ingenuity, que llegó al planeta en el vientre del vehículo todoterreno de seis ruedas y que meses después de llegar ya había levantado vuelo para darle otra dimensión a la exploración espacial marciana.

Y ese gran trabajo hecho en conjunto finalizó con el hallazgo de la roca marciana más antigua del planeta rojo registrada hasta ahora por el ser humano.

El helicóptero Ingenuity por casualidad, aterrizó en un lugar especial sobre unas rocas muy interesantes que aún la NASA no había investigado. Entonces, decidieron ir con el rover Perseverance a investigar la sección llamada Dream Lake por las imágenes que habían adquirido desde el aire.

Cuando llegó el rover al lugar puntual con sus herramientas de perforación, comenzó a taladrar la roca.

“Hicimos nuestra abrasión en la superficie. Básicamente raspamos la parte superior de la roca y vimos estos grandes granos verdes y vidriosos que eran algo que realmente no habíamos visto antes en estas rocas sedimentarias. Comparar rocas de diferentes edades es importante porque Marte, al igual que la Tierra, tenía entornos que evolucionaron y cambiaron a través del tiempo”, precisó el operador de sistemas Perseverance, Steven Sholes.