(Desde COP28, Dubai).- La Argentina, bajo la presidencia de Javier Milei, seguirá siendo parte del Acuerdo de París sobre el cambio climático. Así lo confirmó a la prensa la nueva titular de la diplomacia climática del país, pese a declaraciones previas del flamante mandatario Javier Milei, que este domingo la presidencia.
“Vine a traer tranquilidad a las Naciones Unidas y a otros países que Argentina va a seguir comprometida con el Acuerdo de París y va a cumplir sus obligaciones climáticas”, dijo Marcia Levaggi quien aseguró que cuenta con todo el apoyo del nuevo gobierno, que la envió como jefa de la delegación argentina en las conversaciones sobre el clima de la COP28 de las Naciones Unidas que se están celebrando en Dubai, hasta pasado mañana.
“Milei es liberal, es libertario y cree en las fuerzas del mercado. Y el mercado exige incluir medidas para abordar el cambio climático”, agregó en declaraciones a la prensa presente en esta cumbre.
Hace casi siete años, 197 países se pusieron de acuerdo en París para intentar frenar el aumento promedio global de la temperatura en 1.5ºC. Es decir, intentar detener el calentamiento global para que el planeta Tierra siga siendo habitable.
Aquel compromiso incluyó objetivos voluntarios que cada uno de los países presentó ante las Naciones Unidas para intentar conseguirlo. Esos escenarios que implican cambios en las matrices de consumo y producción de los estados se llaman Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC, por sus siglas en inglés).
Levaggi fue embajadora de Argentina en Senegal y ahora ocupa la secretaría de Política Exterior de la Cancillería. Llegó aquí como jefa de la delegación de Argentina en la COP28, en reemplazo de Cecilia Nicolini, ex secretaria de Cambio Climático. La nueva funcionaria tiene una larga trayectoria en temas ambientales. Durante el gobierno de Mauricio Macri, fue la directora de Asuntos Ambientales de la Cancillería.
La delegación argentina ya había sufrido un cambio en la delegación en medio de una cumbre de cambio climático en 2015, cuando se llegó al Acuerdo de París. En aquel momento el recambio se produjo entre los equipos de los ex presidentes Cristina Kirchner y Mauricio Macri.
La postura de Milei sobre la crisis climática ya había sido planteada en esta cumbre. La semana pasada, durante el segmento de alto nivel, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, dijo de Milei: “Espero que se sume a las cuestiones climáticas, porque verá que esto también es bueno para su país”.
Susana Muhamad, ministra de Ambiente de Colombia, también declaró estar preocupada por la postura de ahora presidente argentino, el cual viene “atado a una tendencia autoritaria”.
Y, a pesar de contar con el apoyo de la Embajada de los Estados Unidos en la Argentina, el embajador Marc Stanley, fue muy claro cuando felicitó a Milei por su triunfo en segunda vuelta: “Esperamos trabajar juntos en las prioridades compartidas que benefician a la gente de nuestros dos países, incluyendo la protección de los derechos humanos y la democracia, la lucha contra el cambio climático, la mejora del clima de inversiones y la inversión en la clase media”.
Las cumbres de cambio climático ya lidiaron con presidentes negacionistas: primero fue Donald Trump, ex presidente estadounidense, quien en 2017, anunció que dejaría el Acuerdo de París y Jair Bolsonaro, ex presidente de Brasil. Bolsonaro no se retiró del acuerdo, aunque sus políticas económicas y productivas favorecieron la deforestación de su país durante los cuatro años que duró su mandato.
Mientras que la decisión de Trump no impidió que ciudades y estados de los Estados Unidos continuaran sin problemas con la acción climática a la que se habían comprometido.
Retirarse del Acuerdo de París no es tan sencillo. Las reglas estipulan que un país debe esperar un año completo para retirarse después de notificarle a la ONU su intención de hacerlo. Así, Trump recién logró retirar a los Estados Unidos en 2020 y se convirtió en el primer país en abandonar el tratado.
Sin embargo, la nueva administración encabezada por Joe Biden volvió a insertar el país en el acuerdo. Y, el efecto dominó de que se retiraran muchos países que la comunidad internacional temía, no ocurrió.
En Argentina el acuerdo fue ratificado por el Congreso y tiene rango constitucional. Es decir que si existiera una decisión del gobierno debería ser aprobada por el Congreso con mayoría especial, algo que tras las declaraciones de la funcionaria, por ahora, quedaría descartado.