Los secretos de Starship, el supercohete que está cambiando la historia espacial

No cabe dudas que SpaceX ha revolucionado el mercado espacial. El poderoso cohete Starship de Space X, la nave más grande del mundo, fue lanzado en la mañana de este sábado, que haya explotado en esta segunda prueba es lo de menos, porque esta misión fue un éxito rotundo.

Durante los últimos 10 años, Space X no solo introdujo y perfeccionó al cohete más utilizado del mundo, el Falcon 9, sino que, además, demostró que la reusabilidad, considerada casi como el Santo Grial de la industria, es posible.

El Falcon 9 es hoy por hoy el amplio dominador del mercado de lanzadores, tal es así que durante este 2023 planea llegar 100 lanzamientos, con un promedio de una misión cada 4,5 días, cifras absolutamente impensadas hasta hace solo unos años. Pero hay otro detalle crucial, no solo los lanza, sino que los aterriza y los vuelve a lanzar. SpaceX ya tiene una flota de cohetes Falcon 9 y algunos de ellos ya alcanzan los 18 lanzamientos y aterrizajes.

SpaceX es la empresa que más masa pone en órbita en el mundo, y por varios cuerpos de diferencia, teniendo en cuenta sus misiones comerciales para clientes, más su propia constelación Starlink para dar servicio de Internet en todo mundo, sumado a misiones tripuladas y de carga a la Estación Espacial (es hoy el principal socio de la NASA), y el Falcon Heavy.

Pero a pesar de todos estos logros, el trabajo para alcanzar su principal objetivo y misión como compañía recién comienza y dio otro gran paso esta mañana desde Boca Chica, Texas, con el lanzamiento del segundo vuelo de prueba del nuevo e impresionante vehículo de SpaceX.

El cohete de dos etapas despegó desde el sitio de lanzamiento Starbase de la compañía propiedad de Elon Musk, ayudando a impulsar la nave espacial Starship hasta 90 millas (148 km) sobre el suelo en una misión de prueba planificada de 90 minutos al espacio y atrás. Pero el propulsor de la primera etapa Super Heavy del cohete, aunque logró una maniobra crucial para separarse de su etapa central Starship, explotó sobre el Golfo de México poco después de desprenderse, según mostró un webcast de SpaceX.

SpaceX en una publicación en la plataforma de redes sociales X dijo que “el éxito proviene de lo que aprendemos”, y agregó que los motores de la etapa central de Starship “se dispararon durante varios minutos en su camino al espacio”.

El CEO de SpaceX, Elon Musk, postula así su objetivo: “Revolucionar la tecnología espacial, teniendo como última meta lograr que la gente pueda vivir en otros planetas”. Y esto es algo que podría comenzar a concretar gracias a Starship, su nuevo cohete, que es su nuevo sistema de transporte.

La idea no es solo demostrar que un cohete puede ser 100% reutilizable, sino lograrlo en un vehículo que permita cambiar radicalmente la forma en que los seres humanos accedemos, exploramos, trabajamos y vivimos en el espacio.

“La industria espacial tiene que ser como la industria de la aviación”, repite una y otra vez Musk, si no logramos que un cohete vuele mucha veces, no podremos reducir el costo de acceso al espacio”.

Si queremos tener la chance de poder mover industrias enteras a la órbita baja de la Tierra, desarrollar economías y establecer asentamientos humanos en otros lugares del Sistema Solar, se hace imprescindible, ademas de la reusabilidad, la capacidad de carga, y definitivamente el nuevo cohete de SpaceX abrirá las puerta a algo totalmente desconocido hasta ahora.

El concepto del sistema Starship lleva ya varios años de desarrollo, cambios de nombre y de diseño, pero comenzó a concretarse en el 2019 cuando Musk presentó al mundo, desde Boca Chica, Texas, la primera versión de la nave que hoy llamamos Starship, la MK1.

Desde el 2018 SpaceX sentó sus bases en el sur de Texas para impulsar este proyecto específico, realizando todo tipo de pruebas a cielo abierto y hasta construyendo su propia ciudad, llamada “Starbase”, con el único objetivo de utilizarla como centro de producción y posteriores lanzamientos de Starship.

Luego de varios años de prueba, explosiones, aprendizaje, cambió de diseños (iteraciones), más pruebas, y más explosiones, finalmente SpaceX tiene un prototipo con el que finalmente llegó a realizar un primer lanzamiento integral de prueba el pasado 20 de abril. Aunque el vuelo fue un éxito porque logró objetivos importantes, también se encontró con grandes dificultades durante su lanzamiento ya que dañó casi toda la base de la plataforma de lanzamiento.

Nunca en la historia del programa espacial, sin importar el país, vivimos el diseño y desarrollo de un cohete de este tamaño en tan poco tiempo y utilizando tan poco presupuesto. Estimaciones hablan de cientos de millones de dólares, cuando estamos acostumbrados a manejarnos en miles de millones para proyectos que, a veces, tardan décadas en concretarse.

El Sistema se compone de una primera etapa llamada “Super Heavy” o Super Pesado, y una segunda etapa, la nave espacial per se, llamada “Ship”, o simplemente Starship. Es ni más ni menos que el sistema de transporte que SpaceX planea utilizar para llevar humanos a Marte y transformar a la raza humana en una especia multi-planetaria.

Una característica fundamental que hace a Starship única es que la segunda etapa, o sea la nave propiamente dicha, se recupera íntegramente, ya que el objetivo es que regrese a la Tierra. Esto lo hace al reingresar en la atmósfera, para luego aterrizar de manera vertical a través del uso de sus motores, no sin antes realizar una osada maniobra a pocos cientos de metros del suelo, en donde la nave pasa de su posición horizontal de caída libre, a vertical para poder tocar tierra.

Para poder lanzar Starship, SpaceX tuvo además que diseñar un nuevo motor, llamado Raptor, que funciona a base Metano en estado líquido, más oxígeno líquido como oxidante (metalox), una combinación que marca una tendencia en una nueva generación de lanzadores, más económico y más fácil de manejar a bajas temperaturas.

- Mide 120 metros de altura, contando al booster Super Heavy, más la nave (70 metros la primera etapa más 50 metros de la segunda)

- Tiene 9 metros de diámetro

- Cuenta con 33 motores Raptor en la base del Super Heavy y 6 en la Nave

- Posee 7.600 toneladas de empuje

Capacidad de carga:

- 150 toneladas hacia la órbita baja de la Tierra, la Luna o Marte

- 250 toneladas en su versión desechable o no reutilizable.

Es sin dudas el cohete más grande y poderoso jamás construido. Los números en términos de carga útil que Starship puede transportar a la órbita de la Tierra, la Luna o Marte muestran un antes y un después en la historia de la exploración espacial.

El que por ahora ostenta ese récord es el SLS (Space Launch System) de la NASA, que hiciera su vuelo inaugural hace exactamente un año, enviando a la cápsula Orion hacia la Luna. El SLS tiene 98 metros de altura y la capacidad de producir un empuje de 4.000 toneladas.

Starship llamó además la atención de la NASA, que mediante un contrato de 2,8 mil millones de dólares ha seleccionado a la nueva nave de SpaceX para que sirva de módulo lunar en las próximas misiones Artemis III y Artemis IV, o sea que los próximos astronautas que vuelvan a poner un pie en la Luna luego de más de 50 años lo harán en una versión modificada de Starship.

Otra potencial ventaja es que está construido en una aleación especial de acero inoxidable, un material abundante, barato y con la capacidad de tolerar muy bien altas y bajas temperaturas, evitando costosas capas de aislamiento utilizado por la gran mayoría de los cohetes de hoy en día.

Starship es un verdadero monstruo, pero diseñado y construido con la mayor de las simplezas para lograr un solo objetivo: reducir al mínimo posible el costo de kilogramo lanzado al espacio, y con ello abrir las puerta para poder convertirnos en una especie multi-planetaria.

Una simple analogía que podría ayudarnos a poner las cosas en contexto con respecto al imponente tamaño de Starship es que con un solo lanzamiento y dejando una de estas naves en la órbita baja de la Tierra, tendríamos más volumen habitable que la Estación Espacial Internacional, algo que la NASA y sus socios internacionales tardaron 20 años en armar.

Starship es el inicio de una nueva etapa que promete, sin dudas, cambiarlo todo.