La FDA propone prohibir un aditivo alimentario por su riesgo para la salud

La agencia regulatoria evalúa la evidencia científica reciente sobre el aceite vegetal bromado (BVO) que se usa en algunos refrescos. Como antecedente, California lo prohibió y promulgó una ley que otorga tiempo hasta 2027 a los fabricantes para cambiar las fórmulas de los productos

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En California se ha prohibido recientemente el uso del aditibo BVO, al igual que en Europa y Japón. (Freepik)
En California se ha prohibido recientemente el uso del aditibo BVO, al igual que en Europa y Japón. (Freepik)

La Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA, por sus siglas en inglés) evalúa la prohibición del aceite vegetal bromado (BVO), un aditivo alimentario recientemente declarado ilegal en California por sus posibles riesgos para la salud, principalmente por sus potenciales daños en la tiroides, según la evidencia científica revisada por expertos de las entidades gubernamentales.

El BVO, introducido en la década de 1920, se incluye en refrescos y bebidas deportivas para mantener el sabor cítrico homogéneo en el producto. Aunque grandes fabricantes de bebidas ya anunciaron su renuncia a este aditivo, la FDA plantea dar el siguiente paso regulatorio para su prohibición.

Según el comunicado de la agencia regulatoria de EEUU titulado “La FDA propone prohibir un aditivo alimentario y continuar evaluando otras sustancias químicas”, se está monitoreando “la evidencia emergente” y la agencia realiza investigaciones científicas “para averiguar cuestiones relacionadas con la seguridad y toma medidas regulatorias cuando la ciencia no respalda el uso seguro continuo de aditivos en los alimentos”.

El BVO fue eliminado de la lista de sustancias reconocidas como seguras de la FDA a finales de los años 60. Aunque no fue prohibido, se limitó su uso en bebidas a 15 partes por millón.

“Con el paso de los años, muchos fabricantes de bebidas reformularon sus productos para sustituir el BVO por un ingrediente alternativo y, en la actualidad, pocas bebidas en los Estados Unidos contienen BVO”, remarca la FDA.

La FDA limitó el uso de BVO desde la década de 1960. (FDA)
La FDA limitó el uso de BVO desde la década de 1960. (FDA)

Evidencia antigua y reciente

Las inquietudes sobre su efecto en el corazón surgieron en 1970 pero fueron “resueltas”, según la FDA en aquella época. Luego, un estudio de 1976 sobre el consumo de aceites bromados de sésamo y soja por parte de cerdos reveló daños en sus corazones, hígados, riñones y testículos. Décadas después, entre 2016 y 2020, la FDA desarrolló nuevos métodos de detección de BVO en refrescos y de grasa en los aceites vegetales.

Un estudio de 2022, realizado con apoyo de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) ha descubierto daños en la tiroides de ratas por efecto del BVO. Según las conclusiones del documento, publicado en la revista científica Food and Chemical Toxicology, los resultados “amplían informes anteriores que indican que la tiroides es un órgano diana de toxicidad tras la exposición dietética a BVO en ratas, y proporciona por primera vez evidencia de que, en dosis altas, la exposición a este aditivo alimentario produce una perturbación del eje hipotalámico-pituitario-tiroideo”.

Esta investigación en particular ha impulsado la propuesta de la FDA de prohibición de esta sustancia química.

Los expertos de la FDA evalúan si los daños de BVO en la tiroides de ratas  pueden producirse también en humanos  (Hospital La Luz)
Los expertos de la FDA evalúan si los daños de BVO en la tiroides de ratas pueden producirse también en humanos (Hospital La Luz)

Riesgos conocidos por décadas

Para plantear su propuesta, la FDA utilizó como referencia el caso de California, cuya prohibición de este ingrediente entrará en vigor en 2027. Asimismo, señaló que “revisa y reevalúa continuamente la seguridad de una variedad de sustancias químicas en los alimentos”.

El BVO ya ha sido prohibido en bebidas de Europa y Japón.

Algunas organizaciones se regocijaron con la noticia. Brian Ronholm, director de política alimentaria de Consumer Reports, alentó la decisión en un comunicado de prensa: “No se deben permitir en nuestros alimentos aditivos tóxicos como el BVO, que se ha demostrado que plantean riesgos tóxicos para la tiroides y otros problemas de salud crónicos”.

Por su parte, Scott Faber, vicepresidente senior de asuntos gubernamentales del Grupo de Trabajo Ambiental, dijo en otra nota de prensa que la FDA ha sabido durante décadas de los perjuicios potenciales del BVO.

“Mientras esperamos una acción federal sobre este tóxico químico, los estados, como California, y algunas importantes compañías de bebidas han dado un paso al frente para eliminar el BVO de sus productos y sacarlo de los estantes de las tiendas de comestibles”, agregó.

El Centro para la Ciencia en el Interés Público describió la acción de la FDA como una “gran victoria” en una publicación en la red social X. La organización destacó la necesidad de eliminar el BVO de los productos alimentarios y reconoció el progreso de la agencia estadounidense para alcanzar la seguridad en este aspecto.

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