De América Latina a Asia: quién es la científica que rastrea en lagos y playas la contaminación por plásticos

Es la argentina María Belén Alfonso. Se calcula que la cantidad de microplásticos que flotan en los océanos equivale a cien veces el número de estrellas de la Vía Láctea. Cómo la bióloga investiga al tomar muestras del zooplancton

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Los productos de plástico que se usan en cigarrillos, cosméticos, alimentos, entre otros, pasan a descartarse. Al dispersarse en los ambientes, se fragmentan y forman microplásticos, que pueden alterar hasta microorganismos tan pequeños como el zooplancton (Getty Images)
Los productos de plástico que se usan en cigarrillos, cosméticos, alimentos, entre otros, pasan a descartarse. Al dispersarse en los ambientes, se fragmentan y forman microplásticos, que pueden alterar hasta microorganismos tan pequeños como el zooplancton (Getty Images)

Son animales microscópicos que, al parecer, están muy lejos de la casa de cualquier ser humano. No despiertan la admiración de las ballenas, ni la simpatía del koala. Son el “zooplancton”, como krill, caracoles , gusanos, entre otras, viven en lagos, lagunas, ríos y mares y son también víctimas de la contaminación por plásticos que ha generado la humanidad.

El zooplanton está formado por diferentes especies, que son eslabones importantes en la cadena de alimentación que incluye desde los peces hasta las personas. Puede ser un buen indicador de los microplásticos que llegan a las aguas como desechos de cigarrillos de tabaco, ropa y cosméticos, entre muchos otros productos.

La científica argentina María Belén Alfonso monitorea la presencia de microplásticos en los ambientes acuáticos. Fue becaria del Conicet y ahora investiga en Tailandia 
(Gentileza María Belén Alfonso)
La científica argentina María Belén Alfonso monitorea la presencia de microplásticos en los ambientes acuáticos. Fue becaria del Conicet y ahora investiga en Tailandia (Gentileza María Belén Alfonso)

Así lo postuló en un reciente estudio en la revista Science of the Total Environment la bióloga María Belén Alfonso, que se ha convertido en una referente mundial en el monitoreo de la contaminación por microplásticos al investigar desde los ecosistemas de América Latina hasta los de Asia.

La experta está a favor del tratado mundial que ya se está negociando en el marco de Naciones Unidas para empezar a enfrentar el problema.

“Cuando los residuos plásticos se desechan erróneamente en el ambiente, se degradan y se fragmentan. Se forman microplásticos, que son partículas menores a 5 milímetros de diámetro”, explicó Alfonso desde Bangkok, la capital de Tailandia -donde está viviendo ahora- en una entrevista con Infobae.

Uno de los tipos de zooplancton más comunes y fáciles de reconocer, y se encuentran en casi todos los océanos, mares y hábitats de agua dulce, incluso en cavernas subterráneas/NASA
Uno de los tipos de zooplancton más comunes y fáciles de reconocer, y se encuentran en casi todos los océanos, mares y hábitats de agua dulce, incluso en cavernas subterráneas/NASA

Se calcula que más de 24,4 mil millones de trozos de microplásticos flotan en los océanos. Una cifra que equivale a cien veces el número de estrellas de la Vía Láctea.

La bióloga nació en Florencio Varela, en el Conurbano, pero pasó gran parte de su infancia en Carhue, al suroeste de la provincia de Buenos Aires, lleva adelante diferentes estudios para encontrar evidencias que permitan saber cuáles son los niveles de presencia de las sustancias como ya existen para otros contaminantes.

La investigadora Alfonso estuvo en Si Chang Island, Tailandia, para obtener muestras de zooplancton. Analiza la ingesta de microplásticos
(Gentileza María Belén Alfonso)
La investigadora Alfonso estuvo en Si Chang Island, Tailandia, para obtener muestras de zooplancton. Analiza la ingesta de microplásticos (Gentileza María Belén Alfonso)

Su interés sobre la ecología empezó desde niña. “Leía revistas y compartíamos el interés con mi hermana. En la escuela secundaria, hice el bachillerato en ciencias naturales y luego elegí la carrera de biología en la Universidad Nacional del Sur, en Bahía Blanca. Después obtuve el doctorado con beca del Conicet e investigué cómo la variabilidad del clima y los fenómenos de El Niño y La Niña afectan el nivel del agua, las variables fisicoquímicas y cómo todo repercutía en las comunidades planctónicas, especialmente el zooplancton entre 2013 y 2018″, contó.

En su adolescencia le preocupaba la contaminación en general. “En la infancia, una se imagina como bióloga salvando al koala, pero al estudiar me dí cuenta que la ecología es mucho más amplia”, comentó.

Hizo luego un doctorado en el Instituto Argentino de Oceanografía con profesionales de diferentes disciplinas. “Fue muy enriquecedor porque aprendí sobre clima, ecosistemas de agua dulce y marinos, entre otros temas”, y en su postdoctorado se entusiasmó con el problema de la presencia de microplásticos en lagunas y lagos. La metodología que se usa para investigar a los microplásticos es similar a la que se utiliza para zooplancton e incluye el uso de redes especiales. Ambos son pequeñísimos.

El Lago Rivadavia, en Chubut, Argentina, está incluido dentro del Parque Nacional Los Alerces, y ha sido afectado por la contaminación por microplásticos, según detectó Alfonso junto con Facundo Scordo y otros investigadores/Facundo Scordo
El Lago Rivadavia, en Chubut, Argentina, está incluido dentro del Parque Nacional Los Alerces, y ha sido afectado por la contaminación por microplásticos, según detectó Alfonso junto con Facundo Scordo y otros investigadores/Facundo Scordo

“Hice el primer estudio sobre microplásticos en una laguna de la provincia de Buenos Aires y luego otro en lagos de la Patagonia”, recordó. Fueron los primeros trabajos que aportaron pruebas de la contaminación en Argentina.

Qué investiga en Asia

Durante la emergencia sanitaria por el coronavirus, surgió la oportunidad para que la científica fuera a hacer una estancia de investigación en Japón. Llegó a ese país en 2021 en un momento en que las fronteras estaban cerradas, pero la dejaron entrar.

“Estuve viviendo Fukuoka, Japón. Mi director pasó a ser Atsuhiko Isobe, quien había publicado un estudio en Nature Communications sobre el transporte de microplásticos y predicciones para el futuro sobre su abundancia y tuvo mucho impacto”, contó.

Una muestra de microplásticos obtenidos en una playa en Fukuoka, Japón
(Gentileza María Belén Alfonso)
Una muestra de microplásticos obtenidos en una playa en Fukuoka, Japón (Gentileza María Belén Alfonso)

“Japón le está dando más importancia al problema. El gobierno nos está apoyando para armar una base mundial de datos sobre microplásticos. Se fundó el Centro para el Estudio de los plásticos en el Océano en la Universidad de Kyushu y nos trasladamos a Tailandia. Fue por un acuerdo entre esa universidad y la de Chulalongkorn. Estamos haciendo un proyecto conjunto que busca analizar la presencia y la distribución de contaminación plástica en ambientes marinos del Sudeste asiático desde varios puntos de vista”.

También Alfonso participa en otras iniciativas, como la “Colaboración mundial sobre contaminación por plásticos y basuras marinas” (GPML es su sigla en inglés) del Programa de Ambiente de Naciones Unidas, que está desarrollando una plataforma digital para contar con indicadores del impacto, con un enfoque hacia los tomadores de decisiones, políticos y la sociedad en general.

La semana pasada, la científica estuvo 8 días en una embarcación en el golfo de Tailandia, en el océano Pacífico, con colegas de varias instituciones. “Sacamos muestras de microplásticos en sedimentos y agua. En mi caso, tomé muestras de zooplancton. Porque estoy investigando si el zooplancton está ingiriendo microplásticos, de qué tipo y cuánto”. Este año también fue coautora -junto con Facundo Scordo y otros- de la investigación en la revista Nature que reveló que 39 lagos y embalse del mundo sufren contaminación por plásticos.

Qué come el zooplancton

El zooplancton junto con el fitoplancton son la base de las cadenas alimentarias tanto marinas como de agua dulce. “El zooplancton se alimenta a base de fitoplancton y de otros organismos planctónicos. Pero por la contaminación puede ingerir otras cosas, incluyendo microplásticos ya que se confunden con el alimento o los ingieren al filtrar otras partículas”, puntualizó.

En el Golfo de Tailandia, la doctora Alfonso recientemente tomó muestras de zooplancton y microplásticos como parte de una campaña oceanográfica en 12 sitios
(Gentileza María Belén Alfonso)
En el Golfo de Tailandia, la doctora Alfonso recientemente tomó muestras de zooplancton y microplásticos como parte de una campaña oceanográfica en 12 sitios (Gentileza María Belén Alfonso)

Dentro del zooplancton hay muchas especies. Algunas son selectivas. Otras, en cambio, comen cualquier cosa. “Hay diversos estudios en el laboratorio y en el ambiente que señalan que están consumiendo partículas plásticas de menos de 50 micras, que no vemos con el ojo humano”, comentó.

La mayoría de los estudios en ambientes marinos se han enfocado en partículas mayores a 300 micras, y eso está cambiando para enfocarse en partículas de menor tamaño, como las que ingiere el plancton. “Para eso se está trabajando en el desarrollo de nuevas técnicas de monitoreo, tanto en nuestro grupo como internacionalmente”, dijo.

El primer trabajo en el mundo que mencionó a los microplásticos se publicó en 2004. Por la preocupación que hay sobre el problema, hoy se publican 1 trabajos por cada 4 horas. ”La presión social de la gente hizo que los gobiernos aumenten el apoyo a la investigación sobre el problema y el financiamiento”, sostuvo.

Cómo está el problema del plástico en América Latina

Durante la emergencia sanitaria, Alfonso hizo con colegas una revisión sobre las regulaciones vigentes para combatir la contaminación plástica en América Latina, con enfoque en ambientes costeros.

En América Latina se consume el 8% del consumo mundial de material plástico y produce más de 17.000 toneladas diarias de residuos/
 REUTERS/ Erick Marciscano
En América Latina se consume el 8% del consumo mundial de material plástico y produce más de 17.000 toneladas diarias de residuos/ REUTERS/ Erick Marciscano

La región de América Latina es responsable del 8% del consumo mundial de material plástico y produce más de 17.000 toneladas diarias de residuos. Menos del 4,5% son reciclados: la mayoría de los materiales se incineran o se llevan a basurales y se liberan al ambiente.

“Durante la pandemia, las personas empezaron a usar más delivery de comidas al estar en las casas, y barbijos. Este tipo de elementos empezaron a aparecer más frecuentemente en las costas por su descarte inadecuado. En el trabajo que publicamos con Andrés Arias, María Clara Menendez, Ana Carolina Ronda, Agustín Harte, María Cintia Piccolo, y Jorge Marcovecchio, hicimos propuestas para resolver el problema”, afirmó.

“En América Latina hay más vertederos de basura a cielo abierto comparado con los países desarrollados. Pero en Asia el consumo de plásticos es mayor. En el sur de Tailandia, las playas están llenas de microplásticos. Aun en América Latina la situación no es tan dramática. Pero si se sigue con el aumento de la comida rápida por delivery y el plástico de un solo uso, la situación podría empeorar si no contamos con un apropiado manejo de los desechos y mejores políticas públicas”, consideró.

Se sabe que los microplásticos tienen efectos perjudiciales en el ambiente. Por ejemplo, favorecen el aumento de la tasa de mortalidad y la reducción en la tasa de reproducción y el metabolismo del zooplancton. “Aún no se sabe el alcance de estos impactos a nivel global y de las cadenas tróficas de los mares. Además, en la superficie, los microplásticos tienen aditivos”, que también pueden tener consecuencias negativas.

Cuáles son las soluciones frente a la contaminación por plásticos

Durante la emergencia por el coronavirus aumentaron los pedidos de comida rápida por delivery y el plástico de un solo uso/ (Momento24).
Durante la emergencia por el coronavirus aumentaron los pedidos de comida rápida por delivery y el plástico de un solo uso/ (Momento24).

¿Cómo frenar el desastre ambiental que está relacionado con un modo de producir, consumir y descartar tan instalado de la humanidad? Alfonso está a favor de que el mundo se ponga de acuerdo con el tratado jurídicamente vinculante que se está negociando con la gestión del Programa de Ambiente de la ONU.

“El acuerdo global debería abarcar todos los ecosistemas. Porque lo que se encuentra en el mar proviene de diferentes ecosistemas. Como todo está interconectado, solo se puede afrontar con una perspectiva global e interdisciplinaria que abarque todos los ecosistemas. No es una tarea sencilla”, acotó.

El plástico -reconoció- ha ayudado un montón a los seres humanos. “Tiene usos muy buenos en cuestiones hospitalarias y facilita nuestra vida diaria. El problema es el uso que se hace. Se puede reducir su uso. Pero también se debería bajar su producción. Creo que fervientemente que la cantidad enorme de plástico se puede bajar”, dijo.

Existen organizaciones que “proponen soluciones a través de la extracción de residuos en los grandes islas de plásticos, como las que existen en Océano Pacífico o al evitar que se descarguen hacia el mar a través de grandes ríos. Pero esas soluciones no resuelven el problema. Es querer tapar el Sol con el dedo, o querer evitar una inundación con un balde sin cerrar la canilla”, opinó. “Entra en juego la política internacional y por eso es necesario el tratado global”, subrayó.

Como soluciones a la contaminación por plásticos, se está negociando un tratado jurídicamente vinculante y se desarrollan materiales que se pueden reciclar
(Crédito: Peter Christensen/Berkeley Lab)
Como soluciones a la contaminación por plásticos, se está negociando un tratado jurídicamente vinculante y se desarrollan materiales que se pueden reciclar (Crédito: Peter Christensen/Berkeley Lab)

También se dan situaciones las prácticas de países desarrollados, que si bien hacen reciclado, mandan basura plástico a naciones en desarrollo. “Estos países pasan a tener basura que no generan”, enfatizó.

Además del tratado, hay propuestas de establecer impuestos amigables con el ambiente: se usan para generar plantas de procesamiento adecuadas y evitar la contaminación. “Se están desarrollando materiales que pueden ser reciclados y vueltos a usar para el mismo fin. Hoy eso no se puede hacer con cualquier plástico porque los aditivos pueden ser riesgosos”, cerró.

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