Por qué Argentina es considerada líder mundial en temas de conservación y ciencia ambiental

Desde hace varios años, en Argentina trabaja en forma sostenida y muchas veces silenciosa una fundación que busca sostener los entornos ambientales del país o crear nuevos para proteger animales, bosques y mares.

Revertir la extinción de especies y la degradación ambiental y favorecer así el bienestar de las personas que viven en torno a esos ecosistemas rehabilitados es la labor de la Fundación Rewilding Argentina.

“Nuestra tarea es proteger un territorio o área marina, y restaurar los posibles daños que el accionar del hombre ha causado, favoreciendo el desarrollo de las distintas especies que allí viven y buscar promover las economías regenerativas para que las comunidades no solo se queden viviendo en la zona, sino que además sean los principales cuidadores de ese lugar natural”, explicó a Infobae Kristine McDivitt Tompkins, directora y creadora de Tompkins Conservation, organización sin fines de lucro conservacionista que dejó un legado en el país para que la Fundación Rewilding Argentina, presidida por Sofía Heinonen tomara la posta y liderara uno de los proyectos medioambientales más importantes del país.

Concretamente, en la Fundación Rewilding Argentina, trabaja un grupo de conservacionistas y activistas unidos por el respeto por el valor intrínseco de todas las especies, con el apoyo de su aliado estratégico Tompkins Conservation. La labor desarrollada hace más de 20 años busca la protección y restauración de los ecosistemas naturales de nuestro país.

Tompkins, de 72 años afirmó a Infobae que seguía tan comprometida como siempre con sus esfuerzos de conservación, que le ayudaron a encontrar un propósito siete años después de que un accidente mortal de kayak trastocara la vida de su esposo.

Kristine destacó 5 puntos en los que trabaja la Fundación Rewilding Argentina que son:

1) La conformación de equipos multidisciplinarios, integrados mayormente por locales, que viven en los territorios en los que trabajamos en el largo plazo.

2) La implementación de proyectos de restauración, incluyendo la reintroducción y fortalecimiento de poblaciones de especies nativas, apuntando a recuperar la funcionalidad de los ecosistemas naturales.

3) La creación de nuevos destinos de naturaleza a través de experiencias ofrecidas por emprendedores locales que valoran la vida silvestre y la cultura regional.

4) El desarrollo de una visión conjunta de producción de naturaleza en alianza con los gobiernos locales y provinciales que brinde la oportunidad de formar una nueva economía regenerativa a escala regional.

5) Una vez que el Estado crea el parque por ley y se afianza una cogestión público-privada que asegura una economía regenerativa en el largo plazo, donamos las tierras a la Administración de Parques Nacionales o a las direcciones de áreas protegidas provinciales.

El rewilding comenzó en Argentina los 90 de la mano de Douglas y Kristine Tompkins quienes, junto a conservacionistas y científicos argentinos, construyeron esta visión transformadora en los Esteros deI Iberá. Hoy, Kristine Tompkins celebra su legado en los equipos que ayudó a formar en Argentina y que, ya independientes de Tompkins Conservation, continúan trabajando en cinco provincias del país.

Según precisó, el rewilding es una herramienta fundamental para revertir la crisis de extinción que asola el Planeta y para mitigar otras crisis ambientales como el cambio climático y la aparición de pandemias.

Se trata de una estrategia de restauración que busca recuperar la integridad de los ecosistemas naturales transformándolos en ecosistemas completos (con las especies que los habitaron desde tiempos históricos presentes) y funcionales (con estas especies en número suficiente para que cumplan con sus roles ecológicos).

Ecosistemas completos y funcionales brindan los servicios ecosistémicos que permiten sostener la vida en este planeta, incluida la existencia de las personas. Los ecosistemas naturales completos y funcionales proveen, además, oportunidades de desarrollo local a partir del turismo de naturaleza basado en la observación de fauna, que hoy ya representan un “motor” para diversas comunidades.

“Los parques nacionales y provinciales son espacios públicos que cuentan con la protección legal más efectiva para la conservación de la biodiversidad. Es por esto que nuestra organización brega por adquirir y donar tierras a la nación y a las provincias en un proceso inédito mediante el cual grandes extensiones privadas de tierra, degradadas y cerradas al público, pasan a manos del Estado, restauradas y abiertas para su visita y reconexión con la naturaleza mediante la observación de la vida silvestre y experiencias al aire libre”, remarcó la filántropa y conservacionista.

“Argentina es considerada un líder mundial en temas de conservación y ciencia ambiental. Tiene mucho de especial en temas de conservación y ciencia. Hay muchos buenos biólogos, y técnicos especializados en Parques Nacionales. Entienden lo necesario para proteger los ecosistemas y tiene la habilidad estratégica de armar grupos de trabajo eficientes. Y ese espíritu conservacionista se observa desde los niños hasta los profesionales que egresan de la universidad”, destacó Tompkins, que viene de visitar el Parque Nacional Iberá, un área natural protegida establecida desde 2018 de 183.500 hectáreas en el centro de la provincia de Corrientes y el Parque Nacional Impenetrable ubicado en el noroeste de la provincia de Chaco.

En el Parque Iberá, Fundación Rewilding Argentina trabaja concretamente en la reintroducción de osos hormigueros, yaguaretés o nutrias gigantes. “Vimos mucha vida silvestre en lugares naturales como el Río Bermejo, donde pude conocer mejor el funcionamiento del parque nacional. Me fui asombrada por la naturaleza, la vida silvestre, y el gran trabajo que realiza el equipo”, precisó Kristine.

Y lo mismo hizo en el Parque Nacional El Impenetrable, en Chaco, segundo mayor bosque continuo de Suramérica, tras el Amazonas. También hacen tareas en el Parque Patagonia, en Santa Cruz, zona muy sensible a los efectos climáticos y al uso intensivo del suelo, y el más reciente, el Patagonia Azul en Chubut.

“Estuve en Chubut en marzo del año pasado y lo estaré el próximo marzo también. Allí hay mucho trabajo por hacer en pos de la protección del mar por la costa provincial. Es un mundo increíble e invisible que requiere mucha atención y cuidado. Hay mucha depredación de los mares y debemos estar al tanto de esta problemática para solucionarla, concretamente la pesca de arrastre, que arrasa todo a su paso y tiene un alto impacto negativo para el mar y la costa”, alertó la experta conservacionista.

Y agregó: “Nuestra tarea está focalizada en crear áreas protegidas marinas. Y tener por lo menos 30% del mar protegido para 2030. Argentina firmó ese tratado. Y Rewilding Argentina está metido en ese acuerdo para velar por que se cumpla. La vida viene del mar, que ayuda a todos los sistemas de agua dulce en el mundo. Si muere el mar, muere la vida. Tenemos que avanzar mucho en su cuidado y conservación”.

La caza, la pérdida de hábitat y la degradación de los ecosistemas están impulsando una gran crisis de biodiversidad sin precedentes. Así lo dejó traslucir Kristine al apuntar que todos los seres vivos tienen una gran importancia en la cadena alimenticia.

“Estamos llegando a una base de daño a la naturaleza que no va a permitir más el sostenimiento de la vida. Debemos alentar el sostenimiento de los ecosistemas saludables, que dependen básicamente de la existencia de numerosas interacciones (muchas de ellas aún desconocidas) entre individuos de diferentes especies, las rocas, el suelo, el clima, todo los elementos. Si algunas de estas ‘piezas claves’ desaparecen, todo comienza a cambiar. Nosotros mismos, como humanos, dependemos de ese ecosistema completo para seguir existiendo”, dijo.

“Las especies claves son, por ejemplo, los predadores tope, como el yaguareté o la nutria gigante. La ausencia de especies claves del ciclo de vida tiene un efecto cascada en otras especies. La ciencia señala que hay algunas que son más importantes que otras para que un ecosistema se encuentre completo y funcional y estas son las denominadas especies clave”, agregó la experta.

En una cascada trófica la especie clave actúa desde niveles superiores de la cadena alimentaria (por ejemplo, los depredadores tope como el puma en la Patagonia o el yaguareté en la selva chaqueña) afectando los niveles inferiores (a los animales herbívoros como el guanaco en el sur o el carpincho en el norte y por lo tanto a la vegetación de esas áreas). El puma se alimenta de guanacos y de esta forma determina su distribución y abundancia y también la de la vegetación que consume el guanaco. En una cascada trófica los mecanismos iniciados en el nivel superior de la cadena alimentaria regulan los ecosistemas de arriba hacia abajo.

Es por eso que resulta de mucha importancia el trabajo que realiza esta fundación en el país y también en Chile. El rewilding no solo se ocupa de restaurar una especie clave que está ausente de un sistema natural (este proceso se denomina reintroducción), sino también de aumentar los números de especies cuyas poblaciones se encuentran disminuidas (proceso de suplementación). En ambos casos se procede solo si la ausencia o disminución son el resultado de la actividad humana.

Para finalizar, Tompkins apuntó que desde las nuevas generaciones hasta las más activas, “debemos actuar en forma responsable con nuestro ecosistema, alentando a conservar las especies que allí viven y ayudar a repoblar aquellas que están en peligro de extinción”.

Desde la Fundación Rewilding Argentina, destacan que Argentina es el octavo país más extenso del planeta, con un territorio que se extiende desde el subtrópico hasta la Antártida, albergando selvas lluviosas, bosques de altura, sabanas y pastizales subtropicales, desiertos, praderas y estepas templadas, humedales costeros, campos de hielo y mares.

Esta diversidad de ecosistemas resulta en una sobresaliente diversidad biológica. Sin embargo, muchos de los ecosistemas presentes en Argentina se encuentran degradados y escasamente representados en áreas protegidas.

Esto abre una oportunidad única para implementar proyectos de conservación que incluyan la restauración de ambientes por medio del rewilding, entre otras herramientas. La baja densidad de la población humana, el sólido sistemas de parques nacionales y el interés del gobierno en crear nuevos parques para alcanzar las metas de la Convención de Biodiversidad de las Naciones Unidas son atributos que permiten una visión optimista a la hora de revertir la actual crisis de biodiversidad.