Una nueva categoría de cuerpos espaciales podría incluirse en los libros de astronomía gracias a las últimas observaciones realizadas por el telescopio espacial James Webb (JWST).
Un grupo de astrónomos de la Agencia Espacial Europea (ESA) reveló la posible existencia de una nueva categoría de cuerpos celestes, luego de descubrir decenas de objetos astronómicos del tamaño de un planeta flotando libremente en la Nebulosa de Orión, situada a 1.350 años de distancia de la Tierra.
Este descubrimiento, podría presagiar la existencia de una nueva categoría astronómica de objetos que recorren el cosmos en pareja sin estar ligados gravitacionalmente a una estrella. En principio, se los han denominado como objetos binarios de masa de Júpiter o Jumbos, por sus siglas en inglés.
Durante una observación a la Nebulosa de Orión, el JWST descubrió aproximadamente 40 objetos emparejados. Si bien cada uno de ellos es demasiado pequeño para ser una estrella, tienen una masa similar al planeta más grande de nuestro Sistema Solar. La proporción de estos cuerpos en relación con el tamaño de la nebulosa, así como la falta de estrellas a su alrededor, ha hecho que los Jumbos sean difíciles de identificar con telescopios anteriores.
Los objetos fueron identificados mediante la cámara de infrarrojo cercano (NIRCam) instalada en el telescopio espacial James Webb. Hasta ahora, se ha determinado que los Jumbos de la Nebulosa de Orión solo han existido por un millón de años. En comparación, la Tierra se formó hace aproximadamente 4.500 millones de años.
Los cuerpos son de naturaleza gaseosa, presentan rastros de metano y vapor en su atmósfera, y registran una temperatura superficial de 538 grados centígrados. Debido a que no están asociados con alguna estrella, los Jumbos están destinados a enfriarse durante los próximos millones de años.
La histórica fotografía captada por el telescopio James Webb requirió la combinación de 700 imágenes tomadas a lo largo de una semana utilizando el instrumento de infrarrojo cercano (NIRcam). En la composición resultante, se pueden observar los diminutos pares de objetos brillando y flotando en una parte de la nebulosa.
De acuerdo con el científico Samuel Pearson, estos hallazgos contradicen a las teorías existentes sobre la formación de estrellas o planetas, por lo que piensa que estos cuerpos gaseosos “no deberían existir”.
Anteriormente, se sugirió que no debería ser posible que se originen objetos del tamaño de Júpiter del mismo modo que se generan las estrellas dentro de las gigantescas nubes de polvo y gas que se localizan dentro de una nebulosa.
Los especialistas desconocen cómo estos JuMBOS no tienen una estrella madre a la que orbiten. Sin embargo, plantearon dos hipótesis para explicar cómo podrían haberse formado. La primera es que surgieron de regiones de la nebulosa en donde la densidad de gas y polvo era insuficiente para originar nuevas estrellas.
También se propuso que probablemente estos JuMBOS se formaron alrededor de las estrellas, y que posteriormente fueron expulsados al espacio interestelar a través de interacciones gravitacionales.
“La hipótesis de la eyección es la más favorecida en este momento”, aseguró el profesor Mark McCaughrean, reiterando que hasta el momento no es posible tener “una respuesta” concreta. Esto se debe a que actualmente no existen modelos de formación de sistemas planetarios que hayan propuesto la eyección de pares binarios de planetas.
Por último, Pearson comentó que intentarán encontrar una solución empleando el James Webb para separar la luz de estos nuevos objetos y lograr conocer más sobre la composición de sus atmósferas, así como para explicar cómo se formaron. Asimismo, dijo que con el poderoso telescopio espacial trataron de localizar más JuMBOS en otras regiones de formación estelar.