Durante el último medio siglo, se han encontrado en territorio chino abundantes fósiles de homínidos del Pleistoceno medio tardío, los cuales también han sido denominados Homo sapiens temprano o H. sapiens arcaico. Por mucho tiempo, la narrativa dominante para explicar su evolución en China ha sido lineal y uniforme, ya que se pensaba que eran intermedios entre el Homo erectus y los primeros humanos modernos, y los antepasados de los humanos modernos en el este de Asia. Sin embargo, tal opinión nunca ha sido ampliamente aceptada.
El descubrimiento de fósiles de homínidos y los estudios relacionados en la última década han cambiado radicalmente esta visión tradicional sobre el patrón de evolución de los homínidos del Pleistoceno medio tardío en China. Y ahora, el hallazgo de una mandíbula fosilizada permitió un análisis más profundo, el cual fue publicado en un artículo del Journal of Human Evolution.
Según los científicos, esta pieza descubierta en una cueva del este de China presenta una curiosa mezcla de características antiguas y modernas, según este nuevo análisis detallado que la compara con decenas de otros especímenes humanos. Los especialistas señalaron que el hueso de 300.000 años de antigüedad podría haber pertenecido a una especie de humano arcaico aún no descrita por la ciencia, lo que implicaría una nueva rama del árbol genealógico humano.
Este descubrimiento fue realizado por un equipo de paleontólogos de la Academia de Ciencias de China, en colaboración con colegas de la Universidad Xi’an Jiaotong, la Universidad de York del Reino Unido, la Universidad de la Academia de Ciencias de China y el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana de España. Incluso, los profesionales ya habían advertido en un documento publicado hace algo más de un mes, que las piezas podrían convertirse en evidencia de un nuevo linaje de ser humano previamente desconocido.
En su reciente publicación, los científicos profundizaron sus conclusiones sobre el misterio de qué especies humanas antiguas habitaron la región durante el período Pleistoceno medio a tardío, que duró casi 800.000 años. La mandíbula carece de un verdadero mentón, como el Homo sapiens, por ejemplo.
Una pieza nueva en el tablero
La mandíbula fue descubierta en una región llamada Hualongdong, en el este de China, y se encontró que exhibía características tanto modernas como arcaicas. Los científicos que excavaban una cueva homónima a la región, situada en la provincia de Anhui, en el este de China, han desenterrado restos de 16 individuos que datan de hace unos 300.000 años.
Varios fragmentos pertenecen al cráneo de un menor de 12 a 13 años. Xiujie Wu, paleoantropóloga del Instituto de Paleontología y Paleoantropología de Vertebrados de Beijing, y sus colegas describieron el cráneo por primera vez en 2019. Pero en 2020, mientras examinaban bandejas de huesos de animales encontradas en la cueva, identificaron un fragmento de mandíbula (su parte inferior) que podría ser otra pieza del mismo cráneo.
Esta pieza ha permitido un análisis más detallado de dónde encaja el pueblo Hualongdong en el árbol genealógico humano. La mandíbula tiene una mezcla de características modernas y arcaicas. Por ejemplo, el hueso a lo largo de la línea de la mandíbula es grueso, una característica compartida con las primeras especies humanas, como el Homo erectus. También carece de un verdadero mentón, cuya presencia es una característica clave del Homo sapiens. Pero el lado de la mandíbula que se une a la parte superior es más delgado que el de los homínidos arcaicos y recuerda más al de los humanos modernos.
Una comparación digital con otras 83 mandíbulas confirmó una extraña mezcla de características anatómicas antiguas y modernas. Wu y sus colegas utilizaron huesos juveniles y adultos de neandertales (Homo neanderthalensis), que vivieron en Eurasia hasta hace 40.000 años, H. sapiens de todo el mundo, y H. erectus, una especie cuyo área de distribución se extendía desde el este de África hasta el sudeste asiático hace entre 1,9 millones y 250.000 años.
El pueblo Hualongdong podría representar un ancestro previamente desconocido o un pariente cercano del primer Homo sapiens, dice Xiujie Wu, un paleoantropólogo que formó parte del equipo. La combinación de características antiguas y modernas en la mandíbula de Hualongdong es similar a la de los restos encontrados a principios de la década de 2000 en el sitio arqueológico de Jebel Irhoud en Marruecos. Se cree que los restos de Jebel Irhoud pertenecen a uno de los primeros miembros del linaje evolutivo que incluye al Homo sapiens.
“Se necesitan más fósiles y estudios para comprender la posición precisa del pueblo Hualongdong en el árbol genealógico humano”, indicó María Martinón-Torres, paleoantropóloga del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana de Burgos (España) y miembro del equipo. Asimismo, afirmó que “las proteínas antiguas extraídas de los huesos podrían arrojar más luz sobre cómo se relaciona el pueblo Hualongdong con los humanos modernos, así como con especies más arcaicas”.
“El panorama de la ocupación humana en el este de Asia durante el Pleistoceno es confuso -informa Yameng Zhang, de la Universidad de Shandong-. No está claro si alguna de las numerosas especies de homínidos arcaicos que habitaron el este de Asia durante el Pleistoceno medio podrían ser antepasados de los humanos modernos”. Es más, según indicaron los expertos, aún se encuentran trabajando en las piezas halladas buscando nuevas conclusiones.