Expectativa mundial por la llegada de las muestras del asteroide Bennu que tomó una nave de la NASA

Mañana al mediodía la sonda OSIRIS-REX tocará la Tierra, luego de un viaje de siete años para recolectar polvo y material del cuerpo celeste. Infobae habló con un científico argentino a cargo de cubrir la transmisión en vivo de su llegada

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La sonda OSIRIS-REX visita al asteroide Bennu.

Existe un diamante en bruto, literal, que vaga por el espacio y se ha convertido en los últimos años en el asteroide favorito de la NASA.

Se trata del asteroide Bennu, con forma de diamante, que despierta una gran curiosidad en la NASA, al punto de haber enviado una misión para seguirlo, orbitarlo durante casi 2 años, tomar una muestra del mismo en 2020 y traerlas a la Tierra mañana, después dos años y cuatro meses de viaje de retorno.

Los científicos de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) confirmaron que la arriesgada misión Osiris-Rex está siendo un éxito y que hay muy altas probabilidades de que así concluya, cuando las muestras vuelvan a la Tierra este domingo al mediodía de Argentina, en una nave que tocará tierra en el desierto de Utah, Estados Unidos.

El ingeniero argentino Lucas Paganini
El ingeniero argentino Lucas Paganini habló con Infobae sobre las expectativas de la llegada de las muestras del asteroide (Infobae)

“Ahora me encuentro en el desierto de Utah, con 9 grados de temperatura y un paisaje con montañas lejanas que me hace acordar a Mendoza, mi lugar de nacimiento. Así que de alguna manera es como estar en casa”, explicó en diálogo exclusivo con Infobae, el ingeniero argentino que trabaja en la NASA, Lucas Paganini.

“Aquí hay unos 200 científicos y técnicos listos para recoger las muestras en el desierto y llevarlas al laboratorio para ser analizadas. Vivimos el retorno de las muestras del asteroide Bennu con mucha expectativa y emoción. En lo personal es un orgullo estar acá y presenciar el final de esta importante misión espacial. Como científico planetario de la NASA estaré a cargo de la transmisión en vivo del retorno de la cápsula a través del canal de NASA en español”, agregó el experto vía Zoom.

Paganini sostuvo que los asteroides como Bennu son cuerpos celestes rocosos que vagan por el espacio que pueden medir desde metros hasta varios kilómetros. “Son concretamente desechos planetarios o de lunas de hace 4000 millones de años que orbitan nuestro Sol. Nosotros los llamamos cápsulas del tiempo o fósiles de dinosaurio ya que cumplen un rol muy importante en la historia del cosmos. Estudiar su composición es clave para comprender y acercar a comprobar las teorías que indican que estos cuerpos espaciales pudieron haber traído agua y otros elementos clave y necesarios para dar origen a la vida en el planeta Tierra”, puntualizó el científico.

Llegar al asteroide Bennu llevó
Llegar al asteroide Bennu llevó dos años (NASA)

“El otro gran objetivo de esta misión es lo que llamamos ‘Defensa planetaria’, y es el estudio de distintos asteroides para catalogarlos y determinar su peligrosidad por cercanía a nuestro planeta. Mediante esto, se pueden diseñar misiones para colisionarlos o hallar sistemas de desviación como ocurrió con la reciente misión DART de la NASA”, precisó Paganini.

Y agregó: “De Bennu sabemos que tiene unos 500 metros de diámetro, que proviene de un asteroide más grande y que su composición es rica en carbono. También sabemos que tiene una superficie no dura, parecida a la de un pelotero de niños, donde si no hubiese sido por los propulsores de la nave, el brazo robótico de la misma se hubiera hundido”.

“Aquí mismo tengo una réplica de este asteroide con forma de diamante. Y también aquí tenemos una réplica fiel y de igual tamaño del dispositivo de extracción de muestras de la nave espacial, que logró capturar 250 gramos de polvo y material rocoso de este objeto espacial”, detalló el especialista argentino.

La misión OSIRIS-REx de la
La misión OSIRIS-REx de la NASA toca Bennu para tomar muestras (NASA)

Un viaje ida y vuelta de siete años

OSIRIS-REx se lanzó el 8 de septiembre de 2016 desde la Base de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, en Florida, y comenzó un viaje de dos años para encontrarse con el asteroide Bennu.

La nave espacial llegó a la órbita de este cuerpo rocoso en agosto de 2018, donde pasó otros dos años escaneando y cartografiando la superficie del asteroide.

Allí los científicos pudieron determinar su composición mediante detalladas observaciones. Bennu es analizado por la NASA como una pila de escombros, que se fusionó gravitacionalmente después de que algo se estrelló contra su cuerpo original.

Simulación hidráulica en Spheral que
Simulación hidráulica en Spheral que proporcionó la base para el análisis del asteroide (LLNL)

Al comparar las diferencias de color y albedo en las rocas y los cráteres, los científicos pudieron determinar que el asteroide está formado por dos poblaciones distintas de rocas.

Según Daniella DellaGiustina, científica planetaria de la Universidad de Arizona, la principal hipótesis para la aparición de estas poblaciones separadas es que el asteroide original contenía varias zonas separadas que experimentaron distintos procesos geológicos.

Cuando Bennu se juntó después del impacto que destrozó ese objeto, reunió material de al menos dos de esas zonas, según la experta.

Imagen tomada en marzo de
Imagen tomada en marzo de 2019 por la nave espacial OSIRIS-REx reveló una gran cantidad de rocas que cubrían la superficie del asteroide Bennu. (NASA/GODDARD/UNIVERSITY OF ARIZONA)

Una sorprendente cantidad de materiales ricos en carbono se hallan en su superficie, incluidos carbonatos y compuestos orgánicos. Los carbonatos son minerales inorgánicos, mientras que los orgánicos contienen carbono en formas más complejas. El mapeo de las longitudes de onda de la luz que rebota en Bennu puede proporcionar pistas sobre su composición.

Las observaciones anteriores ya habían revelado la presencia de filosilicatos hidratados, o arcillas, en la superficie del asteroide. Y recientes investigaciones revelaron que son los materiales orgánicos y carbonatados los cubren el exterior de Bennu.

“Bennu transporta una amplia mezcla de señales que podrían ser el resultado de variaciones en la composición, diferencias de edad, una variedad de tamaños de partículas o alguna combinación de todas ellas. Si bien el espectro global de un asteroide puede mostrarte una característica dominante, es probable que todos los asteroides también tengan variaciones en su superficie. La verdadera prueba será analizar las muestras de Bennu devueltas y ver exactamente cómo varían las partículas”, explicó Simon.

La nave Origins, Spectral Interpretation,
La nave Origins, Spectral Interpretation, Resource Identification, Security-Regolith Explorer, sobrevuela en esta recreación artística el curioso asteroide (OSIRIS-REx) (NASA/Handout via Reuters )

El 20 de octubre de 2020, después de observar minuciosamente la topografía de Bennu desde la órbita, OSIRIS-REx descendió a la superficie del asteroide y absorbió material que ahora está almacenado en la cápsula de retorno de muestras de la nave espacial. En mayo de 2021 la sonda puso rumbo a la Tierra, a una distancia de 1.900 millones de kilómetros.

Es estos dos años y cuatro meses, OSIRIS-REX ha estado en gran medida en modo de baja potencia, función que ha ido cambiando en los últimos días con la configuración de modo aterrizaje y atendiendo uno de los aspectos más difíciles de la misión de la NASA: la reentrada atmosférica y el aterrizaje de la cápsula de retorno de muestras.

Los científicos han estado esperando este momento desde hace muchos años, practicando cada paso en la recuperación de la nave con las muestras del asteroide Bennu, una vez que aterrice en la Tierra.

Recreación de la nave OSIRIS-REx
Recreación de la nave OSIRIS-REx orbitando el asteroide Bennu (NASA)

“Cuando la nave aterrice en el desierto de Utah, uno grupo especializado será el primero en llegar para comprobar que las muestras del asteroide no se hayan contaminado al tocar la superficie terrestre o en su viaje. Grupos especializados en el desierto. Observarán si hubo contaminación de las muestras al llegar a la Tierra”, precisó Paganini.

Si todo va según lo planeado, la cápsula de retorno OSIRIS-REx se separará de la nave espacial para comenzar su descenso en solitario de 43.450 kilómetros por hora hasta el desierto de Utah a las 7:42 am hora argentina (1042 GMT) desde una altitud de aproximadamente 100.000 kilómetros sobre la Tierra.

En su etapa más intensa de desaceleración, la cápsula de retorno experimentará fuerzas de hasta 32 veces la gravedad de la Tierra y brillará con suficiente calor como para permitir a la NASA trazar su trayectoria desde el suelo utilizando imágenes infrarrojas.

Capturada por la cámara SamCam
Capturada por la cámara SamCam de la nave espacial el 22 de octubre de 2020, esta serie de tres imágenes muestra que el cabezal del muestreador de la nave espacial OSIRIS-REx de la NASA está lleno de rocas y polvo recogidos de la superficie de Bennu (NASA)

Aproximadamente dos minutos después de golpear la atmósfera de la Tierra, cuando las fuerzas en la cápsula de retorno OSIRIS-REx disminuyan a aproximadamente 1,4 veces la gravedad de la Tierra, el paracaídas de la nave se desplegará para reducir su velocidad de velocidades hipersónicas a subsónicas.

Está previsto que la cápsula entre en el espacio aéreo de uso especial a 16 kilómetros por encima del campo de entrenamiento y pruebas del Departamento de Defensa (DoD) de Utah.

Un equipo dirigido por la
Un equipo dirigido por la NASA en el desierto de Utah ultima su preparación para la llegada de la primera muestra de asteroide estadounidense (NASA)

Si la caída de la cápsula a través de la atmósfera ocurre como se espera, el paracaídas principal de la nave descenderá suavemente la nave hasta un aterrizaje dentro de un área de aterrizaje y recuperación de 58 kilómetros por 14 kilómetros en el Centro de Pruebas y Rehabilitación de Utah.

La hora estimada de aterrizaje de la cápsula de retorno OSIRS-REx es a las 11:55 am hora argentina (14:55 GMT).

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