Mientras las altas temperaturas siguen afectando la vida diaria de millones de personas alrededor del mundo, produciendo fenómenos meteorológicos inéditos y elevando la temperatura de los mares a niveles récord, la NASA no baja los brazos a la hora de proveer la mayor cantidad de información posible a gobiernos y científicos para intentar paliar una situación que sigue empeorando año tras año.
“La NASA es también una agencia climática”, afirma Bill Nelson, su Administrador General. “Tenemos 20 satélites en órbita dedicados al estudio de la Tierra y seguimos lanzando más, como la nueva constelación TROPICS, que nos permitirá analizar y anticipar formaciones de tormenta en las áreas tropicales del planeta. Ya está a disposición nuestro nuevo website, que incluirá un panel de control para que todos puedan acceder a la información de la NASA, este ‘Earth Information Center’, o Centro de Información de la Tierra, contará con información no solo del clima, sino también del estado de los océanos, temperaturas globales, nivel del mar, formación y desarrollo de tormentas, inundaciones e incendios en tiempo real. Queremos que todo el mundo tenga acceso a esta información, desde los ciudadanos, hasta Agencias gubernamentales y gobiernos. La información de la NASA permite tomar decisiones y desarrollar tecnologías que nos ayuden a paliar esta situación”, agrega el experto.
La Agencia Espacial de los Estados Unidos ya brindó dos conferencias de prensa durante las últimas dos semanas para tocar el tema de las altas temperaturas y las olas de calor que azotan no solo al hemisferio norte, sino que también sorprenden a países que están en plena temporada invernal.
Las conferencias incluyeron a científicos de diferentes áreas y de varios centros de investigación la NASA, entre ellos, Carlos Del Castillo, Jefe del Laboratorio de Investigaciones Oceánicas del Centro Espacial Goddard, de la NASA.
En una de sus intervenciones Del Castillo afirmó: “Los océanos tienen fiebre”. En charla con Infobae, agregó: “Los océanos son los que sufren un 90% de lo que está pasando con el cambio climático. El agua tiene una capacidad calórica muy alta y para que se caliente hay que introducir una gran cantidad de energía. Los océanos han estado absorbiendo, afortunadamente, una gran cantidad del calor que hemos vertido en la atmósfera, sino las temperaturas actuales serían mucho peor. Estos cambios de temperatura en los océanos se extienden a kilómetros de profundidad y afectan a todos los océanos. Además, el agua al calentarse se expande, sumado a esto el mayor derretimiento de hielos y tenemos una combinación que ya estamos sufriendo en zonas costeras, con inundaciones y degradaciones de las mismas”.
Pero esto no termina aquí, este calentamiento afecta a gran parte de la vida marina, y se refleja con mucho mayor dramatismo a los arrecifes de coral, que están sufriendo un nivel de estrés inaudito. “El 25% de las especies marinas están relacionadas de alguna manera con los arrecifes de coral y estos no están preparados para vivir en océanos con temperaturas así de altas. Es un tema realmente serio”, afirma Del Castillo.
Se podría llegar a pensar que esto es un fenómeno cíclico, pero todos los datos indican que esta es una tendencia que se vienen acrecentando año a año y todavía falta agregar al fenómeno de El Niño, que sí es cíclico y que está recién comenzando.
“Al Niño se va a sumar el efecto invernadero, que es el que está aumentando la temperatura del planeta, y de eso no tenemos ninguna duda. Nosotros sí miramos la temperatura de un mes en particular, pero lo realmente importante son las tendencias, y estas son muy claras, la curva sigue aumentando”.
¿Qué se puede hacer para frenar o revertir este proceso? ¿Estamos a tiempo? Los científicos indican que sí, pero tenemos muy poco margen de maniobra. ¿Hasta qué punto son las acciones diarias de cada cada uno de nosotros importantes para colaborar en la solución?
¿Tiene sentido reciclar la basura, comprar un auto eléctrico o cambiar las lamparas de la casa, cuando el 80% de las emisiones de gas invernadero son producidas por las grandes empresas energéticas y conglomerados industriales?
“Si, claro que son importantes, -dice Del Castillo- el deber ciudadano es vital y hay que hacerlo, ayuda mucho. Con respecto a las grandes empresas, yo tengo la esperanza de que las grandes aseguradoras están empezando a entender que esto es un problema serio y por dar un ejemplo, ya están abandonando la Florida. O sea la solución podría venir por el tema económico”.
Ante la pregunta sobre si un 2023 tan caluroso estaba dentro de los planes y si la tendencia en las temperaturas sigue con su aceleración a la alza, Del Castillo no tuvo dudas: “Cuando empecé en este negocio, me preocupaba el mundo que le íbamos a dejar a mis nietos y bisnietos. Ahora, la preocupación es el mundo en el que estoy viviendo. Mi mensaje a los políticas es que la historia no nos va a juzgar bien. Las próximas generaciones no van a juzgar a mi generación de buena manera, y tendrán toda la razón, porque esta información ha estado disponible desde hace décadas, han sonado las alarmas y no hemos hecho lo correcto”.
Mientras las altas temperaturas siguen afectando poblaciones y diferentes ecosistemas alrededor del mundo, con partes de Sud América, el Norte de África, Norte América y la península Antártica con un promedio de 4°C mayor al promedio habitual, la NASA preve que esta situación seguirá impactando al planeta a medida que la temperatura siga en aumento, siendo esta una tendencia que se ha observado durante las últimas cuatro décadas.
Seguir Leyendo: