Tantas veces representado por el arte de la ciencia ficción, los viajes en el tiempo son una especie de objetivo ansiado por los científicos, aunque sin muchos resultados hasta ahora. Sin embargo, una investigación reveló que los agujeros de gusano en el espacio podrían ser la clave para viajar en el tiempo en la vida real. Y un equipo de expertos cree haber descubierto cómo hacerlo.
Un trío de científicos profundizó en las leyes de la física y descubrió que podría ser posible que algún día los humanos atraviesen galaxias en cuestión de segundos, o viajen a través del tiempo, según se desprende del trabajo publicado en Physical Review. Todo esto tiene que ver con la teoría general de la relatividad y la física cuántica.
En su artículo, Valeri P. Frolov y Andrei Zelnikov de la Universidad de Alberta de Canadá, y Pavel Krtouš de la Universidad Charles de Praga propusieron que un tipo específico de agujero de gusano “inevitablemente se transformaría en una máquina del tiempo si estuviera sujeto a condiciones particulares”. Los agujeros de gusano pueden describirse como espacio-tiempos en los que existe una especie de túnel que conecta partes distantes del universo.
El principal problema con ellos es que no existen de forma tangible. Como lo expresaron los doctores Eric Christian y Louis Barbier en una ponencia para la NASA, “se permite que existan agujeros de gusano en las matemáticas de la relatividad general, que es nuestra mejor descripción del Universo. Suponiendo que esa teoría sea correcta, puede haber agujeros de gusano. Pero nadie tiene idea de cómo se crearían, y no hay evidencia de nada parecido a un agujero de gusano en el Universo observado”.
Aun así, numerosos expertos en el campo de la gravitación y la relatividad general han pasado años o incluso décadas trabajando en ellos, incluido Stephen Hawking en su momento. Para su artículo, Frolov, Krtouš y Zelnikov exploraron lo que se conoce como agujero de gusano anular, que fue descrito por primera vez en 2016 por el físico teórico Gary Gibbons, de la Universidad de Cambridge, y Mikhail Volkov, de la Universidad de Tours.
A diferencia de las contorsiones esféricas del espacio-tiempo que se podrían atribuir a los agujeros negros, el de gusano anular propuesto por Gibbons y Volkov conecta secciones del universo (o, de hecho, diferentes universos) que generalmente se describen como planos.
Asimismo, las masas en forma de anillo podrían crear algunas distorsiones bastante notables en lo que de otro modo sería un espacio-tiempo plano si se considera cómo podrían interactuar sus campos eléctricos y magnéticos. Y así, Frolov, Krtouš y Zelnikov decidieron considerar dos tipos de agujeros de gusano: “Uno que se conecta a espacios planos; y otro que lo hace con dos dominios distantes en el mismo espacio”.
Para este último, concluyeron que si una “capa delgada masiva rodeaba una de las bocas del agujero de gusano del anillo, se formaría una curva cerrada temporal”. Esto significaría que cualquier objeto (o rayo de luz) que viaje regresaría exactamente al mismo punto de donde comenzó. En otras palabras, podría viajar en el espacio y el tiempo y regresar a su punto de partida.
El aspecto más emocionante de esta teoría, como señalan los autores, es que para “el agujero de gusano en anillo, un observador que lo atraviesa se mueve en un espacio-tiempo plano (o prácticamente plano), mientras que en el caso de los agujeros de gusano estándar (esféricos) debe pasar un dominio lleno de materia violando la condición de energía nula”.
Según palabras de Frolov, “demostramos que el campo gravitatorio localmente estático correspondiente en un espacio multiconexo no es potencial. Como resultado de esto, el intervalo de tiempo adecuado para la sincronización del reloj crece linealmente con el tiempo y se forman curvas temporales cerradas. Este proceso inevitablemente transforma un agujero de gusano de anillo transitable en una máquina del tiempo”, al menos, en teoría. Para la práctica, advirtieron, aún restan muchas más investigaciones.
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