Antiguas grietas en Marte evidencian que tuvo condiciones favorables para la vida

Los patrones de lodo primitivo registrados por el rover Curiosity en la superficie, sugieren que el planeta tuvo un clima de ciclos húmedos y secos sostenidos. Los detalles de una investigación publicada en Nature

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Marte vuelve a evidenciar registros de vida antigua (NASA)
Marte vuelve a evidenciar registros de vida antigua (NASA)

El dilema de si existió vida alguna vez en Marte se renueva en cada estudio científico que se hace in situ en el planeta rojo o bien a la distancia desde la Tierra con el análisis de distintas fotografías y observaciones telescópicas.

Si bien hoy, el planeta es gélido, seco e inhóspito, hace miles de millones de años, el agua fluía a través de los ríos y llenaba los lagos en lo actuales cráteres que se registran en su topografía.

Patrón fósil hexagonal en rocas sedimentarias analizadas por Curiosity en su viaje por el cráter Gale de Marte. (NASA/JPL-Caltech/MSSS/IRAP/Rapin et al./Nature facilitada por el CNRS. EFE)
Patrón fósil hexagonal en rocas sedimentarias analizadas por Curiosity en su viaje por el cráter Gale de Marte. (NASA/JPL-Caltech/MSSS/IRAP/Rapin et al./Nature facilitada por el CNRS. EFE)

Ahora, el descubrimiento de grietas de lodo distintivas en la superficie del planeta sugiere que el antiguo Marte pasó por ciclos sostenidos de estaciones húmedas y secas durante millones de años. Los científicos dicen que el clima no solo habría sido habitable, sino que el ciclismo también podría haber dado un impulso a la química básica de la vida.

Es que el hallazgo, publicado en la revista Nature, “es una evidencia convincente de la existencia primitiva de un clima en Marte similar al de la Tierra y presenta teorías “que invitan a la reflexión” sobre el origen de la vida en el Planeta Rojo”, dijo Amy Williams, geóloga de la Universidad de Florida que no participó en el estudio.

Condiciones favorables para la vida

Atónito por el extenso paisaje, el equipo de la misión del rover Curiosity de la NASA en Marte creó una interpretación artística de la vista del vehículo robótico en lo alto de una montaña marciana. (NASA/JPL-CALTECH)
Atónito por el extenso paisaje, el equipo de la misión del rover Curiosity de la NASA en Marte creó una interpretación artística de la vista del vehículo robótico en lo alto de una montaña marciana. (NASA/JPL-CALTECH)

La superficie de Marte, a diferencia de la de la Tierra, no se renueva constantemente por la tectónica de placas. Esto ha resultado en la preservación de enormes áreas de terreno notables por su abundancia de ríos y lagos fósiles que datan de miles de millones de años.

Desde 2012, el robot Curiosity de la NASA, el primer rover en explorar restos tan antiguos, ya había detectado la presencia de moléculas orgánicas simples que pueden formarse mediante procesos geológicos y biológicos.

Sin embargo, el surgimiento de formas de vida primitivas, según la hipótesis de los científicos, requiere inicialmente condiciones ambientales favorables para la organización espontánea de estas moléculas en compuestos orgánicos complejos. Tales condiciones son precisamente las que ha descubierto recientemente un equipo de investigación del Institut de Recherche en Astrophysique et Planétologie (CNRS/Université de Toulouse III - Paul Sabatier/CNES) y el Laboratoire de Géologie: Terre, Planètes, Environnement, junto con colegas estadounidenses y canadienses.

Ejemplo de una cuenca lacustre en Marte (centro) y el gran cañón de salida asociado, que se formó a partir de una inundación catastrófica. (EFE/Foto cedida por THEMIS (NASA/JPL)
Ejemplo de una cuenca lacustre en Marte (centro) y el gran cañón de salida asociado, que se formó a partir de una inundación catastrófica. (EFE/Foto cedida por THEMIS (NASA/JPL)

En la década de 1990, los satélites de la NASA que orbitan Marte comenzaron a capturar barrancos, deltas de ríos secos y depósitos sedimentarios en capas, todos los que requieren agua líquida para formarse. “Estas características geológicas sugieren que el antiguo clima marciano era mucho más cálido y húmedo de lo que es hoy”, afirmó Ashwin Vasavada, científico del proyecto del rover Curiosity en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA (JPL).

La pregunta es cómo el clima marciano primitivo pudo haber permitido que estas condiciones cálidas y húmedas persistieran durante el tiempo suficiente para que la vida se arraigara. Hoy, la atmósfera fría y delgada del planeta significa que la poca agua que tiene está encerrada en casquetes de hielo congelados o minerales en la corteza. Según Vasavada, las condiciones habrían sido incluso menos favorables hace miles de millones de años, cuando el Sol era mucho más tenue.

Algunos científicos creen que las erupciones volcánicas y los impactos de asteroides ocasionalmente inyectaron gases de efecto invernadero en la atmósfera, provocando breves períodos cálidos en un clima que, de otro modo, era frío y seco. Otros investigadores dicen que las características geológicas exigen un clima cálido y húmedo sostenido. “La geología marciana temprana no fue el resultado de un evento de calentamiento repentino y transitorio”, precisó Ramses Ramirez, científico planetario de la Universidad de Florida Central.

El rover Perseverance mirando a cámara para tomarse una selfie desde marte (NASA)
El rover Perseverance mirando a cámara para tomarse una selfie desde marte (NASA)

Ahora, el rover Curiosity ha descubierto patrones de grietas en forma de hexágono en rocas antiguas que se suman a la evidencia de un clima cálido sostenido. Se parecen a los patrones que se encuentran en la Tierra en lugares como el Valle de la Muerte, donde solo se forman después de años de ciclos húmedos y secos. Cuando estas grietas aparecen inicialmente, son cuadradas, con ángulos agudos en forma de T, explicó el autor principal William Rapin, científico planetario del Instituto Francés de Investigación en Astrofísica y Planetología.

Usando los instrumentos Mastcam y ChemCam en Curiosity, han descubierto depósitos de sales que forman un patrón hexagonal en capas sedimentarias que datan de hace 3.800 a 3.600 millones de años. Similares a los hexágonos observados en cuencas terrestres que se secan estacionalmente, son la primera evidencia fósil de un clima marciano sostenido, cíclico y regular con estaciones secas y húmedas. Es que cada vez que el lodo se rehidrata, las grietas se “curan”, solo para volver a abrirse cuando el suelo se seca nuevamente. Con el tiempo, los ángulos agudos se suavizan en forma de Y, produciendo los hexágonos característicos.

Es imposible hacer este patrón hexagonal sin períodos regulares de humedad y sequía”, indicó Rapin, quien cree que estos ciclos pueden haber persistido de forma estacional durante miles o millones de años. El hallazgo disipa la noción de que el Marte primitivo experimentó solo períodos esporádicos de calor causados por eventos catastróficos, ya que según el autor, no se puede hacer eso con volcanes o impactos de meteoritos.

“La geología marciana temprana no fue el resultado de un evento de calentamiento repentino y transitorio”, precisó Ramses Ramirez, científico planetario de la Universidad de Florida Central (NASA)
“La geología marciana temprana no fue el resultado de un evento de calentamiento repentino y transitorio”, precisó Ramses Ramirez, científico planetario de la Universidad de Florida Central (NASA)

Al permitir que las moléculas interactúen repetidamente a diferentes concentraciones, los experimentos de laboratorios independientes han demostrado que este tipo de entorno proporciona las condiciones ideales para la formación de complejos compuestos precursores y constituyentes de la vida, como el ARN.

Estas nuevas observaciones deberían permitir a los científicos echar un nuevo vistazo a las imágenes a gran escala obtenidas desde la órbita, que ya han identificado numerosos terrenos con una composición similar. Ahora saben dónde buscar rastros de los procesos naturales que dieron origen a la vida, de los que no quedan vestigios en la Tierra.

Tal ciclo húmedo-seco también podría haber ayudado a poner en marcha la vida. La vida tiende a usar largas cadenas de moléculas llamadas polímeros. Se requiere agua para construir estas cadenas, pero demasiada agua evitará que los componentes moleculares se peguen entre sí. El ciclo húmedo-seco, que logra un equilibrio entre las dos condiciones, podría haber sido clave para la “habitabilidad y el desarrollo de la vida”, dijo la autora del estudio Nina Lanza, científica planetaria del Laboratorio Nacional de Los Álamos.

“Es imposible hacer este patrón hexagonal sin períodos regulares de humedad y sequía”, indicó Rapin (Ilustración NASA vía Getty Images)
“Es imposible hacer este patrón hexagonal sin períodos regulares de humedad y sequía”, indicó Rapin (Ilustración NASA vía Getty Images)

Aún así, el descubrimiento produjo “más preguntas que respuestas”, dijo el autor del estudio, Edwin Kite, científico planetario de la Universidad de Chicago. Los científicos aún no saben, por ejemplo, qué hizo que el clima de Marte primitivo fuera tan cálido o por qué el planeta finalmente se secó para siempre.

Pero el descubrimiento de Curiosity podría avanzar en nuestra comprensión del origen de la vida en nuestro mundo. Tal como lo ve Rapin, las rocas antiguas de Marte tienen evidencia de qué se ha perdido en la Tierra. Así como los procesos geológicos en el Valle de la Muerte de la Tierra informaron el análisis de las grietas de lodo en Marte, también el conocimiento de Marte puede ayudar a los investigadores a comprender cómo comenzó la vida en nuestro propio planeta azul.

“El origen de la vida sigue siendo un misterio. Podríamos ir a Marte para ayudar a resolver ese misterio”, concluyó Rapin.

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