Después de revelar imágenes inéditas de galaxias, cúmulos estelares, exoplanetas ubicados a millones de años luz, y hasta los propios mundos vecinos en nuestro Sistema Solar el poderoso telescopio espacial James Webb (JWST) cumplió un año de intenso servicio para alegría y asombro de la comunidad científica mundial y de los millones de admiradores de este espectacular observatorio.
El James Webb es el más avanzado telescopio espacial, un proyecto liderado por la NASA con la colaboración de la Agencias Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial de Canadá (CSA).
El 25 de diciembre de 2021 el instrumento de observación más grande y potente construido por la humanidad, fue lanzado desde la Guyana Francesa en el confiable cohete europeo Ariane 5. Luego ingenieros, astrónomos, físicos y cientos de otros científicos han trabajado durante casi siete meses para ponerlo a punto, para que un 12 de julio de 2022 develara la primera imagen de un cúmulo estelar.
En este año, el telescopio ha acumulado una enorme cantidad de datos e imágenes que todavía están sin procesar y prometen brindar más conocimiento y certezas del Universo.
A modo de celebración, la NASA invitó a algunos pocos medios internacionales a conocer más detalles del JWST. Por eso, en forma exclusiva, Infobae pudo dialogar con la astrofísica Begoña Vila Costas, ingeniera jefa de sistemas del telescopio James Webb en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA.
“Llevo 17 años trabajando en el proyecto del James Webb y en el último año hemos comenzado a revolucionar las vistas del Universo y a generar un asombro mundial respecto a las imágenes que está captando el telescopio espacial”, explicó Vila Costas.
Tras licenciarse en la Universidad de Santiago en España, pasar por el Instituto de Astrofísica de Canarias y doctorarse en Reino Unido, en 2006 se trasladó con su familia a Canadá, lugar donde comenzó a trabajar en la empresa COM DEV (actualmente Honeywell) que contribuía con la Agencia Espacial Canadiense (CSA) para el proyecto Webb.
La astrofísica trabajaba con sensor de guía (FGS, Fine Guidance Sensor) que se encarga de apuntar y mantener al observatorio estable para que otros instrumentos puedan tomar imágenes y espectros correctamente, y de una cámara-espectrógrafo (NIRISS, Near Infrared Imager and Slitless Spectrograph) con la que se analizan exoplanetas y las primeras galaxias y estrellas que se formaron después del Big Bang.
Su trabajo fue perfeccionándose hasta que la NASA directamente la contrató para que trabajara en el Centro de Vuelo Espacial Goddard.
-¿Qué significa este telescopio para los científicos?
Vila Costas: -Este telescopio nos ha dado una vista del Universo que no teníamos dado que el aparato trabaja con una sensibilidad increíble. Ha podido observar las primeras estrellas y galaxias del cosmos. También ha revelado grandes e importantes fotografías sobre nuestros vecinos planetas del Sistema Solar y sus asombrosos anillos.
- ¿Qué fue lo que más la ha asombrado?
- Nos ha mostrado las galaxias más jóvenes 300 o 400 millones de años luz después del Big Bang, comprobándose que tienen más masa que los modelos que teníamos haga ahora. También nos permite afinar nuestra búsqueda de exoplanetas en zonas potencialmente habitables, hecho que nos entusiasma mucho.
- ¿Cuánto va a durar el JWST?
- Si bien el requerimiento de trabajo del telescopio fue para durar 5 años, lo diseñamos para que esté operativo por 10. Pero el lanzamiento y la colocación del mismo en el punto Lagrange 2 (1,5 millones de kilómetros), a casi cuatro veces la distancia a la Luna, permitió no gastar mucho combustible en su posicionamiento orbital, por lo que podrá maniobrarse y hacer correcciones orbitales durante los próximos 20 años.
- ¿Cuál es el próximo paso de la NASA?
- Así como cuando trabajábamos con el Hubble, ya estábamos pensando en el Webb, ahora que operamos este nuevo telescopio, ya estamos planeando otro. Se tratará del Observatorio Nancy Grace Norman, telescopio de 2,4 metros, que tendrá como objetivo “cazar” energía oscura y exoplanetas. Su lanzamiento está programado para 2027.
- ¿Cuál es su mayor deseo con el Webb?
- Espero que este telescopio y sus imágenes sean una inspiración para las nuevas generaciones, para que más niños estudien ciencia y se interesen por los misterios del Universo.
Un telescopio revolucionario
El investigador del CONICET Marcelo Miller Bertolami, quien se desempeña en el Instituto de Astrofísica de La Plata precisó a Infobae la relevancia que tiene el telescopio espacial James Webb. “La importancia del JWST es difícil de exagerar y como todo telescopio nuevo también difícil de predecir todo lo que vamos a aprender con él”, indicó el doctor en Astronomía.
“El objetivo principal con el que fue concebido es el de estudiar las primeras estrellas y galaxias, es decir las galaxias y estrellas que se formaron en las primeras etapas del universo. Y también observar la formación de estrellas y planetas al día de hoy, en nuestra galaxia”, agregó el experto.
“Para conseguir esto el JWST es un telescopio enorme. El espejo principal, que es el encargado de juntar la luz está compuesto de 18 hexágonos de más de un metro de ancho, lo que hace una superficie de más de 25 metros cuadrados. Eso le permite observar objetos muy débiles y distantes. Además, como el objetivo es ver objetos en las primeras etapas del universo y estrellas y planetas en formación en nuestra galaxia, la sensibilidad del telescopio está enfocada en luz roja e infrarroja”, indicó Miller Bertolami.
Y precisó: “Para el estudio de las primeras estrellas y galaxias eso es necesario porque la luz que nos llega desde las primeras etapas del Universo nos llega “corrida al rojo” (en longitudes de onda más largas de en las que fue emitida) debido a la expansión del Universo. En el caso de las estrellas y planetas en formación el motivo es otro, durante la formación los planetas y estrellas en general estar rodeados de mucho polvo que las oscurecen en luz visible, mirando en el infrarrojo cercano es posible penetrar esas nubes de polvo para estudiar los procesos de formación estelar y planetaria”.
“Y la otra característica del James Webb es un telescopio espacial, que no está afectado por la atmósfera terrestre, por un lado esto le permite tener muchísima mayor nitidez que un telescopio en tierra y por otro le permite observar en frecuencias del infrarrojo que no se pueden observar desde tierra porque la atmósfera las absorbe. En comparación con el Telescopio Espacial Hubble está puesto mucho más lejos de la Tierra”, concluyó el astrónomo.
Festejo con una gran foto
Para conmemorar la finalización de “un exitoso primer año” de este telescopio, la agencia espacial estadounidense NASA ha publicado la imagen de una pequeña región de formación de estrellas en el complejo de nubes Rho Ophiuchi.
Esta muestra el nacimiento de estrellas “como nunca antes se había visto, lleno de texturas detalladas de aspecto impresionista”, resume la NASA en un comunicado. La foto presenta la región de formación estelar más cercana a nosotros. Su proximidad, a 390 años luz de distancia, permite obtener un primer plano muy detallado.
La imagen del Webb muestra una región que contiene unas 50 estrellas jóvenes, todas ellas similares en masa al Sol, o más pequeñas. Las regiones más oscuras son las más densas, allí donde el polvo espeso envuelve a las protoestrellas en formación.
“Enormes chorros bipolares de hidrógeno molecular, representados en color rojo, dominan la imagen, y aparecen horizontalmente de un lado a otro en el tercio superior y verticalmente en el lado derecho”, describe la NASA.
Estos chorros ocurren cuando una estrella estalla por primera vez a través de su envoltura natal de polvo cósmico, “lanzando al espacio un par de chorros opuestos como un recién nacido que extiende sus brazos hacia el mundo por primera vez”.
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