El aspartamo es un edulcorante artificial 200 veces más dulce que el azúcar que está ampliamente utilizado en diferentes alimentos y bebidas desde la década de 1980. Se encuentra en refrescos dietéticos como la Coca Cola diet y otras gaseosas, chicles o goma de mascar, gelatina, helados, productos lácteos como el yogur, cereales de desayuno, dentífrico y medicamentos como pastillas para la tos y vitaminas masticables.
Al revisar los últimos estudios científicos publicados sobre el aspartamo, dos grupos de expertos vinculados con la Organización Mundial de la Salud (OMS) evaluaron la posible peligrosidad carcinógena y otros riesgos para la salud asociados al consumo de aspartamo. Por un lado, el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) clasificó al aspartamo como “posiblemente carcinógeno para los seres humanos” (es la categoría Grupo 2B en su sistema de clasificación), tras establecer que hay “evidencia limitada” sobre su carcinogenicidad en los seres humanos. Lo publicó en la revista The Lancet Oncology.
La epidemióloga Mary Schubauer-Berigan, líder del programa de Monografías de la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC), indicó que según los expertos que analizaron la evidencia científica, hay algunas pruebas de que puede causar cáncer a los humanos pero por el momento están lejos de ser concluyentes.
Por otro lado, el Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) concluyó que los datos evaluados indicaban que no había ninguna razón suficiente para cambiar la ingesta diaria admisible previamente establecida de 0 a 40 mg por kilo de peso corporal para el aspartamo.
¿Cuánto aspartamo se puede consumir?
La seguridad del aspartamo había sido evaluada por primera vez en 1981 por el Comité JECFA. En ese momento se estableció que la ingesta diaria admisible es de hasta 40 miligramos del aspartamo por kilo de peso corporal al día.
Esto supone unos 2,8 gramos (equivalente a 2800 miligramos) de aspartamo para un adulto de 70 kilos. Ahora, el Comité de expertos de la OMS y la FAO reafirmó que el consumo de una cantidad diaria que esté dentro de este límite es seguro.
Por ejemplo, con una lata de bebida que contenga 200 o 300 miligramos de aspartamo, un adulto que pesa 70 kilos necesitaría consumir más de 9 a 14 latas al día para exceder la ingesta diaria admisible, esto siempre y cuando no se consuman otros alimentos que también incluyan ese aditivo.
En el caso de un niño de unos 20 kilos, el consumo máximo aconsejable sería de 800 miligramos, es decir de dos a tres latas, según se explicó en la conferencia de prensa en la que se presentaron los resultados de los estudios de la OMS.
Como en cada producto de la misma categoría -en este caso bebidas gaseosas- puede variar mucho la cantidad de edulcorante incluida por el fabricante, lo recomendable es leer las etiquetas de los envases. Por ejemplo, la botella chica de Coca Cola Light de 200 ml que se comercializa en Argentina y en América Latina contiene 0,024% de aspartamo, según la tabla de información nutricional informada en el producto.
En diálogo con Infobae, Ana Cáceres, presidenta de la Federación Argentina de Graduados en Nutrición (Fagran) consideró que la publicación de la OMS “hace foco en la necesidad de seguir estudiando el aspartamo y su consumo, para comprender mejor si constituye un peligro carcinógeno. Si bien la evidencia no resulta concluyente, la realidad es que tampoco tenemos evidencia demuestra que sean verdaderamente inocuos”.
“Como nutricionista, mi recomendación es disminuir y/o evitar el consumo de productos que contengan azúcares en exceso y edulcorantes, como aspartamo y otros. También se debería trabajar sobre los hábitos de “endulzar” infusiones y otras bebidas”, dijo. Es decir, se debería intentar recuperar los sabores reales, sin agregado de endulzante.
Para la experta, la atención no solo debe estar sobre el edulcorante. Se debería prestar más atención a los sellos de advertencia y a las leyendas precautorias que ya rigen en varios países, como la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable en la Argentina.
La elección de los alimentos por consumir debería comenzar por productos naturales o minimamente procesados. “Se debería priorizar las preparaciones caseras donde se pueden reemplazar los endulzantes por el agregado de frutas enteras, o miel, que además de endulzar aportan otros nutrientes”, afirmó Cáceres.
En tanto, consultado por Infobae Silvio Schraier, médico y vicedirector Carrera de Especialización en Nutrición de la Fundación Barceló, comentó: “El aspartamo fue clasificado como posiblemente cancerígeno. Pero hay que tener en cuenta que en la misma categoría también están las bebidas muy calientes”.
“Desde 1981 se hizo una evaluación sobre el aspartamo y se determinó cuál era la ingesta diaria aceptable. Pero por varios motivos el consumo diario está muy por debajo de la ingesta aceptable”, señaló Schraier. “La mayoría de los productos que consumimos combinan diferentes edulcorantes. Por eso, a la hora de ingerir esos productos, no se llega al límite de la ingesta aceptable”, agregó.
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