El COVID-19 ya no es una emergencia sanitaria global, según lo declaró hace un mes la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, la enseñanza que que dejó la crisis desatada por la pandemia, lleva a que los científicos sigan estudiando la enfermedad.
Además, según ha advertido también la agencia mundial, el mundo puede verse expuesto a una nueva amenaza vírica más tarde o más temprano, por lo que todo conocimiento que se sume en la materia será de utilidad. Es el caso de un reciente hallazgo realizado por investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), quienes descubrieron un polímero natural con potente efecto antiviral in vivo frente al SARS-CoV-2.
“El coronavirus humano emergente SARS-CoV-2 y su resistencia a los medicamentos actuales hacen que la necesidad de nuevos tratamientos potentes para los pacientes con COVID-19 sea muy necesaria —publicaron los autores del trabajo en la revista Frontiers in Microbiology—. Los polisacáridos de sulfato de dextrano (DS) han demostrado durante mucho tiempo actividad antiviral contra diferentes virus envueltos in vitro. Sin embargo, su escasa biodisponibilidad ha llevado a su abandono como candidatos antivirales”.
Es que desde hace décadas se conoce el efecto antiviral in vitro de muchos polímeros aniónicos sobre virus con envuelta, como el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) o el virus herpes simplex (HSV). Sin embargo, su baja biodisponibilidad, es decir, la dificultad para que estas sustancias alcanzaran, sin degradarse, las zonas infectadas, hizo que decayera la investigación de este tipo de polímeros como antivirales.
Durante la pandemia se dispararon miles de investigaciones con diversas hipótesis para seguir la pista de un tratamiento eficaz frente a un virus desconocido hasta ese entonces, como el SARS-COV-2, que causaba infecciones pulmonares y el colapso del organismo de los contagiados. En especial en las poblaciones de adultos mayores, en personas con comorbilidades (como diabetes, hipertensión, pacientes oncológicos, cardíacos, obesos, entre otros) y que dejaba a las Unidades de Terapia Intensiva (UTI) colapsadas sin protocolo alguno para la asistencia de estos pacientes.
Ahora, el equipo de José Antonio López Guerrero y Raquel Bello-Morales, de la UAM, se planteó que, si eran inhalados, quizá estos polímeros podrían llegar al tejido pulmonar sin degradarse e impedir la entrada de los virus en las células del pulmón.
En ensayos en ratones en el laboratorio de bioseguridad nivel 3 del Animalario del CBMSO, los autores avalaron su hipótesis. Para eso emplearon un polímero (dextrán sulfato) producido por la bacteria láctica Leuconostoc mesenteroides, que inhibió la infección de los ratones inoculados con coronavirus.
Además, los investigadores creen probable que el dextrán sulfato pueda ser eficaz también frente a otros virus respiratorios, como el virus de la gripe o el virus respiratorio sincitial, tal como sugirieron los autores en la publicación.
De hecho, el estudio ha probado la eficacia antiviral del polímero no sólo frente a coronavirus, sino también frente a otros virus con envuelta, aunque queda por verificar si estas sustancias son inocuas y eficaces en humanos, lo que el equipo investigador prevé hacer a largo plazo.
Además de los científicos del Laboratorio de Neurovirología de la UAM, el estudio contó con el aporte de investigadores del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBMSO), de la Universidad Autónoma de Barcelona, de la Universidad de Lleida y del Centro Nacional de Biotecnología (CNB).
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