La NASA fotografió el lugar dónde se estrelló la sonda japonesa que intentó alunizar el mes pasado

La agencia aeroespacial estadounidense obtuvo una serie de imágenes con su orbitador lunar LRO. Los directivos japoneses admitieron que falló el software de la nave y que volverán a intentarlo el año próximo

El módulo japonés, de unos 2,3 metros de altura y 2,6 de largo, fue lanzado el 11 de diciembre de 2022 en el marco de la Hakuto-1 Mission 1 (Fuente)

La NASA publicó una serie de imágenes donde se muestra lo que parecen ser restos de la sonda japonesa Hakuto-R, que se estrelló en la Luna mientras intentaba hacer un aterrizaje pionero hace un mes.

Las imágenes, tomadas por la sonda Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) en el área donde estaba previsto que aterrizara el dispositivo, muestran al menos cuatro objetos sobre la superficie lunar que se cree que podrían ser partes del módulo de aterrizaje nipón.

El módulo japonés, de unos 2,3 metros de altura y 2,6 de largo, fue lanzado el 11 de diciembre de 2022 en el marco de la Hakuto-1 Mission 1, de la empresa ispace, que aspiraba a convertirse en la primera misión privada del mundo en realizar un alunizaje. Tras varios meses de viaje, el artefacto comenzó un descenso controlado para aterrizar cerca del cráter Atlas del satélite natural de la Tierra, una operación que debería haber culminado el pasado 25 de abril, hora japonesa, según lo previsto por la firma.

Originalmente, se suponía que la nave espacial de la compañía ispace aterrizaría en una llanura plana

La empresa perdió el contacto con la sonda durante el descenso por alguna “anomalía” y un día después dio por fallida la misión. Ese mismo 26 de abril, la sonda LRO de la NASA tomó diez imágenes en torno al área prevista de aterrizaje y usando imágenes tomadas antes del intento de alunizaje, el equipo comenzó a buscar el aparato, según explicaron en un comunicado.

El equipo de científicos “identificó un cambio superficial inusual cerca del lugar de aterrizaje”, en concreto, “cuatro piezas prominentes de escombros y varios pequeños cambios” en la superficie, detallaron.

A través de sus análisis, consideran que estas variaciones podrían ser “un pequeño cráter o diferentes partes del cuerpo del módulo de aterrizaje” japonés, aunque tienen previsto seguir analizando más a fondo el lugar mediante “observaciones adicionales bajo diversas condiciones de iluminación y ángulos de visión”, añadieron.

Ispace enfatizó que la misión completó con éxito ocho de los nueve hitos de la misión y solo falló en las etapas finales de su descenso motorizado

Éxito a pesar del fracaso

Los representantes de ispace, con sede en Tokio, que construyó la nave espacial, revelaron que la característica inesperada del terreno llevó a la computadora a bordo del módulo de aterrizaje a decidir que su medición de altitud era incorrecta y confiar en un cálculo basado en su altitud esperada en ese punto de la misión. Como resultado, la computadora estaba convencida de que la sonda estaba más baja de lo que realmente estaba, lo que provocó el accidente el 25 de abril.

“Si bien el módulo de aterrizaje estimó que su propia altitud era cero, o en la superficie lunar, más tarde se determinó que estaba a una altitud de aproximadamente 5 km [3,1 millas] sobre la superficie lunar”, precisó la empresa ispace en un comunicado publicado ayer. “Después de llegar a la hora de aterrizaje programada, el módulo de aterrizaje continuó descendiendo a baja velocidad hasta que el sistema de propulsión se quedó sin combustible. En ese momento, el descenso controlado del módulo de aterrizaje cesó y se cree que cayó en caída libre a la luna superficie”, agregó.

La empresa culpó el problema a fallas de software y un cambio de ubicación de último minuto. Originalmente, se suponía que la nave espacial de la compañía ispace aterrizaría en una llanura plana, pero el objetivo se cambió a un cráter antes del lanzamiento de la nave en diciembre. Los directivos de la firma privada dijeron que el acantilado abrupto del cráter aparentemente confundió el software a bordo, y la nave espacial de 2 metros entró en caída libre desde menos de 5 kilómetros de altura, estrellándose contra la superficie lunar.

Los restos de la sonda esparcidos en la superficie selenita y fotografiados por la NASA

El CEO y fundador de la empresa, Takeshi Hakamada, dijo que la compañía todavía está en camino de intentar otro alunizaje en 2024, y que todas las lecciones aprendidas se incorporarán en el próximo intento. Se planea un tercer intento de alunizaje para 2025. Si tiene éxito, ispace será la primera empresa privada en llevar una nave espacial a la superficie lunar. Sólo tres gobiernos lo han logrado: Rusia, Estados Unidos y China. Una organización israelí sin fines de lucro lo intentó en 2019, pero su intento también terminó mal.

Ispace enfatizó que la misión completó con éxito ocho de los nueve hitos de la misión y solo falló en las etapas finales de su descenso motorizado. El percance, dijeron los representantes de la compañía, no afectará los lanzamientos de ispace en 2024 y 2025, respectivamente.

Fundada en 2010, ispace se define como una empresa “global” cuya visión es “expandir el planeta” y “expandir el futuro” a partir de acciones concretas como ofrecer servicios de transporte de alta frecuencia y bajo coste entre la Tierra y la Luna. La firma cuenta con oficinas en Japón, Luxemburgo y Estados Unidos, y tiene proyectos conjuntos con la NASA y la Agencia Espacial Europea.

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