El impulso que le está brindando la plataforma de ARN mensajero a la ciencia sorprende casi a diario. Se trata de una tecnología que dejó en evidencia su importancia durante la pandemia —plasmada en la eficacia y seguridad de las vacunas contra el COVID-19— y ya muestra resultados más que alentadores contra un gran número de enfermedades. Desde el cáncer a otras patologías sin cura o tratamientos, esta plataforma se ha convertido en una verdadera revolución para la salud humana.
Moderna es una de las biopharma que se encuentra en pleno avance hacia una nueva frontera para la salud. Con un gran número de ensayos clínicos a lo largo y ancho de todo el planeta, y el foco en distintas enfermedades, las noticias relacionadas con el ARNm están en una senda que posiciona a esta plataforma como un antes y un después en la humanidad.
Ahora, en un adelanto exclusivo a Infobae, Moderna señaló que un tratamiento experimental realizado con ARNm (denominado como mRNA-3927) mostró primeros datos promisorios para la acidemia propiónica (PA, por sus siglas en inglés), una patología que se origina por “las mutaciones en los genes PCCA y PCCB”.
Los datos del ensayo fueron presentados en la Reunión Anual 2023 de la Sociedad Americana de Terapia Génica y Celular (ASGCT). Esta Fase I/II se configuró como un estudio abierto multicéntrico diseñado para evaluar la seguridad, la farmacodinámica y la farmacocinética de mRNA-3927 en participantes de un año o más con acidemia propiónica (AP) confirmada genéticamente.
Esta enfermedad genética se trata de un trastorno metabólico hereditario raro, grave, con una morbilidad y mortalidad significativas, que afecta a una de cada 100,000 a 150,000 personas en todo el mundo.
“Los errores congénitos del metabolismo son trastornos genéticos raros que alteran la forma en que el cuerpo metaboliza o descompone los alimentos. A menudo, son causados por enzimas o proteínas faltantes o que no funcionan completamente”, explicaron desde Moderna en adelanto a Infobae. Al tiempo que resaltaron que “estos trastornos suelen afectar a los niños a una edad temprana”.
Según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), estos genes, que en la patología se presentan mutados, “proporcionan instrucciones para producir dos partes (subunidades) de una enzima llamada propionil-CoA carboxilasa, que desempeña un papel en la descomposición normal de las proteínas”. Particularmente, esta enzima procesa varios aminoácidos y ayuda a descomponer ciertos tipos de grasa y colesterol en el cuerpo.
Cuando estas mutaciones genéticas tienen lugar, se interrumpe la función de la enzima y, por consiguiente, no se logra la descomposición normal de estas moléculas.
El resultado: compuestos como la sustancia llamada propionil-CoA, entre otros, logran acumularse en el organismo provocando lesiones el cerebro y el sistema nervioso, lo que genera graves problemas de salud asociados con la misma patología.
Lo cierto es que la acidemia propiónica se caracteriza por episodios metabólicos descompensados recurrentes potencialmente mortales y complicaciones multisistémica.
Es decir que, cuando estas sustancias llegan a niveles tóxicos, aparecen descompensaciones que pueden generar manifestaciones neurológicas, miocardiopatía, arritmias, retraso en el crecimiento, pancreatitis recurrente, supresión de la médula ósea y predisposición a infecciones. Es más, a largo plazo, se presentan complicaciones multiorgánicas, entre otras consecuencias.
Los detalles de la terapia de ARNm que mostró resultados alentadores
En un adelanto exclusivo a Infobae, los expertos de Moderna detallaron que los resultados de la Fase I/II, que se realizó en un total de 16 participantes, de más de un año, mostraron resultados alentadores. “Tras el inicio del tratamiento con mRNA-3927, la mayoría de los participantes que habían notificado episodios de descompensación metabólica (EDM) en los 12 meses anteriores a la administración de la dosis tuvieron una incidencia menor o no presentaron episodios de descompensación metabólica después del tratamiento”.
Asimismo, desde la biopharma señalaron que el ensayo utilizó “un enfoque de escalada de dosis para evaluar la administración intravenosa” de la droga, la cual en la dosificación inicial fue cada 3 semanas y en las posteriores cada 2. En total, para poder avanzar en el estudio, los voluntarios debían recibir un total de 10 dosis.
En la primera etapa, se buscó conocer la seguridad y la tolerabilidad, mientras que en la segunda fue farmacología, evaluación de posibles biomarcadores plasmáticos y la frecuencia y duración de los episodios de descompensación metabólica (EDM).
Dicho de otro, un poco más sencillo, en esta primera etapa (que fueron unas 10 dosis) se analizó qué tan seguro y tolerable era el tratamiento, es por eso que se analizaron los efectos secundarios, mientras que en la segunda comenzaron a analizar cuál era la proporción “ideal” de la droga para los pacientes, qué indicios dejó en la sangre de los voluntarios y, además, con qué frecuencia surgían estas descompensaciones con resultados tan sombríos.
“No se han producido toxicidades limitantes de la dosis ni interrupciones del estudio debidas a acontecimientos adversos emergentes del tratamiento (”TEAEs“, por sus siglas en inglés) relacionados con el fármaco”, indicaron desde Moderna al señalar los efectos secundarios. Mientras que resaltaron la presencia de “acontecimientos adversos graves (”SAE”, por sus siglas en inglés) en ocho participantes”, siendo que “la mayoría estaban relacionados con la acidemia propiónica y no tenían relación con el ARNm-3927″. Asimismo, indicaron que “la mayoría de los eventos ocurrieron en las primeras dosis”.
En ese sentido, el doctor Kyle Holen, M.D., Vicepresidente Senior y Jefe de Desarrollo, Terapéutica y Oncología de Moderna, afirmó: “Seguimos observando resultados alentadores con mRNA-3927 a medida que ingresamos a la fase de expansión de dosis, donde evaluaremos aún más la seguridad, eficacia y determinaremos la dosis recomendada para futuros estudios clínicos”.
Según el informe que Moderna publicó globalmente luego del adelanto a Infobae, “hasta la fecha, un total de 16 participantes han recibido dosis de mRNA-3927 en cinco cohortes de dosis. De estos, 11 participantes completaron el estudio y se inscribieron en el estudio de extensión de etiqueta abierta, y cinco participantes fueron tratados con mRNA-3927 durante más de un año. En total, se administraron más de 280 dosis de mRNA-3927 en ambos estudios, lo que representa una experiencia de tratamiento de más de 13 años-paciente”.
“Este es el primer ensayo clínico que informa resultados de una terapia de ARNm para la sustitución de proteínas intracelulares, y hasta la fecha tenemos más de 13 años de experiencia en tratamiento de pacientes”, recalcó Holen y concluyó: “Esperamos continuar nuestros esfuerzos para explorar el potencial terapéutico de nuestra plataforma de ARNm para la propionic acidemia y otras enfermedades raras”.
ARN mensajero: el inicio de cambio en el paradigma de la salud
Moderna ya se posiciona como una de las empresas farmacéuticas más innovadoras de la mano de la plataforma de ARNm. El doctor Paul Burton, una de las mentes científicas más brillantes del mundo detrás de este éxito, había adelantado en Infobae que ya se preparaban para enfrentar y combatir otras enfermedades.
“Fuimos todos atrás de un sueño y lo hicimos realidad con la plataforma ARN mensajero. Hoy estamos escribiendo una nueva medicina, transformando las actuales terapias para brindar respuestas a enfermedades que no la tienen. El futuro es nuestro”, expresó, con una mezcla de contundencia y amabilidad, el director médico de Moderna en una videollamada.
Según adelantó, desde la empresa cuentan con un “portafolio que apunta a abordar enfermedades infecciosas que causan cargas considerables para la salud, incluidos virus respiratorios, virus latentes, amenazas para la salud mundial y ahora norovirus y enfermedad de Lyme”
Incluso, señaló que “Moderna está avanzando en siete vacunas candidatas contra cinco virus que causan infecciones latentes, cinco de las cuales están en ensayos clínicos”.
“Los virus latentes pueden reactivarse y causar síntomas clínicos en momentos de estrés o cuando la inmunidad se ve comprometida. La capacidad de latencia es una característica definitoria del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y los miembros de la familia Herpesviridae, incluidos el citomegalovirus (CMV), el virus de Epstein-Barr (EBV), el virus Varicela-Zoster (VZV) y el virus del herpes simple (HSV)”, explicó Burton.
“No hay límites. La transformación de la medicina llegó con la plataforma ARN mensajero. Y estamos muy esperanzados en aportar soluciones concretas a la salud de millones de personas en los próximos años”, concluyó Burton.
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