A lo largo de la historia, miles de mujeres han tenido que luchar para abrirse paso en el campo de las ciencias y, especialmente, las matemáticas, un entorno tradicionalmente masculino y vetado para ellas.
Hoy 12 de mayo se celebra el Día de las Mujeres en las Matemáticas, en honor al nacimiento de Maryam Mirzakhani, quien fuera la primera y única mujer, hasta el momento, en recibir la Medalla Fields. El hecho tuvo lugar en 2014 y fue por sus contribuciones sobresalientes a la dinámica y la geometría de las superficies de Riemann y sus espacios de módulo. Incluso, este hecho la posicionó, además, como la primera mujer iraní en ser reconocida por sus logros matemáticos.
Sumida durante siglos a una práctica dedicada solo a los hombres, la matemática ha sido un terreno históricamente dominado por varones desde la Antigüedad. Infobae hizo un recorrido histórico por las mujeres que se enfrentaron a las incógnitas de esta ciencia, pero también a los prejuicios de sus tiempos.
Hipatia de Alejandría es considerada la primera mujer especializada en matemática sobre la cual se tienen datos concretos. Fue una erudita de esta ciencia: escribió sobre geometría, álgebra y astronomía. Se cree que colaboró con su padre en una revisión de los Elementos de Euclides y que hizo comentarios a la Aritmética de Diofanto y de las Secciones Cónicas de Apolonio.
Era hija y discípula del astrónomo Teón, nació en Alejandría entre el 355 o 370, y murió asesinada, aparentemente, por motivos políticos o religiosos entre 415 o 416. No se conservan sus obras, pero se sabe de ella por sus discípulos. Hipatia también se dedicó a la filosofía, disciplina que enseñó y la convirtió en una verdadera figura destacada. Un rol que se buscó reivindicar sobre todo en el último tiempo, desde la ciencia y desde algunos movimientos feministas.
Posteriormente en el siglo XVIII, Siglo de las Luces, otras mujeres destacaban en esta disciplina, aunque en la sombra. Este es el caso de Maria Agnesi, que descubrió la curva de Agnesi, Émilie du Châtelet, que tradujo al francés y comentó las obras de Newton y Sophie Germain, quien tuvo que suplantar la identidad de un hombre (Monsieur LeBlanc) para poder acceder a la Escuela Politécnica de París.
Germain, que nació en Francia en 1776 y falleció en 1831, fue una matemática autodidacta que realizó numerosos aportes a la teoría de los números y la elasticidad. Se dedicó al estudio de lo que se conoce como los números primos de Germain. También hizo importantes aportes al último teorema de Fermat, sobre números primos y en geometría incorporó el concepto de curvatura media de una superficie.
Son importantes sus aportes sobre el último teorema de Fermat y los números primos (de hecho, hay un tipo de números primos que se denomina primos de Germain). También es interesante destacar que introdujo el concepto de curvatura media de una superficie en geometría.
Para difundir sus conocimientos y escribirle a destacados matemáticos de aquella época utilizó el pseudónimo Monsieur LeBlanc, pues temía que si se presentaba como mujer no tuvieran en cuenta sus aportes, por el machismo imperante en aquel entonces.
Ada Lovelace, que nació el 10 de diciembre de 1815 fue una erudita de las matemáticas y la primera mujer programadora de la historia por su aporte a la máquina analítica, ideada por Charles Babbage.
Lovelace escribió el primer algoritmo pensado para la máquina que el matemático diseñó pero que no llegó a construir. En su texto, describe en detalle la forma en las cuales las tarjetas perforadas podrían construir una secuencia numérica en la máquina. Ese código es considerado el primer algoritmo pensado para ser ejecutado por una máquina. Y así fue que Ada Lovelace se convirtió en la primera mujer programadora de la historia.
Sofia Kovalevskaya nació en Rusia el 15 de enero de 1850 y falleció, en Estocolmo, el 10 de febrero de 1891. Fue una destacada matemática, que hizo importantes contribuciones en relación a las ecuaciones diferenciales y la mecánica. Entre sus trabajos, se destaca: “Sobre la teoría de las ecuaciones diferenciales”, que se publicó en el Journal de Crelle, y el texto: “Sobre la rotación de un cuerpo sólido alrededor de un punto fijo”.
Más tarde, Emmy Noether (1882-1935) considerada la madre del álgebra abstracta fue, según Albert Einstein, “un genio matemático”. Ya en el siglo XX, Mary Cartwright, que formuló el teorema de Cartwright fue la primera mujer presidenta de la Sociedad Matemática de Londres.
También es de destacar a Katherine Johnson, que nació el 26 de agosto de 1918 y falleció el 24 de febrero de 2020. Fue una matemática y física brillante que en los años 60, calculó la trayectoria de los cohetes en los programas espaciales Mercurio. Sus números lograron que John Glenn se convirtiera en el primer estadounidense en orbitar alrededor de la Tierra. También desempeñó un rol clave en la misión Apolo 11, que desembocó en el primer alunizaje.
En Estados Unidos, la pionera en presidir la Sociedad Matemática Americana fue Julia Bowman Robinson, conocida por su trabajo en ecuaciones diofánticas y en decidibilidad. Agnes Meyer Driscoll, también conocida como Madame X, fue una destacada criptoanalista estadounidense que tuvo un rol clave durante la Segunda Guerra Mundial. Nació el 24 de julio de 1889 y falleció el 16 de septiembre de 1971. Su papel en la guerra se analiza en el libro Code Girls: the untold story of the American women code breakers of World War II, escrito por Liza Mundy.
La joven obtuvo una licenciatura en Matemática y Física de la Universidad Estatal de Ohio. También estudió estadística, música e idiomas. En 1935 decodificó el sistema de encriptación japonés llamado Naranja o M-1 y eso le permitió descubrir, entre otras cosas, que había espías estadounidenses que estaban compartiendo información confidencial con Japón. Y en España, Isabel Fernández, que ha centrado su investigación en superficies de curvatura media constante, fue en 2010 la primera mujer española invitada como conferenciante al Congreso Internacional de Matemáticos.
Volviendo a citar a Maryam Mirzakhani, la científica iraní fue la primera mujer ganadora de la medalla Fields, considerada el premio Nobel de las Matemáticas. Nació el 12 de mayo de 1977, en Teherán y falleció en 2017, con apenas 40 años, por un cáncer de mama. La medalla Fields premia cada cuatro años por sus descubrimientos sobresalientes a un máximo de cuatro matemáticos menores de 40 años y Mirzakhani fue reconocida por sus “impresionantes avances en la teoría de las superficies de Riemann y sus espacios modulares”.
La revista Nature la seleccionó como uno de los 10 científicos/as más influyentes en 2014 y la bautizó como “exploradora de superficies”. Estudió varios temas de sistemas dinámicos y geometría, pero se especializó en la comprensión de la simetría de las superficies. Sus más célebres contribuciones tratan sobre el llamado problema de los billares, que estudia el movimiento de una bola en una mesa de billar.
Y en 2019 la norteamericana Karen Uhlenbeck se ha convertido en la primera mujer en ganar el Premio Abel de matemáticas, un galardón de prestigio equivalente a los Nobel en otras disciplinas, por “el impacto fundamental de su trabajo en las áreas de análisis, geometría y física matemática”, según ha destacado la Academia Noruega de Ciencias y Letras.
La profesora de la Universidad de Texas en Austin (EEUU) y defensora de la igualdad de género en ciencia, ha sentado las bases para modelos geométricos contemporáneos en física y matemáticas. Su conocimiento de las ecuaciones diferenciales y de técnicas geométricas le permitió entender de forma intuitiva un fenómeno conocido como bubbling o pompas de jabón. La segunda de sus contribuciones fundamentales es en el ámbito de los sistemas integrales, un ámbito que tiene que ver con solventar ecuaciones diferenciales en problemas físicos, como las trayectorias de los satélites o controlar el movimiento de un satélite.
Matemáticas en Argentina
En la Argentina, entre muchas otras, se han destacado como matemáticas Regina Burachik, Graciela Chichilnisky, Claudia Sagastizábal, Rebeca Guber, Cora Ratto, Cora Sadosky, Patricia Sadovsky, y Alicia Dickenstein.
“Históricamente las mujeres no solo han sido relegadas en las carreras como matemáticas sino que para algunas personas está mal visto que se dediquen a trabajar en ese campo. Ahora se le está dando más visibilidad a la presencia de las matemáticas y a sus contribuciones a nivel global. Pero hay que tener en cuenta que a la hora de otorgar becas, subsidios y premios puede haber sesgos de género sobre qué se define por excelencia”, dijo a Infobae la doctora Dickenstein, del Conicet y la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, quien se ha dedicado a la geometría algebraica y en 2015 recibió el Premio de la Academia Mundial de Ciencias en el área de Matemática.
Dickenstein recibió el año pasado el prestigioso premio internacional L´Oreal -Unesco Por las mujeres en la ciencia -edición 2022- en la categoría Laureates.
Alicia es doctora en Ciencias matemáticas (Universidad de Buenos Aires, Argentina), investigadora superior del CONICET y a lo largo de se carrera, sus investigaciones fueron reconocidas por innumerables premios y distinciones, entre los que se destaca su cargo de vicepresidenta de la Unión Matemática Internacional (IMU) hasta el año 2018, un organismo históricamente dominado por hombres.
En diálogo con Infobae, Dickenstein expresó: “Todos hablamos de alguna manera a través de las matemáticas porque es parte de nuestra capacidad de pensar, de la lógica que utilizamos en el día a día”.
Alicia afirma que existe un doble prejuicio sobre la matemática y sobre las mujeres científicas, que se expande de manera inconsciente. “Las etiquetas se observan en las situaciones cotidianas más mínimas, pero la realidad es que las convenciones y los estereotipos sociales son muy fuertes. Para quebrar el sentido común es necesario que las mujeres conozcan la oferta académica, discutir la censura externa y combatir, finalmente, la autocensura de no elegir tal o cual carrera por lo que dirán”, precisó a Infobae.
Otra argentina matemática que tiene éxito en el mundo es Malena Español, que ganó la beca 2022 “Karen EDGE Fellow” de los Estados Unidos. Se graduó como licenciada en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, se doctoró en la Universidad de Tuft y ahora trabaja como profesora de la Universidad del Estados de Arizona, en los Estados Unidos.
Para Español, la explicación sobre por qué los grandes reconocimientos se los siguen llevando los varones es por varios factores. “Muchos de los comités están formados solo por hombres. Lo mismo pasa con las juntas directivas de las revistas de referato dedicadas a la matemática. Lo mismo pasa en muchas universidades donde la mayoría de los profesores con más antigüedad son hombres. Entonces, el grupo de gente para elegir y que elige está formado por hombres. Los hombres también tienen mayor autoestima para autonominarse o pedirle a otros para que los nominen”, afirmó.
Seguir leyendo: