Cuando se trata de anticonceptivos para evitar un embarazo, las opciones para los hombres son el preservativo o la vasectomía. Hay encuestas que sugieren que muchos hombres tienen opiniones positivas y estarían dispuestos al uso de una píldora anticonceptiva. Desde las ciencias se investigan diferentes opciones de intervenciones anticonceptivas desde hace más de 50 años, y se han encontrado diferentes barreras para desarrollar más anticonceptivos masculinos.
Ahora, un estudio en los Estados Unidos permitió descubrir un gen que se encuentra en múltiples especies de mamíferos y podría allanar el camino hacia un anticonceptivo masculino altamente eficaz, reversible y no hormonal para humanos y animales.
En febrero pasado, también se había dado a conocer otro desarrollo de un anticonceptivo -que podría llegar a ser una píldora del día después masculina- realizado por investigadores de Weill Cornell Medicine, en los Estados Unidos.
En este caso, se logró detener a los espermatozoides y evitar embarazos en modelos preclínicos de ratones. Resultó 100% eficaz para evitar el embarazo en las dos primeras horas después de administrarlo. Su eficacia descendió al 91% en las tres primeras horas. Aún se está investigando esta opción de píldora del día después.
En tanto, el nuevo trabajo publicado esta semana fue realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Washington (WSU es su sigla en inglés) de los Estados Unidos. Los científicos identificaron la expresión del gen Arrdc5 en el tejido testicular de ratones, cerdos, bovinos y humanos.
Cuando anularon el gen en ratones, se produjo infertilidad sólo en los machos, lo que afectó a su recuento, movimiento y forma de los espermatozoides. Los investigadores detallaron sus hallazgos en la revista Nature Communications.
Según Jon Oatley, autor principal y profesor de la Facultad de Biociencias Moleculares de la WSU, “el estudio identifica por primera vez que este gen sólo se expresa en el tejido testicular, en ninguna otra parte del cuerpo, y que se expresa en múltiples especies de mamíferos”.
¿Qué implica el hallazgo? “Cuando este gen se inactiva o inhibe, los machos producen espermatozoides que no pueden fertilizar un óvulo, y ése es un objetivo primordial para el desarrollo de anticonceptivos masculinos”, contestó el científico Oatley.
Aunque se han identificado otros blancos moleculares para el posible desarrollo de anticonceptivos masculinos, el gen Arrdc5 es específico de los testículos masculinos y se encuentra en múltiples especies.
De acuerdo con los investigadores, la falta del gen también provoca una infertilidad significativa, creando una enfermedad llamada oligoastenoteratospermia u OAT.
Esa afección, que es una de las causas más frecuentes de infertilidad masculina humana, muestra una disminución de la cantidad de espermatozoides producidos, una movilidad más lenta y una forma distorsionada. Por eso, los espermatozoides son incapaces de fusionarse con un óvulo.
En el estudio publicado, los ratones macho que carecían de este gen producían un 28% menos de espermatozoides, que se movían 2,8 veces más despacio que en los ratones normales, y cerca del 98% de sus espermatozoides presentaban cabezas y piezas medias anormales.
También se encontró que la proteína codificada por este gen es necesaria para la producción normal de esperma. El equipo de Oatley trabajará en los próximos meses en el diseño de un fármaco que inhiba la producción o la función de esa proteína.
La alteración de esta proteína no requeriría ninguna interferencia hormonal, un obstáculo clave en la anticoncepción masculina, ya que la testosterona desempeña otras funciones además de la producción de esperma en los hombres, como la formación de masa ósea y fuerza muscular, así como la producción de glóbulos rojos.
El diseño de un fármaco dirigido a esta proteína también facilitaría su reversibilidad como anticonceptivo. “No se trata de eliminar la capacidad de producir espermatozoides, sino de impedir que los que se producen lo hagan correctamente”, explicó el científico.
“Entonces, en teoría, se podría retirar el fármaco y los espermatozoides empezarían a fabricarse de nuevo con normalidad”, añadió.
Oatley y la primera autora del estudio, Mariana Giassetti, han presentado una patente provisional para el desarrollo de un anticonceptivo masculino basado en este gen y la proteína que codifica. Como el gen se encuentra en todas las especies de mamíferos, este conocimiento también es prometedor para su uso en animales, dijo Oatley.
El equipo analizó los datos biológicos disponibles sobre secuencias de ADN y proteínas en mamíferos y encontró el gen en casi todas las especies de mamíferos conocidas. Esto abre la posibilidad de desarrollar anticonceptivos masculinos para su uso en el ganado. Podría sustituir a la castración en algunos casos como forma de controlar la reproducción, y en la fauna salvaje cuando se trata de limitar la superpoblación de una especie.
Sin embargo, el objetivo inicial de los investigadores es dar a los humanos más control sobre su propia reproducción. Aunque existen muchas formas de control de la natalidad para las mujeres, no siempre son eficaces ni están ampliamente disponibles, y más de la mitad de los embarazos en todo el mundo siguen siendo no deseados, según Naciones Unidas.
“Desarrollar una forma de frenar el crecimiento de la población y detener los embarazos no deseados es realmente importante para el futuro de la especie humana”, afirmó Oatley. “Ahora mismo, no tenemos realmente nada en el lado masculino para la anticoncepción, aparte de la cirugía, y sólo un pequeño porcentaje de hombres opta por la vasectomía. Si logramos convertir este descubrimiento en una solución anticonceptiva, podría tener repercusiones de gran alcance”, estimó.
El estudio recibió el apoyo de los Institutos Nacionales de Salud y de la Iniciativa de Genómica Funcional de la WSU, una inversión universitaria plurianual para apoyar el desarrollo de la investigación en tecnología genética.
Consultado por Infobae, Omar Layus, del Servicio de Urología del Hospital Italiano de Buenos Aires, afirmó: “Existen desde hace décadas estudios sobre anticoncepción masculina. Hay métodos en estudio, y este nuevo hallazgo de un gen abre la posibilidad de que se desarrolle en el futuro una medicación de toma diaria por la cual se producirá la incapacidad de que los espermatozoides fecunden al óvulo. Al dejar de tomar el medicamento, el varón retomaría su capacidad fecundante”.
Esto significa -acotó Layus- este anticonceptivo masculino tendría efecto por meses o semanas después de acceder a la medicación, a diferencia de otras intervenciones en desarrollo que tienen efectos por horas.
Para Federico Ferraris, médico urólogo consultor de la Sociedad Argentina de Urología, el resultado del estudio de la WSU es de investigación básica. “Ahora sabemos qué modificar una proteína codificada a partir del gen identificado puede producir alteración de cantidad, normalidad y velocidad de los espermatozoides. Se necesitarán de más estudios para confirmar la eficacia y seguridad de una producto desarrollado a partir del hallazgo. Aún no es aplicable para los seres humanos. Mientras tanto, los hombres deberían recordar que hoy la vasectomía y el preservativo son los métodos anticonceptivos. En este último caso, también se previene las enfermedades de transmisión sexual”, dijo a Infobae.
En diálogo con Infobae la doctora Patricia Cuasnicú, investigadora en reproducción humana del Instituto de Biología y Medicina Experimental del Conicet en Argentina, comentó que “en la actualidad, las opciones de métodos anticonceptivos para el hombre se limitan al condón o preservativo ya que la vasectomía sólo es reversible en un 50%. Es una razón por la cual hay una gran necesidad de desarrollar métodos anticonceptivos masculinos”.
Hay diferentes métodos en desarrollo. “Los métodos son básicamente los hormonales, que inhiben la producción de espermatozoides (así como la píldora anticonceptiva para mujeres inhibe la ovulación), y los no hormonales que tienen la ventaja de no traer los efectos secundarios asociados al uso de hormonas”, dijo.
“El desarrollo de más opciones anticonceptivas masculinas seguras, reversibles y efectivas contribuirá, sin duda, no solo a un planeamiento familiar compartido, sino a disminuir los altos porcentajes de esterilizaciones, abortos y mortalidad materno-infantil existentes a nivel mundial”, afirmó Cuasnicú, que fue coautora de un capítulo en el libro Andrología Molecular y Clínica: Interacciones.
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