El 12 de abril de 1961 el piloto de caza soviético nacido en Rusia Yuri Gagarin realizó el primer vuelo espacial tripulado, un evento histórico que abrió el camino a la exploración del espacio en beneficio de toda la humanidad.
Con la celebración del Día Internacional de los Vuelos Espaciales Tripulados se quiere conmemorar cada año el principio de la era espacial y reafirmar que la ciencia y la tecnología cósmica contribuyen de manera crucial a conseguir los objetivos de desarrollo sostenible y aumentar el bienestar de los Estados y los pueblos.
La fecha también quiere reafirmar que la ciencia y la tecnología espacial contribuyen de manera importante a alcanzar el desarrollo sostenible, a aumentar el bienestar de los pueblos y de los estados y a asegurar que se vea cumplida su aspiración de reservar el espacio ultraterrestre para fines pacíficos.
Un comienzo frenético
La carrera espacial fue una lucha frenética entre Estados Unidos y la Unión Soviética por la conquista del espacio que duró aproximadamente de 1955 a 1988, según los expertos analistas. En esta carrera espacial, se elevaban los desafíos en forma permanente: explorar el espacio exterior con satélites artificiales y enviar humanos al espacio y a la superficie lunar.
Así, la carrera espacial constituyó uno de los ejes principales de rivalidad cultural y tecnológica entre la URSS y los Estados Unidos en un período conocido como la Guerra Fría. En esta carrera espacial, la URSS sería la nación que golpeó primero. Y enseguida, asestó el segundo golpe. El primero, el que marcó el inicio de la carrera espacial se hizo efectivo con el lanzamiento soviético del primer satélite artificial Sputnik 1 el 4 de octubre de 1957.
La paranoia y la desesperación se apoderaron del público, los medios y los políticos estadounidenses. Todas las noches miraban al cielo buscando al Sputnik que se atrevía a sobrevolar, solitario y triunfante, el sagrado territorio de los Estados Unidos. Con su aspecto futurista, una esfera plateada con antenas, y su característica señal de radio que emitía sistemáticamente y podía ser captada por cualquier radioaficionado, el ánimo estadounidense estaba por el piso.
Un mes más tarde, sin tiempo para recuperarse ni un poco del primer golpe, llegó el segundo. La URSS anunció el lanzamiento exitoso del Sputnik 2, con el agregado de que llevaba a la perra Laika a bordo, el primer ser vivo terrestre en orbitar la Tierra.
Estados Unidos reaccionó inyectando los fondos necesarios para alcanzar y superar a los soviéticos. En 1958, el presidente Dwight Eisenhower fundó la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio —NASA por sus siglas en inglés—, que comenzó a funcionar el 1 de octubre de ese año.
El hombre en el espacio
Pero el golpe final ruso ocurrió el 12 de abril de 1961, cuando a bordo de la nave Vostok 1, el astronauta soviético Yuri Gagarin se convirtió en el primer ser humano en viajar al espacio.
Recién el 5 de mayo de 1961, es decir 23 días después de la hazaña de Gagarin, Estados Unidos envió a Alan Shepard en un vuelo suborbital a bordo de la cápsula Freedom 7, en un cohete Mercury Redstone 3. Entonces, el líder soviético Nikita Jrushchov volvió a reír calificándolo de mero “salto de pulga”. La nave de Shepard alcanzó una altitud de 187 km, en un vuelo que duró 15 minutos, frente a los 357 km de altura máxima y la hora y 48 minutos de Gagarin.
Estados Unidos logró recuperarse recién 8 años más tarde, cuando Neil Armstrong se convirtió en el primer ser humano en pisar la Luna el 20 de julio de 1969, hecho que nunca pudo concretar la antigua URSS o la actual Rusia. Sesenta años después del viaje de Shepard, la NASA está embarcada en su misión tripulada más ambiciosa: Artemis. Con ella, busca volver a la Luna con un nuevo cohete SLS (Space Launch System) y la nueva cápsula, Orión, con capacidad para 4 astronautas.
Hace una semana, las agencias espaciales de Estados Unidos (NASA) y Canadá (CSA) develaron los nombres de una mujer y tres hombres que integrarán la misión Artemis II que dará una vuelta a la Luna, sin descender en ella, para probar todos los sistemas, cápsula y cohete nuevo, a fin de poder sí pisar nuestro satélite natural en 2025.
Los astronautas estadounidenses Christina Koch, Victor Glover y Reid Wiseman y el canadiense Jeremy Hansen fueron las estrellas del acto multitudinario presentado en el Centro Espacial Johnson de Houston. Se trató también de un anuncio relevante, ya que fueron elegidos para ir a la Luna la primera mujer y el primer afroamericano en la historia.
En la declaración del Día Internacional de los Vuelos Espaciales Tripulados, la ONU hace referencia a algunos de los logros más sobresalientes de la exploración espacial, como son los siguientes:
-El lanzamiento del primer satélite terrestre, el Sputnik I en 1957.
-La primera mujer en orbitar la Tierra fue Valentina Tereshkova que logró su sueño el 16 de junio de 1963.
-Neil Armstrong fue el primer hombre en pisar La Luna el 20 de julio de 1969.
-La primera misión espacial internacional se produjo el 17 de julio de 1965 con el acoplamiento de las naves espaciales Apolo y Soyuz.
-En la última década la Humanidad ha tenido presencia constante en el espacio ultraterrestre a bordo de la Estación Espacial Internacional.
Las Naciones Unidas y el espacio ultraterrestre
Desde el comienzo de la era espacial, las Naciones Unidas reconocieron que el espacio ultraterrestre agregó una nueva dimensión a la existencia de la humanidad. La familia de las Naciones Unidas se esfuerza continuamente por utilizar los beneficios únicos del espacio ultraterrestre para el mejoramiento de toda la humanidad.
Reconociendo el interés general de toda la humanidad en el proceso de la exploración y utilización del espacio ultraterrestre con fines pacíficos y buscando responder preguntas sobre cómo el espacio exterior puede ayudar a beneficiar a la gente de la Tierra, la Asamblea General adoptó su primera resolución relacionada con el espacio ultraterrestre titulada “Cuestión del uso del espacio ultraterrestre con fines pacífico”.
Igualmente, en octubre de 1967, entró en vigor el Tratado sobre los principios que deben regir las actividades de los Estados en la exploración y utilización del espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes (resolución 2222 (XXI) de la Asamblea General.
Pero Naciones Unidas también trabaja en la materia a través de la Oficina de las Naciones Unidas para los Asuntos del Espacio Ultraterrestre (UNOOSA, por sus siglas en inglés), principal encargada de promover la cooperación internacional en lo que se refiere al uso del espacio ultraterrestre con fines pacíficos. UNOOSA sirve como la Secretaría de la única comisión de la Asamblea General que se encarga exclusivamente de la cooperación internacional sobre los usos del espacio ultraterrestre con fines pacíficos: la Comisión de las Naciones Unidas sobre los Usos Pacíficos del Espacio Ultraterrestre (COPUOS, por sus siglas en inglés).
UNOOSA es además responsable de la implementación de las responsabilidades de la Secretaría General bajo la legislación espacial internacional y de mantener el Registro de las Naciones Unidas sobre los Objetos Lanzados al Espacio Ultraterrestre.
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