Qué son las ceramidas lipídicas y por qué podrían predecir problemas cardíacos

Los científicos están aprendiendo sobre la potencialidad de un marcador en el que depositaban poco interés en términos de la salud del corazón. Es que, ahora, un grupo de científicos se encuentra estudiando a los lípidos conocidos como ceramidas porque consideran, como hipótesis, que pueden ser más adecuados para predecir problemas y enfermedades cardiovasculares que las tradicionales mediciones del colesterol.

Según adelanta un artículo publicado en Science Magazine, aunque la investigación aún está en curso, en el artículo narran la historia de Stephanie Blendermann, de 65 años, quien es una de los miles de estadounidenses a los que se les hizo la prueba de ceramidas.

Su puntaje fue moderadamente alto, lo que sugiere que, en comparación con una persona con un puntaje bajo, tenía más del doble de probabilidades de sufrir un evento cardiovascular como un ataque al corazón.

“Los investigadores continúan profundizando en la biología de estas sustancias, pero también están considerando los lípidos como biomarcadores potencialmente valiosos para medir el riesgo de enfermedad cardiaca de un paciente. Los factores tradicionales para evaluar este riesgo incluyen la edad, el sexo, si el paciente fuma o tiene diabetes y las mediciones de laboratorio de lípidos como el colesterol LDL”, se señaló en el artículo. Sin embargo, también agrega que los factores de riesgo son difíciles de precisar.

Se estima que el 15% de las personas que sufren ataques cardíacos no tienen ningún síntoma. Aquí es donde los profesionales médicos quieren que entre en juego el análisis de la ceramida. Poniendo el ejemplo de un estudio de 2016, donde el farmacólogo clínico Reijo Laaksonen, farmacólogo clínico abocado a la prevención cardiovascular de la Universidad de Montreal, evaluó los niveles de ceramida y colesterol.

Según descubrió, la presencia de ceramidas lipídicas en sangre podían predecir con precisión qué miembros del grupo en cuestión morirían de ataques cardíacos. “En general, los estudios en más de 100.000 personas confirman el poder predictivo de las pruebas de ceramida”, dijo Laaksonen en el artículo.

A pesar de avances como estos, el acceso a las pruebas de ceramida sigue siendo limitado. La Clínica Mayo de EE. UU., acreditada como una de las mejores instituciones médicas del país, realiza solo 1.000 análisis de este tipo por mes. Un número bajo, dada la ubicuidad de las enfermedades del corazón. Sin embargo, los números están aumentando. En Finlandia, la mayoría de las clínicas privadas y aproximadamente la mitad de los hospitales públicos ofrecen análisis de ceramida. La dificultad radica en que estas las pruebas son costosas.

“Un test de este tipo es más complejo de realizar porque requiere espectrometría de masas, que no está disponible en la mayoría de los laboratorios clínicos. También es unas 10 veces más caro, cuesta alrededor de 100 dólares en la Clínica Mayo. Además, queda por ver cuántos cardiólogos practicantes optarán por las pruebas incluso una vez que sean más fáciles de ordenar”, se informó en el artículo.

Los ensayos previos de medicamentos incluyen los realizados en Centaurus Therapeutics, que detalló una molécula que inhibe DES1, la enzima que cataliza el paso final en la síntesis de ceramida. Sin embargo, los intentos de las grandes compañías farmacéuticas de desarrollar tales compuestos han fracasado en gran medida, según informa la publicación, y las empresas de biotecnología han intervenido para llenar el vacío.

Mientras se desarrollan los medicamentos, se pueden usar estrategias como agentes reductores de lípidos y cambios en el estilo de vida para reducir los niveles de los marcadores. Las ceramidas evocan al cuidado de la piel, ya que forman una parte importante de las rutinas de cuidado de la piel. Son lípidos que componen hasta cerca de un 50% de los compuestos de este tipo de la piel para formar la barrera natural. Juegan un papel necesario en la estructura, como barrera y en las funciones de la piel. Realizan tareas clave y ayudan a prevenir la pérdida de humedad y protegen la piel contra el daño ambiental.

Es una substancia que no se obtiene de fuentes naturales en forma pura y, por lo tanto, ha sido producida de modo sintético desde la década de 1950. En tanto, los científicos continúan testeos en camino a producir fármacos anticeramida. Sin embargo, ya hay pacientes que se están beneficiando del poder de este nuevo compuesto como marcador de riesgo. Después de obtener el resultado de una prueba, los cambios de hábitos en algunos de los participantes del estudio en curso demostraron que pasado 1 año, la puntuación de ceramida se había desplomado de ocho a uno.

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