El hallazgo de dos compuestos orgánicos esenciales para organismos vivos en muestras recuperadas del asteroide Ryugu ha acercado a los científicos a una teoría más firme sobre el origen de la vida en la Tierra.
En rocas obtenidas por la nave espacial Hayabusa 2 -de la Agencia Espacial Japonesa-, los expertos detectaron uracilo y niacina, por lo que se refuerza la hipótesis de que algunos de los ingredientes cruciales para el advenimiento de la vida devinieron del espacio.
El uracilo es un componente del ARN que contiene las instrucciones para la construcción y el funcionamiento de los organismos vivos mientras que la niacina es vital para el metabolismo.
Es decir que el surgimiento del ácido ribonucleico no sería posible sin el uracilo ya que es vital en la codificación, regulación y actividad genética de todas las células vivas. También, se asemeja a la estructura del ADN, la molécula encargada de transportar la huella genética de un organismo. En tanto, la niacina es vital para la producción de la “energía” que impulsa a los organismos vivos.
Estas muestras de Ryugu viajaron más de 250 millones de kilómetros antes de llegar a la Tierra en una cápsula sellada que aterrizó en 2020 en el remoto interior de Australia. Posteriormente, estos escombros de color gris oscuro fueron transportados al país nipón para ser analizados en profundidad.
“Nuestro principal hallazgo es que el uracilo y la niacina están presentes en entornos extraterrestres y pueden haber llegado a la Tierra primitiva como componentes de asteroides y meteoritos”, comentó el astroquímicio Yasuhiro Oba, de la Universidad japonesa de Hokkaido y autor principal de la investigación publicada en la revista Nature Communications.
Este episodio representa un importante paso en lo que respecta al estudio de la vida en el planeta Tierra, que los expertos llevan años estudiando y tratando de determinar las condiciones necesarias para ello.
Oba agregó sobre el uracilo y la niacina recientemente hallados que “sospechamos que desempeñaron un papel en la evolución prebiótica de la Tierra y, posiblemente, en la aparición de la primera vida”.
Los resultados obtenidos hasta el momento van en línea con la hipótesis más sólida que sostiene que cometas, asteroides y meteoritos bombardearon la Tierra primitiva hace 4.500 millones de años y sembraron, así, el planeta con compuestos que ayudaron a allanar el camino para los primeros microbios.
Si bien en el pasado los científicos ya habían detectado moléculas orgánicas clave en meteoritos ricos en carbono en la Tierra, dudaban sobre si estas rocas espaciales podrían haber estado contaminadas por la exposición al medio ambiente terrestre luego de su aterrizaje.
Es por ello que el astroquímico remarcó que “estas moléculas de Ryugu se recuperaron en un entorno extraterrestre prístino. Se tomaron muestras directamente del asteroide Ryugu y se devolvieron a la Tierra y, finalmente, a los laboratorios sin ningún contacto con contaminantes terrestres”.
En ese sentido, concluyó que tanto el uracilo como la niacina se encontraron en ambos lugares de aterrizaje en Ryugu, cuyo diámetro se aproxima a los 900 metros y está clasificado como un asteroide cercano a la Tierra.
(Con información de Reuters)
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