A tres años del surgimiento del coronavirus, su origen sigue siendo un misterio, a pesar de los esfuerzos internacionales por conocer cómo se inició la pandemia por COVID-19. Aunque hoy se conoció un posible origen por parte de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Un grupo de agentes de la agencia sanitaria mundial que investigan el origen del coronavirus planteó hoy la posibilidad de que el perro mapache o tanuki, un animal que se vendía en el mercado de Wuhan donde comenzó la pandemia, fue clave en la transmisión del patógeno a humanos.
“Datos recientemente revelados de muestras de laboratorio tomadas en el mercado indican una fuerte presencia de ADN de este animal, y fotos del mercado de Huanan en Wuhan, prueban que su carne o productos derivados se vendían en puestos. Aunque esto no son evidencias concluyentes sobre los anfitriones intermedios u originales del virus, los datos muestran la presencia de animales que podrían haber sido la fuente de infecciones en humanos”, señalaron los expertos del Grupo de Asesoramiento Científico para los Orígenes de Nuevos Patógenos de la OMS (SAGO).
Los datos se extrajeron de análisis del Centro de Prevención y Control de Enfermedades de China (CDC), que en enero se publicaron en una plataforma científica de acceso abierto pero cuyos textos fueron eliminados cuando expertos europeos los descubrieron, estudiaron y comunicaron sus hallazgos a la OMS.
De acuerdo con SAGO, estos datos indicaron que ninguno de los 457 análisis directos de muestras de 18 especies animales del mercado dieron positivo por el coronavirus SARS-CoV-2 causante de la covid-19, pero sí se identificaron en muestras ambientales trazas de ADN mitocondrial del mencionado perro mapache, un cánido emparentado con los zorros.
¿Qué son los perros mapache?
Los tanuki o perros mapache son mamíferos de la familia Canidae, donde se incluyen diferentes especies omnívoros desde lobos, perros o coyotes y zorros. Proviene del este de Siberia, el norte de China, Vietnam, Corea y Japón. Se le conoce como perro mapache por su parecido con este mamífero. En otras culturas, como la japonesa, es considerado como un amuleto de buena suerte.
Los perros mapache comen insectos, roedores, anfibios, aves, peces, moluscos y carroña, además de frutas, nueces y bayas. Estos animales en muchos países como China, no son considerados como mascotas, sino que se los venden muertos en mercados alimentarios.
Fue el científico de la Universidad de California, Jon Cohen, que publicó en la revista ‘Science’ que este animal sería el origen del COVID. La investigación, liderada por Florence Débarre, halló datos genéticos, no divulgados anteriormente, que apoyan la teoría de que la pandemia surgió por varios animales infectados por Covid-19 en el mercado de alimentos de Wuhan, en China.
Otros animales cuyo ADN fue descubierto en muestras ambientales del mercado y que según la OMS podrían ser susceptibles de ser transmisores del coronavirus son el puercoespín malasio y la rata del bambú, según destacaron en su comunicado. “SAGO recomienda encarecidamente a los investigadores en China que investiguen las fuentes de los animales y productos relacionados con ellos presentes en el mercado de Huanan antes de que fuera cerrado el 1 de enero de 2020″, concluyó el grupo de expertos de la OMS.
Expertos de SAGO, de CDC y otros que tuvieron acceso a éstos cuando se publicaron en línea mantuvieron varias reuniones a lo largo de los últimos siete días para analizar los resultados de estas investigaciones, en las que China ha mostrado una vez más opacidad al no compartirlas directamente con la OMS. La organización internacional enfatizó ayer, al revelarse este nuevo avance en las investigaciones sobre el misterioso origen de la covid-19, que siguen en pie las distintas hipótesis sobre el origen del coronavirus, que ha causado casi siete millones de muertes, 5.000 de éstas solo la última semana.
Entre esas hipótesis estarían, además de la transmisión desde uno o varios animales al ser humano, la que plantea un contagio a través de la cadena alimentaria, o la que baraja que éste pudo salir accidentalmente de un laboratorio donde estuviera conservado para su estudio.
El estudio no prueba que un perro mapache estuviera infectado. Sin embargo, sí que establece que estos animales depositaron firmas genéticas en el mismo lugar donde se recolectó el material genético. Así lo indican los científicos del estudio. La epidemióloga de la OMS, Maria Van Kerkhove, asegura que “estos nuevos datos aportan evidencia molecular de que algunos de los animales que estaban allí eran susceptibles a la infección por SARS-CoV-2. Y algunos de estos animales incluyen perros mapaches”.
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