Hoy, Día Mundial de la Obesidad, es una fecha en la cual se busca concientizar acerca de los riesgos que conlleva la esta enfermedad, entendida como una acumulación excesiva de grasa corporal que puede acarrear otro tipo de males en una persona, tales como la diabetes, hipertensión, y problemas cardiovasculares, entre otros muchos.
Por eso, la obesidad es un problema de salud que excede la cuestión de peso, según explicaron expertos latinoamericanos en el tema reunidos en un importante seminario médico del que participó Infobae y donde se afirmó que la obesidad es una enfermedad multifactorial, ya que los factores que la provocan son de los más variados: dietas desequilibradas, predisposición genética, metabolismo más lento, cambios hormonales, problemas psicológicos, entre otros. A su vez, existen distintos niveles siendo la obesidad mórbida el más alto.
“La obesidad mórbida es un problema de salud que afecta silenciosamente la calidad de vida de las personas y disminuye su expectativa de vida en relación al futuro, y Argentina es uno de los países de Latinoamérica con mayor índice de obesidad entre su población” comentó el doctor Jorge Harraca, presidente de la Sociedad Argentina de Cirugía de Obesidad (SACO), durante el encuentro “La radiografía de la obesidad mórbida en América del Sur” y en el contexto de Hablando de Obesidad –la iniciativa desarrollada por la compañía Medtronic- en la búsqueda de brindar información científica que facilite el acceso a una mejor calidad de vida, y herramientas respecto al abordaje de la obesidad.
De acuerdo con Harraca, América Latina es una de las regiones con más casos de obesidad y sobrepeso, y en su mayoría se presentan por el consumo de alimentos procesados, el sedentarismo, factores genéticos y psicológicos e, incluso, como una consecuencia de la pandemia por la Covid-19.
Además, el experto resaltó que la obesidad mórbida es el nivel más grave de la enfermedad y se presenta cuando el índice de masa corporal (IMC) es igual o mayor a 40. “Entre el 90% y 98% de las personas que presentan esta condición y que se someten a programas nutricionales para bajar de peso recuperan la mayor parte de los kilos que han perdido en un período de 6 meses a 1 año. Por ello, es prioritario entender esta afección no como un problema estético, sino como una realidad que afecta a la vida de la persona y requiere de un tratamiento especial”, indicó.
En agosto de 2021, cuando los efectos del aislamiento general y masivo de las personas a causa de la aparición del coronavirus y la pandemia por COVID-19, ya eran evidentes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) elaboró un documento guía respecto al sobrepeso y la obesidad como problema global acentuado por el sedentarismo que impuso el nuevo virus SARS-CoV-2. Así, el ente sanitario mundial dictaminó lineamientos y recomendaciones para la reducción y prevención de la obesidad en el mundo debido al incremento de casos observado en ese momento.
Sin embargo, de acuerdo con expertos en cirugía bariátrica, en Sudamérica se ha registrado un aumento permanente de esta condición en los últimos años. Países como Chile, el segundo con más sobrepeso y obesidad de Latinoamérica según data de la OCDE al 2021, así como Argentina -que ocupa el lugar número 5 en el continente-, Colombia y Perú reportan cifras preocupantes.
“De acuerdo con la cuarta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR) de 2018/2019, en Argentina casi 7 de cada 10 adultos tiene algún tipo de sobrepeso, y el 23% de la población alcanza el nivel de obesidad”, detalló Harraca. “Y en el caso de niños y niñas, este número representa el 10% entre el total de menores de 5 años. Cada año fallecen en el mundo 3,4 millones de personas como consecuencia del exceso de peso y obesidad”, agregó.
Por su parte, el doctor Luciano Poggi, miembro de la directiva de la Asociación Peruana de Cirugía y Enfermedades Metabólicas (APCBEM), precisó que la obesidad mórbida trae consigo graves consecuencias que impactan en la salud y la calidad de vida de los pacientes, debido a su relación con condiciones crónicas, como la diabetes, la hipertensión, las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares (ACV), problemas de fertilidad, distintos tipos de cáncer e, incluso, la muerte súbita. “Además, las personas con obesidad experimentan a menudo problemas de salud mental y sufren de sesgos, prejuicios y discriminación social”, señaló.
“La obesidad está asociada con múltiples complicaciones metabólicas, mecánicas y también mentales. Las personas con sobrepeso y obesidad tienen el doble de riesgo de padecer hipertensión. Tienen un 64% más de chances de padecer un infarto cerebral (Stroke) y un 80% más de posibilidades de padecer un infarto de miocardio. Las mismas tienen 2 veces más chances de padecer dolor articular y 7 veces más posibilidades de padecer diabetes. Y como las células no funcionan bien pueden generarse más tipos de cáncer por el funcionamiento anormal celular. La expectativa de vida puede reducir hasta en 20 años. También los gastos médicos por cápita en el paciente obeso aumentan de 42% a 80%”, precisó Poggi, que desatacó que hubo un mayor riesgo de mortalidad en personas obesas durante la pandemia por COVID, ya que diferentes estudios mostraron que la obesidad fue el principal factor de riesgo para no solo presentar un cuadro severo de COVID, sino mayor mortalidad en la pandemia.
Por otro lado, el doctor Luis Ernesto López, presidente de la Asociación Colombiana de Obesidad y Cirugía Bariátrica, aseguró que la obesidad en el adulto puede estar condicionada por el sobrepeso presente durante la infancia y adolescencia. “El estilo de vida de la madre durante la gestación, la ausencia de lactancia o la sustitución temprana por otros alimentos hiper calóricos, así como el sedentarismo de un niño, pueden ser factores desencadenantes de obesidad infantil y se asocian con la obesidad en la edad adulta”, precisó.
El experto habló sobre el primer contacto con los alimentos desde que nacemos y la importancia que adquiere la lactancia materna para proteger al recién nacido de varias enfermedades, incluida la de la obesidad.
“Por eso es preocupante el reemplazo de la leche de la mamá por otras no tan nutritivas o por alimentos hipercalóricos. Pero es el reemplazo de nutrientes por alimentos en forma de “juguetes de colores” que hacen que el niño juegue a comer más y más sin un control racional, nutricional y saludable. Inclusive hay que terminar con la imagen negativa de los padres orgullosos de que sus hijos tienen sobrepeso o que si lucen gorditos, son saludables”, afirmó e indicó respecto a la relación entre la enfermedad y la educación, que la mayor prevalencia de obesidad se encuentra en la población que tiene menos de ocho años cursados a nivel educativo, con un 43,2% según una Encuesta Nacional de salud en Colombia.
Problemas de la obesidad durante la vida
Además de los problemas lógicos en la salud que trae aparejada la obesidad, Poggi enumeró algunos de los inconvenientes y trastornos mentales asociados a la obesidad y el sobrepeso: “A algunos niños les da terror ir a la escuela y tienen a dejar de asistir a las clases por verse gordos y por sufrir bullying a raíz del sobrepeso. Muchos, incluso deciden comer de más para fortalecer su cuerpo como medida de defensa para hacerse fuertes e intimidantes ante las amenazas”.
“En edades más avanzadas, las personas tienen problemas a nivel laboral que incluso las llevan al acoso. Muchas veces las personas con sobrepeso no son contratadas y no se las tiene en cuenta para ascensos. Estas personas presentan dos veces más posibilidades de ganar menos salarios y cuatro veces más de sufrir acoso o bullying por su peso, de acuerdo con la organización Slimming World, que indicó que las personas con un Índice de Masa Corporal (IMC) elevado de más de 40, tenían cuatro veces más posibilidades de no sentirse seguros y dos veces más posibilidades de temer presentarse para un nuevo puesto de trabajo”, sostuvo Poggi.
“Finalmente, las redes sociales y la obesidad son grandes amigas. El uso de pantallas para el ocio de al menos 180 minutos al día está asociado a una prevalencia de mayor exceso de peso y de obesidad. Períodos más largos de pantalla están asociados con el eceso de peso y obesidad en la población de 2 a 14 años. El tiempo de pantalla de las personas con sobrepeso es hasta un 50% mayor que el de las personas que no lo tienen, según un reciente estudio internacional”, concluyó el especialista.
Importancia del tratamiento integral de la obesidad mórbida
El evento también contó con la participación del doctor Francisco Pacheco, presidente de la Sociedad Chilena de Cirugía Bariátrica y Metabólica, quien resaltó que existen tratamientos integrales para combatir la obesidad severa y que son brindados por un equipo multidisciplinario de especialistas en nutrición, psicología y cirugía bariátrica, para obtener resultados más eficaces y mejorar la salud con buenos hábitos. “La obesidad es muy compleja y necesita el compromiso del paciente para cambiar su estilo de vida y adhesión al tratamiento. La cirugía es la herramienta más eficaz para abordar la obesidad mórbida, pero es solo un escalón para afrontarla. Es necesario que se sostenga en otras medidas médicas y que la propia persona lleve adelante”, sostuvo.
Así mismo, el experto resaltó que en la región se cuenta con tecnología médica innovadora como la cirugía bariátrica que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), es el tratamiento más efectivo para tratar la obesidad mórbida. “Estos procedimientos son indicados de acuerdo con el diagnóstico de cada paciente, y permiten disminuir entre el 70% y el 80% del sobrepeso. Además, mejoran el riesgo de impacto de las enfermedades asociadas, así como la calidad de vida del paciente. La cirugía bariátrica es el punto de quiebre entre el mal hábito y la obesidad, y generan un cambio en su vida que asegura resultados sostenibles”, destacó Pacheco.
Si bien hay un elevado incremento de casos de obesidad, algunos países de la región han implementado iniciativas para mitigar su impacto, lo que refleja las diferencias en cuanto al acceso de atención que tienen los pacientes sudamericanos.
Chile, por ejemplo, cuenta con el programa “Pago Asociado a Diagnóstico (Bono PAD)”, Argentina ha implementado el “Programa Médico Obligatorio (PMO)” y Colombia cuenta con el “Plan Beneficios en Salud”, que brindan un mayor acceso a intervenciones quirúrgicas y procedimientos de cualquier tipo para pacientes con esta condición, mientras que, en otros países, como Perú, aún los tratamientos integrales no están cubiertos.
En esa línea, los expertos en cirugía bariátrica reforzaron la necesidad de que las autoridades reconozcan a la obesidad como una enfermedad y trabajen urgentemente en establecer políticas y programas integrales de prevención y tratamiento para combatir su impacto y las enfermedades asociadas y, de esta manera, generar ahorros al sistema de salud.
¿Cuáles son los métodos de diagnóstico de obesidad?
Calcular el Índice de Masa Corporal (IMC) es un método sencillo, pero limitado en cuanto a la información que brinda. Por eso, también es importante identificar los diversos depósitos de grasa que se encuentran en diferentes partes del cuerpo, por lo que es posible diferenciar el peso en músculos del peso en grasa, datos que pueden aportar y trazar un perfil clínico más claro del paciente. Algunos de los métodos que se pueden utilizar son:
-Medición de los pliegues cutáneos: usando un adipómetro o plicómetro para medir la grasa o los depósitos de grasa debajo de la piel.
-Bioimpedanciometria: el dispositivo genera una corriente eléctrica imperceptible para analizar el porcentual de grasa, agua, músculos y huesos del cuerpo.
-Ecografía, tomografía o resonancia magnética: generalmente se usa para evaluar la obesidad abdominal. A través de estos exámenes es posible evaluar el grosor del tejido adiposo en los pliegues y tejidos más profundos.
-Medición de la circunferencia de cintura: uno de los recursos más simples y populares que se utiliza para verificar el depósito de grasa abdominal. Lo ideal es que los hombres tengan una cintura por debajo de los 94 centímetros y las mujeres de 80.
-Índice cintura x cadera – o ICC –: donde se verifica la relación entre circunferencia de cintura y circunferencia de cadera, con este cálculo es posible evaluar la cantidad de grasa corporal y los riesgos de acumulación de grasa.
“Esta patología tiene un tratamiento cuyos porcentajes de éxito son altos. Para eso, se debe poner el foco en un cambio de estilo de vida, más allá de las dietas. De hecho, el 98% de las personas que buscan una solución contemplando únicamente las dietas, fracasan. Esto es porque tienen alteraciones metabólicas que no le permiten realizar un descenso y mantenerlo en el largo plazo” explicó Harraca. “Para emprender un tratamiento debe haber un compromiso por parte del paciente y, además, estar acompañado por un equipo interdisciplinario”, finalizó el especialista.
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