Cómo fue el ornitorrinco que vivió con los dinosaurios en el sur argentino

Se trata de un pariente del actual ornitorrinco australiano, que vivió hace 70 millones de años en la Formación Chorrillo, a 30 kilómetros de El Calafate

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Probable aspecto en vida del Patagorhynchus pascuali. Ilustración de Santiago Miner (LACEV).
Probable aspecto en vida del Patagorhynchus pascuali. Ilustración de Santiago Miner (LACEV).

Hace 70 millones de años, un mamífero pariente del actual ornitorrinco convivía con los dinosaurios en el período Cretácico que transitaba la Tierra.

Ahora, un equipo de paleontólogos del CONICET, junto con colegas del National Museum of Nature and Science de Tokyo, hallaron en el sur del país restos de espécimen vinculado al actual ornitorrinco australiano (Ornithorhynchus anatinus).

El descubrimiento del pequeño mamífero tuvo lugar en rocas cretácicas de 70 millones de años, correspondientes a la Formación Chorrillo, localizadas unos 30 kilómetros al sudeste de El Calafate, provincia de Santa Cruz.

Identificación de hallazgos de ancestros del actual ornitorrinco en el mundo (Conicet)
Identificación de hallazgos de ancestros del actual ornitorrinco en el mundo (Conicet)

Esta nueva especie bautizada como Patagorhynchus pascuali, fue presentada hoy en la revista Communications Biology de Nature. Se trata del primer pariente cercano del ornitorrinco que se conoce de la Era Mesozoica, también conocida como la “era de los dinosaurios”, y el más antiguo del que se tenga registro hasta el momento.

El nombre Patagorhynchus significa “hocico de la Patagonia” en latín, en alusión al hocico aplanado, semejante al de un pato, que tienen los ornitorrincos vivientes y fósiles, mientras que la palabra “pascuali” hace honor al gran paleontólogo argentino Rosendo Pascual, quien fue el primero en encontrar restos de ornitorrincos en Patagonia, aunque en yacimientos de menor antigüedad.

El doctor Fernando Novas, investigador del CONICET y jefe del Laboratorio de Anatomía Comparada y Evolución de los Vertebrados (LACEV) del Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” (MACNBR, CONICET), junto a su colega Makoto Manabe, del National Museum of Nature and Science de Tokyo, encabezaron la expedición en la que hallaron los restos paleontológicos.

El diente de Patagorhynchus mide unos 5mm de diámetro. Foto: gentileza investigadores. (Conicet)
El diente de Patagorhynchus mide unos 5mm de diámetro. Foto: gentileza investigadores. (Conicet)

Un diente y la pista de una nueva especie

El responsable de hallazgo del fósil fue Nicolás Chimento, investigador del CONICET en el MACNBR en laboratorio dirigido por Novas, quien encontró sobre la superficie del terreno explorado un pequeño diente de cinco milímetros de diámetro. La forma compleja de la corona y las raíces permitieron determinar con facilidad que el diente pertenece a un pariente de los ornitorrincos actuales.

“Los dientes de los ornitorrincos actuales, así como los de un fósil que se encontró en Australia, se distinguen por tener dos estructuras con forma de ‘V’ corta. Así que cuando encontré el diente de Patagorhynchus y vi que tenía esa misma forma, que es única de estos animales, inmediatamente me pude dar cuenta que se trataba de un ornitorrinco”, afirma Chimento.

Los ornitorrincos son mamíferos del grupo de los monotremas. Se caracterizan por poseer rasgos muy primitivos, como el hecho de que sus crías nacen de huevos que son incubados de manera similar a como lo hacen las aves.

Esta conducta reproductiva los diferencia de la enorme mayoría de los mamíferos vivientes, que dan a luz a sus crías directamente del útero materno. Por esta razón, el linaje de estos animales primitivos atrajo siempre el interés de los investigadores, dado que representan algo así como “eslabones perdidos” de una etapa muy antigua. Patagorhynchus es el primer monotrema del Cretácico Tardío (último período de la Era Mesozoica) que se conoce para América del Sur.

De acuerdo con los investigadores que participaron del descubrimiento, el hallazgo de restos de un antepasado del ornitorrinco australiano en el sur argentino pone de relieve la importancia que el territorio austral de América tuvo en la evolución de los mamíferos.

“Siempre se pensó que estos linajes primitivos de mamíferos eran restrictivos de Australia. En la década del ‘90 apareció en Patagonia un pariente del ornitorrinco de la Era Cenozoica y se consideró que debía corresponder a una migración posterior y que no cuestionaba el hecho de que todos estos grupos habían evolucionado en el continente australiano.

Reconstrucción del cráneo de Patagorhynchus pascuali. Reconstrucción de Santiago Miner (LACEV).
Reconstrucción del cráneo de Patagorhynchus pascuali. Reconstrucción de Santiago Miner (LACEV).

Pero este reciente descubrimiento demuestra que los parientes de los ornitorrincos ya habitaban América del Sur mucho antes de lo que se creía y que el grupo tuvo una larga historia evolutiva en nuestro continente, y en la Patagonia en particular, de la que todavía nos queda mucho por descubrir”, señala Federico Agnolín, investigador del CONICET en el MACNBR y en la Fundación de Historia Natural Félix de Azara y uno de los autores del trabajo. Agnolín se encontraba buscando fósiles junto a Chimento cuando ocurrió el descubrimiento.

De acuerdo con los paleontólogos, el hallazgo del Patagorhynchus apoya la hipótesis de que a fines del Cretácico una misma fauna integrada por mamíferos y dinosaurios se extendía desde el sur de la Patagonia hasta Australia, incluyendo también a la Antártida, que en ese momento se encontraba encastrada entre ambos continentes. Hace 70 millones de años, el sur de la Patagonia y Australia eran territorios con climas que iban de templados a fríos, que daban albergue a bosques frondosos de ambientes húmedos.

Foto de un ornitorrinco actual en Australia
Foto de un ornitorrinco actual en Australia

Figuritas difíciles

En el mismo yacimiento del Cretácico Tardío, el equipo de paleontólogos ya había descubierto otros pequeños mamíferos de linajes extintos, como el Magallanodon, un herbívoro del tamaño de una nutria.

“Debido a su pequeño tamaño y escasez, los fósiles de mamíferos que vivieron con los dinosaurios constituyen `figuritas difíciles` y es por eso que cada fósil que hallamos de estos animales nos llena de alegría”, comenta Chimento.

Vista del campamento (Marzo 2022). Foto: gentileza investigadores Conicet
Vista del campamento (Marzo 2022). Foto: gentileza investigadores Conicet

Un rasgo característico del ornitorrinco es la presencia de un hocico ancho y blando, que representa un derivado evolutivo de la nariz carnosa y húmeda que poseen otros mamíferos (como los perros, por ejemplo). Este hocico o nariz hipertrofiada, expandida hacia afuera y hacia atrás, constituye un órgano electroreceptor y mecanoreceptor muy sensible, con el cual los ornitorrincos detectan larvas de insectos y caracoles acuáticos que les sirven de alimento.

“Coincidentemente, en las mismas rocas de la Formación Chorrilo que encontramos a Patagorhynchus, hemos descubierto restos de los organismos con los cuales se alimenta el ornitorrinco actual, lo que nos permite reconstruir el ecosistema de los lagos prehistóricos de fines de la era de los dinosaurios”, afirma Fernando Novas, último autor del artículo publicado en Communications Biology

“El grupo llevó adelante un excelente trabajo, identificando no solo los caracteres que permitían referir el dientito como pariente de los ornitorrincos vivientes, sino reconocer rasgos que pertenecen a una especie extinguida”, concluyó Novas.

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