América está enfrentando el crecimiento de brotes de gripe aviar, una enfermedad viral y altamente contagiosa que afecta tanto a las aves domésticas como a las silvestres. Ya 11 países del continente han confirmado focos de gripe aviar en aves.
Los brotes en aves se han registrado en Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, Honduras, México, Panamá, Perú y Venezuela. El último país en sumarse fue Bolivia. Ante el riesgo de introducción del virus, la Argentina reforzó la vigilancia.
Según la Organización Mundial de Sanidad Animal, en Bolivia ya se reportaron tres brotes de influenza aviar H5 altamente patógena. Uno de los brotes se encontró en una granja de gallinas ponedoras con 35.000 aves. Otro se encontró en el fondo de una con 202 aves para consumo doméstico, entre patos, gansos y gallinas, según el organismo con sede en París, citando información de las autoridades sanitarias de Bolivia.
La infección puede ser transmitida a humanos, y desde el año pasado se han detectado dos casos de personas afectadas por el virus de la gripe aviar en el continente. Uno de esos casos fue informado en abril del año pasado en los Estados Unidos. El segundo caso se produjo en Ecuador.
La gripe aviar afectó una niña de 9 años de la parroquia Simiátug en provincia de Bolívar, a aproximadamente 230 kilómetros al sur de Quito. Fue reportado el 9 de enero pasado. La niña se infectó por el contacto directo con aves de corral, que tenían la infección y habían sido compradas en la ciudad de Ambato.
Así, ya suman más de 75 brotes de gripe aviar en aves en todo el continente. Puede afectar a personas. Pero la transmisión de virus de gripe aviar desde una persona infectada a un contacto cercano es muy poco frecuente. Cuando ocurrió, solo se propagó a pocas personas.
“Sin embargo, como los virus de gripe aviar tienen la posibilidad de cambiar y adquirir la capacidad de diseminarse fácilmente entre las personas, el monitoreo de las infecciones en seres humanos y la propagación de persona a persona es extremadamente importante para la salud pública”, han advertido los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos.
En enero, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitió un reporte por el cual recomendó a los países que impulsen la vigilancia del virus de la gripe aviar. Detalló que el subtipo H5N1 predomina este año.
Desde 2003 hasta el 11 de noviembre de 2022, se había reportado un total de 868 casos humanos de infección por influenza A(H5N1) y 457 muertes en el mundo.
El virus de la gripe aviar no se contagia al comer pollos o aves de corral. Las infecciones en humanos pueden ocurrir cuando una persona entra en contacto sin protección con aves infectadas o con superficies contaminadas con el virus. Aunque cada brote tiene sus particularidades en cada país.
En Perú, el 30 de noviembre pasado se declaró la emergencia sanitaria en Perú. Se cerraron playas y más de 16.000 pelícanos han muerto. Se estimó que falleció el 13% de la población de pelícanos. Días atrás el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) confirmó un brote de gripe aviar tipo A (H5N1) en mamíferos marinos. Tres lobos marinos y un delfín dieron positivo para esa enfermedad.
Consultado por Infobae el médico veterinario Vicente Rea Pidcova, del Programa Sanidad aviar, del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) de Argentina, contó que se reforzaron las medidas de vigilancia en el Norte del país a raíz de los brotes detectados en Bolivia.
Se han confirmado tres focos en aves de Bolivia después de que las muestras fueron analizadas en un laboratorio de referencia de Brasil. En uno de los focos, los factores de riesgo son las ferias de aves vivas, con muchos predios de traspatio (con aves en sus alrededores) y gallos de riña.
“En el país vecino del Paraguay no hay notificación de brotes de Influenza Aviar”, comentó Rea Pidcova. Tampoco se han notificado casos en Brasil y Uruguay, pero las autoridades están en alerta.
“En la Argentina, rige un alerta preventiva sanitaria que fue dispuesta por el SENASA en diciembre por el aumento de los focos de gripe aviar en aves registrados en América del Norte y Sudamérica. El más reciente en Bolivia”, contó el experto.
Una comitiva del SENSA viajó a Salta y Jujuy y se reunió con organismo, instituciones y el sector productivo, para reforzar las acciones de prevención. “Se busca coordinar los esfuerzos interinstitucionales e intersectoriales para minimizar el riesgo de ingreso y dispersión de gripe aviar en la Argentina”, dijo.
“También se mantienen acciones de vigilancia permanente tanto en aves silvestres como de corral para que en caso de una potencial detección se actúe rápidamente con medidas de mitigación que eviten la dispersión del virus en el territorio nacional”, agregó.
La introducción del virus de la gripe aviar en un país como la Argentina (que no ha registrado brotes) podría implicar pérdidas económicas por el cierre de mercados internacionales y mortandades de los animales a causa de la enfermedad. También existe un posible riesgo de trasmisión a humanos, señaló.
Rea Pidcova aclaró que la enfermedad no se contagia por el consumo de la carne de pollo ni de huevos y que la única manera que las personas pueden contagiarse es si manipulan aves muertas o enfermas por el virus. Se debe notificar al Senasa inmediatamente si se identifica alta mortandad de aves.
Ante la detección de signos clínicos nerviosos, respiratorios, digestivos, disminución en la producción de huevos, en el consumo de agua o alimento o el hallazgo de aves domésticas y/o silvestres muertas, cualquier persona puede notificar al Senasa. Se puede avisar través de los siguientes canales: personalmente o por teléfono a sus oficinas. También se puede notificar a través de la app “Notificaciones Senasa”, enviar un correo a notificaciones@senasa.gob.ar y, en el apartado “Avisá al Senasa” de la página web del organismo público.
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