La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) propuso este viernes flexibilizar las pautas de donación de sangre para hombres homosexuales y bisexuales, quienes actualmente ven restringida la posibilidad de ser donantes, en el marco de una norma que se originó en la década de los ‘80, durante los años más duros del sida, aunque con el transcurso del tiempo se fue modificando.
Las normas actuales de esa autoridad permiten donaciones de hombres homosexuales y bisexuales si no han tenido relaciones sexuales con otro hombre durante tres meses.
En un borrador de propuesta publicado en el sitio web de la agencia, la FDA dijo que las nuevas reglas permitirían que cualquier persona donara sangre, independientemente de su género u orientación sexual, siempre que hayan tenido determinados comportamientos sexuales en los últimos tres meses que den la pauta de que no son portadores de VIH. A los donantes de sangre que informen tener una nueva pareja sexual o más de una pareja sexual se les preguntará sobre su actividad sexual durante los últimos tres meses según las nuevas pautas.
Esta política también se aplicaría a las mujeres que tienen relaciones sexuales con hombres homosexuales o bisexuales. Si esta directriz es aprobada, no sólo aliviaría la discriminación contra la comunidad LGBTQ, sino que además podría reforzar las donaciones de sangre en Estados Unidos al aumentar los donantes.
“Mantener un suministro seguro y adecuado de sangre y hemoderivados en los Estados Unidos es fundamental para la FDA, y esta propuesta de evaluación de riesgos individuales, independientemente del género o la orientación sexual, nos permitirá seguir utilizando la mejor ciencia para hacerlo, dijo el comisionado de la FDA, doctor Robert Califf, en un comunicado.
La decisión de la FDA no será tomada en forma inmediata, aunque no se informó cuándo podría haber una modificación de la norma.
La comunidad LGBTQ se ha opuesto durante mucho tiempo a estas restricciones generales sobre quién puede donar sangre, alegando que son discriminatorias. La Asociación Médica Estadounidense y otras organizaciones similares han asegurado que tales exclusiones son innecesarias debido a los avances tecnológicos para analizar la sangre en busca de enfermedades infecciosas.
En abril de 2020, Estados Unidos flexibilizó las reglas que impedían que muchos hombres homosexuales donaran sangre, en un esfuerzo por hacer frente a una escasez severa de donaciones que se produjo en ese momento, debido al brote de la COVID-19. El periodo fue reducido a tres meses, según anunció en ese momento la FDA. “La pandemia de la COVID-19 ha causado desafíos sin precedentes para los suministros de sangre”, destacó ese organismo.
En 2015 se estableció que los hombres que tuvieran sexo con otros hombres en los 12 meses anteriores no podían donar sangre. Antes de esto la prohibición de donar era de por vida para ese grupo de personas.
Por otra parte, a finales de noviembre último, la FDA ya había adelantado que se inclinaba por permitir a hombres gais y bisexuales en uniones monógamas donar sangre sin tener que pasar por un periodo de abstinencia sexual previo, como ha venido siendo hasta ahora.
En un comunicado publicado el 30 de noviembre pasado, la FDA explicó que ha financiado un estudio piloto, bautizado como ADVANCE, que se ha llevado a cabo en centros de atención sanitaria comunitarios en varias partes de Estados Unidos para ver si es viable cambiar su política actual.
La FDA afirmó en ese momento en su comunicado que, con los datos recopilados en el estudio, determinará si cambia su política. En concreto, verá “si los cuestionarios a posibles donantes basados en una evaluación individual de los riesgos son tan efectivos como los aplazamientos temporales para reducir el riesgo de VIH”.
El regulador expresó su compromiso para “evaluar alternativas” al requisito de abstinencia sexual, mediante la generación de pruebas científicas que apoyen una evaluación del riesgo basada en un cuestionario individual hecho al donante.
La FDA indicó en ese momento que todavía no tenía un calendario específico sobre cuándo completaría su análisis de los datos obtenidos en el estudio, aunque no descartó que esos apoyen la modificación de su política. En ese sentido, apuntó que es probable que actualice sus recomendaciones en los próximos meses para incorporar lo que se ha aprendido con el estudio.
El análisis solicitado por el organismo fue llevado a cabo por tres de los principales centros de donación de sangre del país —Vitalant, OneBlood y la Cruz Roja estadounidense— con una muestra de 2.000 hombres homosexuales y bisexuales.
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