Con el mundo viviendo la novena ola de coronavirus y mientras la Argentina transita la sexta, las infecciones no se detienen. Ayer solamente, se reportaron más de 351.000 infecciones nuevas, una cifra que omite los positivos del conteo semanal que reportan varios países del mundo como Argentina, Italia, Reino Unido, Turquía, México, Portugal y Grecia, por solo marcar algunos.
El virus SARS COV-2 causante del cuadro de afección respiratoria COVID 19 y de la pandemia que ya cumplió tres años evoluciona para hacerse cada vez más infeccioso y menos mortal, como el originario de Wuhan, China.
Tras la Alfa, la Beta o la Delta, desde el 26 de noviembre de 2021 la Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene clasificada a Ómicron como la más preocupante y contagiosa (un 30 a 50%) respecto al patógeno original. Inicialmente de origen sudafricano, hoy representa el 98% de los casos remitidos y no deja de generar linajes, menos virulentos pero más contagiosos.
Ómicron es la primera variante del coronavirus que logró expandirse por el mundo en tan solo 4 semanas por la movilidad de las personas entre los países y dentro de sus territorios. Su circulación es exclusiva: ya quedaron atrás Delta, Gamma y otras variantes de preocupación.
Tras la Alfa, la Beta o la Delta, desde el 26 de noviembre de 2021 la Organización Mundial de la Salud tiene clasificada a Ómicron como la más preocupante. Inicialmente de origen sudafricano, hoy representa el 98% de los casos remitidos y no deja de generar linajes, menos virulentos pero más contagiosos.
Tras las clasificadas B.1.1.529, BA.1, BA.1.1, BA.2, BA.3, BA.4 o BA.5, en estos momentos tres nuevas subvariantes de Ómicron preocupan a los científicos. La conocida como XBB.1.5 se cree que surgió en Nueva York en octubre y a estas alturas ya es responsable del 40% de todas las infecciones registradas en Estados Unidos. A finales de diciembre, el número de casos en el país se duplicó en tan solo una semana y en Nueva York en concreto las hospitalizaciones están aumentando, llegando a su nivel más alto desde hace un año. Según expertos esta subvariante trasmite al menos dos veces más rápido que otras, debido a la “inusual mutación conocida como F486P” como factor que está contribuyendo a ello. Esa mutación cambia parte del virus al que apuntan muchos anticuerpos procedentes de las vacunas o de una infección previa y los hace menos efectivos.
Los expertos señalan que no hay evidencia de que la XBB.1.5 cause una enfermedad más grave que otros linajes de Ómicron, pero alerta de que si se propaga más rápido es más probable que llegue a más personas vulnerables que podrían ser hospitalizadas o morir a causa de la infección, especialmente si no han recibido su última dosis de refuerzo. Ese sublinaje de la variante ya está detrás de uno de cada 25 casos en el Reino Unido, según sugieren los datos de vigilancia de ese país. En tanto, en los Estados Unidos, XBB.1.5 es la responsable de cuatro de cada 10 casos en el país, frente a los dos de cada 10 de hace una semana.
El linaje XBB es una fusión de los linajes de Ómicron BJ.1 y BA.2.75. El profesor Lawrence Young, virólogo de la Universidad de Warwick en el Reino Unido dijo a MailOnline que la aparición de ese linaje de la variante es una “llamada de atención”. Advirtió que la escalada de casos por ese linaje podría agravar la crisis del Servicio Nacional de Salud, que es la entidad de prestaciones sanitarias públicas.
BQ.1 y BQ.1.1 también son nuevas variantes que buscan infectar y contagiar más que incrementar su letalidad. BQ.1.1 y BQ.1 no tienen síntomas radicalmente diferentes de las versiones anteriores de Ómicron en personas vacunadas. “Las personas infectadas con estas subvariantes también tienden a reportar síntomas de resfriado: dolor de garganta, secreción nasal, dolores musculares, tos y dolores de cabeza. Los síntomas suelen ser más prolongados en las personas que no están vacunadas, en comparación con las que están vacunadas”, precisó el doctor Peter Chin-Hong, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de California en San Francisco. “La fiebre es mucho más común en las personas que no están vacunadas”, añadió.
También, los síntomas reportados en la infección por las subvariantes BQ.1 y BQ.1.1 pueden incluir tos, la fatiga, malestar general, diarrea, congestión, sensación de falta de aire y la pérdida del olfato o el gusto. Las únicas particularidades que parecen presentar a nivel sintomatológico las cepas BQ.1 y BQ.1.1 son la aparición de pérdida de apetito, de afonía y de taquicardia, que no eran tan frecuentes en otras subvariantes de Ómicron.
La variante BQ.1.1, es preocupante, advirtió el virólogo del Departamento Imperial de Enfermedades Infecciosas del Imperial College de Londres, especializado en virus, Influenza, SARS-CoV-2 y sus variantes, Tom Peacock. El experto reconoce que la variante BQ.1.1 ha ganado varias mutaciones adicionales en RBD - R346T, K444T y N460K”. Además, indicó que esta nueva variante “ha mostrado un crecimiento muy rápido en las últimas semanas, particularmente en el Reino Unido.
“Hoy hay nuevas variantes que se han diferenciado de la original con lo cual tienen mayor capacidad de infectar y de esquivar las defensas, ya sea de esquivar la inmunidad por infecciones previas por variantes antiguas o también por esquivar la inmunidad generada por las vacunas”, precisó a Infobae el cardiólogo argentino Oscar Cingolani es profesor de medicina y director del Centro de Hipertensión Arterial y de la Unidad de Cuidados Críticos (UCC) Cardiovasculares del Hospital Johns Hopkins, en Baltimore, Estados Unidos.
“En Europa tenemos variantes mezcladas. Y en Estados Unidos tenemos ahora una sub variante de un Ómicron que es la XBB.1.5, que proviene de la BA.2, una subvariante de Ómicron que rápidamente se hizo predominante en el país. Es una variante que tiene muchas más mutaciones que las anteriores y se une mucho más fuerte al receptor ACE2, con lo cual el contagio es mucho mayor y el período de incubación parece ser más corto”, advirtió el experto.
Los virus como el SARS-CoV-2 evolucionan constantemente a medida que se producen cambios en el código genético (provocados por las mutaciones genéticas o la recombinación viral) durante la replicación del genoma. Un linaje es un grupo de variantes de virus estrechamente relacionados desde el punto de vista genético derivados de un ancestro en común. Una variante tiene una o más mutaciones que la diferencian de las otras variantes del virus del SARS-CoV-2. Un recombinante es una variante creada por la combinación de material genético de dos variantes diferentes. Tal como se preveía, se han documentado múltiples variantes del SARS-CoV-2 a nivel mundial durante esta pandemia.
“De acuerdo a la fuente extractada del Boletín Epidemiológico, en Argentina existe una circulación exclusiva de la variante OMICRON y sus variantes BQ. 1.1, y posteriormente se detectaron las XBB1, BA4 y B.5. Estas fueron detectadas en 10/29 muestras de modo que 1 de cada 3 casos corresponde a esta mutación. La misma situación se viene observando desde diciembre de 2022 en USA y en Europa. Según observaciones de los expertos del Departamento de Enfermedades Infecciosas del Imperial College de Londres, la variante OMICRON ha mostrado un crecimiento muy rápido en las últimas semanas”, indicó a Infobae la doctora Paola Caro, directora Médica de Vittal.
Nueva variante en China
Tal y como han informado las autoridades del gigante asiático, esta nueva ola de incidencia tiene como protagonista la nueva subvariante BF.7, de Ómicron, un linaje asombrosamente infectivo: frente a la tasa de contagio de en torno al 5% que presentaba la Ómicron original, la BF.7 alcanza entre un 10 y un 18%.
Por lo demás, los síntomas reportados hasta ahora en esta nueva variante se asemejan mucho a los de otras cepas, y no parece afortunadamente que sea más virulenta que algunas de sus antecesoras inmediatas (lejos, por tanto de los linajes iniciales). Eso sí, parece que posee un tiempo de incubación más corto que su variante matriz (BA.5), con una aparición también anterior del cuadro sintomático en los pacientes.
El síntoma más común parece ser la fiebre (en China parecen haberse multiplicado hasta por 16 las personas infectadas que desarrollan un cuadro febril), seguida de dolor muscular, mucosidad, congestión nasal, cefaleas y fatiga. El cuadro tiende a remitir a los pocos días, especialmente en personas vacunadas, y no tiende a ser más grave que el provocado por otras variantes. Eso sí, como ya ha sucedido con otros linajes, siempre existe un cierto riesgo de síntomas prolongados, como parte de la llamada ‘covid larga’.
Vacunas bivalentes para enfrentar Ómicron
“Aquí (EEUU) estamos tratando de recomendar que la gente se vacune y se dé el booster o refuerzo con la nueva vacuna bivalente. La recomendación es que si tuvo COVID hace más de cuatro meses o si recibió una dosis de la vacuna anterior dada hace 4 o 6 meses la reciba. Si no hay vistas de que la vacuna bivalente llegue en las próximas semanas al país, yo, en Argentina, recomendaría que la gente se aplique otra dosis incluso con la vacuna de ARN anterior. Aunque, si alguien se dio ya cinco dosis esperaría a la bivalente y me daría otro refuerzo con la bivalente entre cuatro a seis meses después de haberme dado la última vacuna. Hoy vemos que la gran cantidad de pacientes que se internan por COVID severo son: o personas con enfermedades predisponentes o ancianos que no se han dado el último refuerzo, así que es importante”, indicó el director del Centro de Hipertensión Arterial y de la Unidad de Cuidados Críticos (UCC) Cardiovasculares del Hospital Johns Hopkins.
Según dijo, los últimos datos “comparan, y eso es muy nuevo, el refuerzo con la vacuna anterior de ARN mensajero con el nuevo booster. Parece ser que el nuevo booster sigue funcionando, aunque menos, pero sigue funcionando un poco mejor que la vacuna anterior”. Incluso, el experto resaltó que “entre ambas vacunas bivalentes, la de Pfizer y la de Moderna, la de Moderna que tiene una dosis mayor y parece ser un poquito más efectiva”.
La doctora Paola Caro brindó un dato interesante a la hora de mostrar la efectividad de las nuevas variantes: “Un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Texas asegura que la nueva variante OMICRON es cuatro veces más resistente a las vacunas. De esto, surge que las nuevas variantes BQ.1.1 resultan resistentes a las vacunas bivalentes desarrolladas por Pfizer y Moderna. No obstante, los síntomas suelen ser más prolongados en los pacientes que no están vacunados en comparación con los que están vacunados. Por ello es importante mantener la protección por vacuna en especial en mayores de 50 años y personas con alguna condición de riesgo”.
Un estudio publicado la semana pasada en la revista New England Journal of Medicine reveló que los nuevos refuerzos bivalentes de Covid de Moderna y Pfizer-BioNTech aumentaban las respuestas de anticuerpos frente a muchos linajes de Ómicron, incluida XBB. Aunque el nuevo refuerzo -denominado bivalente porque se dirige a Omicrón BA.4 y BA.5, así como al coronavirus original- no es perfecto, ofrece una protección adicional a la que se observaba en los refuerzos originales o monovalentes disponibles anteriormente, afirmó Mehul Suthar, profesor asociado del Centro de Vacunas Emory de la Universidad de Emory y autor del informe.
Un estudio reciente publicado en Nature advierte que, en la actualidad, los científicos que siguen la evolución del SARS COV-2 buscan dos amplias categorías posibles de cambios en el virus:
-Uno que lo haría más infeccioso o transmisible, por ejemplo, al replicarse más rápidamente para que se propague más fácilmente a través de la tos, los estornudos y las sibilancias,
-El otro, que le permite superar la respuesta inmunitaria del huésped.
“Cuando un virus comienza a propagarse por primera vez en un nuevo huésped, la falta de inmunidad preexistente significa que se obtienen pocas ventajas evadiendo la inmunidad. Por lo tanto, las primeras y más grandes ganancias que obtendrá un nuevo virus tenderán a venir a través de mejoras en la infectividad o la transmisibilidad”, detalló el artículo.
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