El COVID cambió al mundo y aún lo hace. Ya sea por las medidas de aislamiento o por el temor que despertó el SARS-CoV-2, entre muchos otros aspectos, la situación sanitaria provocó modificaciones en la relaciones. Ahora, según un informe realizado por el Observatorio Humanitario de Cruz Roja Argentina, con el aporte de Fundación Padres, se detectó que “la tarea de ser madre o padre resultó más agotadora física y mentalmente que antes de la pandemia”. ¿Qué otros cambios detectaron?
“Desde el Observatorio Humanitario trabajamos con el objetivo de identificar los desafíos que enfrentan las personas día a día para favorecer la toma de decisiones basadas en evidencia a nivel regional y global. La pandemia transformó la manera en que todas las personas nos vinculamos. Comprender el impacto que tuvo en nuestros lazos familiares y en la salud mental de los hogares es fundamental en estos tiempos”, resaltó Diego Tipping, presidente de Cruz Roja Argentina.
La encuesta se realizó de manera presencial y abarcó a 20 provincias de Argentina; siendo que con el objetivo de fortalecer su labor y promover la colaboración e intercambio de conocimiento, el Observatorio Humanitario de Cruz Roja Argentina fue designado recientemente como Centro de Referencia de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC). Además, fue incorporado como integrante del Consorcio de Investigación de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (RC3).
Cuál fue el impacto de la pandemia en la salud mental y las relaciones familiares
Mediante el espacio de investigación, conocimiento y sensibilización que representa el Observatorio Humanitario de Cruz Roja Argentina, esta entidad, junto a la Fundación Padres, realizaron una encuesta e informe con el objetivo de conocer el impacto de la pandemia en las relaciones familiares y la salud mental en el hogar. Para conocer en profundidad lo sucedido, desde dicho organismo consultó a padres y madres sobre “diversos aspectos de la vida familiar”, al tiempo que dispusieron “un abordaje exploratorio sobre la vinculación con padres y madres y las percepciones sobre la persona adulta de referencia”.
1. Sobre la maternidad y paternidad
Según señalaron en las conclusiones, “en términos generales, haber conservado actitudes positivas durante la pandemia generó sentimientos de satisfacción y plenitud en las personas de entre 18 y 29 años que son padres o madres”. En tanto, en el caso de las personas mayores de 50 años, los consultados “expresaron su preocupación porque chicos y chicas presenciaran conflicto familiares o evidenciaran dificultades de la pareja”.
En ese tono, desde la Cruz Roja Argentina señalaron que “las madres fueron quienes tuvieron mayores dificultades para controlar su enojo y conservar la calma”. Según explicaron, este comportamiento está relacionado con que “las mujeres son quienes tienen mayor preocupación por el aprendizaje de sus hijos o hijas, se sienten más agotadas en el rol y describen que tanto sus tareas de crianza como de cuidado aumentaron durante la pandemia”.
“Mientras estuvieron vigentes las medidas de aislamiento social, preventivo y obligatorio, muchas familias recurrieron a herramientas emocionales y/o lúdicas. Estas estrategias resultaron mayormente exitosas en los padres y madres de entre 18 y 29 años, quienes expresaron satisfacción, plenitud y felicidad en maternar o paternar y por ende, satisfacción personal tras haber atravesado positivamente la pandemia”, resaltaron al indicar un aspecto positivo que detectaron durante el estudio.
De todos modos, pese a estos “beneficios”, los expertos detectaron que “en todos los rangos etarios, la tarea de ser madre o padre les resultó más agotador física y mentalmente que antes de la pandemia. En el caso de las personas más jóvenes, si bien su rol les genera felicidad, la pandemia implicó una mayor atención y energía destinada sólo a hijos e hijas”.
“En personas de entre 30 y 50 años en adelante, es probable que estos factores hayan influido para que expresen arrepentimiento, en alguna medida, de ser padre o madre. En las personas mayores de 50 años, podría deberse a que esto no responde únicamente al cuidado de hijos e hijas, sino también de nietos y nietas”, señalaron en el informe.
2. Relaciones de pareja y pandemia
En otro de los apartados evaluados por la Cruz Roja, los expertos pusieron las relaciones de pareja bajo la lupa. Según indicaron, “en la postpandemia, la mayoría de las personas de más de 50 años considera que todos los aspectos se mantuvieron igual que antes”. “Este resultado se ve reflejado, mayormente, en el sentimiento de felicidad que tienen con su relación”, puntualizaron. Incluso, resaltaron que esta situación se vincula a que “consideran que su pareja les ayudó a alcanzar sus metas, proyectos y sueños por la forma en la que se organizan para tomar decisiones, en cómo se distribuyen las tareas del hogar y en el estado emocional”.
“Esto puede deberse a que han desarrollado estrategias respecto a la inteligencia emocional: establecer reglas para comunicarse, negociar e identificar momentos para hablar temas delicados. Es importante destacar que este tema representa un desafío a lo largo de la vida y que quizás no siempre se pueden poner en práctica”, evaluaron los expertos.
Asimismo, indicaron que en términos generales, “la pandemia generó cambios en la manera de vincularse en la pareja, pero también en la percepción de la maternidad y la paternidad. Para personas que maternan y paternan, la pandemia dispuso modificaciones en los esquemas de cuidado, con reglas más estrictas que pueden haber provocado situaciones de estrés”.
“La mayoría de personas de más de 50 años que viven en pareja manifestaron mayor estabilidad emocional y afectiva, e incluso mayor cohesión luego de la pandemia”, indicaron los expertos.
3. La pandemia y la virtualidad escolar
Otro de los aspectos que analizaron los expertos de la Cruz Roja fue la virtualidad inducida por la pandemia y los aislamientos. “La investigación refleja que las madres de entre 30 a 49 años son quienes se mostraron mayormente afectadas por las consecuencias de la imposibilidad de que sus hijos e hijas asistieran a clases presenciales durante la pandemia, evidenciando una mayor preocupación por el aprendizaje y desarrollo de sus hijos e hijas e involucrándose de manera más activa en la supervisión de los contenidos educativos”, indicaron.
Sobre este punto, los expertos señalaron que este grupo “también presentó mayor impacto de la pandemia en la salud mental. Esto podría deberse al aumento de la carga de trabajo doméstico que quedó bajo su responsabilidad”. “En la encuesta las madres, expresaron haber experimentado agotamiento por la gestión de las tareas de cuidado, con dificultades para despejarse o tener tiempo libre”, afirmaron desde la Cruz Roja.
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