COVID y Long COVID, conciencia ambiental, viruela del mono, astronomía y cambio climático, son solo algunas de las áreas que quedaron bajo el microscopio de la revista científica Nature, la cual definió quiénes fueron las 10 personalidades “que ayudaron a dar forma a la ciencia en 2022″.
Según indicaron desde la reconocida revista, para determinar quiénes serían parte de esta prestigiosa nómina, analizaron “los avances científicos clave de este año y algunas de las personas que desempeñaron un papel importante en estos hitos”. Es que estas personalidades, junto a sus equipos, “ayudaron a hacer descubrimientos sorprendentes y llamaron la atención sobre cuestiones cruciales”.
Jane Rigby: una nueva mirada al universo
Su principal intervención durante 2022 estuvo relacionada con el envío del telescopio espacial James Webb (JWST) al espacio. Pero eso no fue todo, ya que además fue la responsable de que funcionara a la perfección. Esta astrónoma, que decidió abocarse a mirar las estrellas desde la Tierra por no contar con la altura suficiente para convertirse en astronauta (según ella misma admite), fue esencial para este hito que le brinda a la ciencia una nueva mirada sobre el universo.
“De todos los cientos de cosas que podrían haber salido mal con el después de su lanzamiento, el 25 de diciembre de 2021, Jane Rigby no dejaba de pensar en un escenario de pesadilla. A medida que el telescopio de 10.000 millones de dólares se adentraba en el espacio profundo, tuvo que desplegar un espejo secundario frente a su enorme espejo primario para poder capturar y transmitir los preciosos fotones a la Tierra”, relatan desde la reconocida revista.
En ese sentido, Rigby, que se desempeña como científico del proyecto de operaciones del telescopio en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland, recordó: “Ese fue el que más me asustó”. “Pude visualizar este hermoso telescopio, los espejos dorados en el espacio, enfocando la luz hacia la nada sin un espejo secundario allí”, agregó.
Lo cierto es que, a pesar de estos escenarios imaginarios, esto no ocurrió. Tras el primer espejo, el segundo logró desplegarse a la perfección. Pero no se quedó tranquila, ya que durante un mes lideró el equipo de trabajo que analizó el rendimiento de esta herramienta única. “Desde las primeras imágenes asombrosas publicadas en julio hasta los descubrimientos de galaxias distantes y atmósferas de exoplanetas, JWST ha dominado los titulares de astronomía a lo largo de 2022. Y de los miles de astrónomos que trabajaron en el telescopio durante décadas, Rigby ha sido una pieza clave”, indicaron desde la revista.
“Ella trabajó extremadamente duro todos los días para reducir las incertidumbres sobre cómo esta luz de fondo afectaba los datos del telescopio”, indicó el científico del proyecto JWST, Klaus Pontoppidan, en el Instituto de Ciencias del Telescopio Espacial, en diálogo con Nature. De este modo, Rigby le permitió a sus colegas de todo el mundo asegurarse de las mediciones son precisas. Luego, fueron avances constantes: el 12 de julio realizó el primer artículo sobre los resultados científicos del JWST, esa misma semana, junto a Joe Biden, reveló las primeras imágenes del cosmos en la Casa Blanca y posteriormente dio detalles del trabajo realizado en varios espacios académicos.
Otro de los aspectos que destacaron desde la reconocida publicación es su “activismo en la comunidad LGBT+ y el perfeccionamiento de su liderazgo en la ciencia”. “Hay un sentimiento de pertenencia, que el Universo no me rechaza”, resaltó la experta sobre este aspecto y aseguró que ante “los riesgos que enfrentan muchos científicos LGBT+, esa sensación de aceptación y seguridad es crucial”, por lo cual ese sentimiento de “ser atraído por la astronomía, en parte debido a mi identidad queer, era un sentimiento de ser parte del Universo y ser parte de la historia más grande”.
Yunlong Cao: un punto inflexión ante el COVID
Con el surgimiento del COVID, decenas de científicos dejaron de lado sus estudios previos para centrarse en brindarle una solución a la pandemia. Sin embargo, Yunlong ‘Richard’ Cao se sumergió completamente en el virus. Es que al regresar a China desde los Estados Unidos, a finales de 2019, el SARS-CoV-2 fue el centro de su vida y trabajo.
Según señalaron desde la revista, Cao “esperaba desarrollar su investigación doctoral en genómica unicelular; pero poco después de que se estableciera en su puesto de investigador asociado en la Universidad de Pekín en Beijing, la ciudad se cerró”. Junto a su asesor, el químico biofísico Xiaoliang Sunney Xie, se encontró con su laboratorio vacío de técnicos y estudiantes, pero la ausencia le permitió detectar un punto positivo: los métodos en los que se había especializado podrían aplicarse para analizar los anticuerpos desencadenados por la infección con el SARS-CoV-2.
“Nunca pensé que me dedicaría a la inmunología y la virología”, recordó. Y mientras Ómicron y sus sublinajes aún generan nuevas olas, Cao demostró que su labor puede ser un faro en la pandemia, ya que “al probar los anticuerpos de las personas con exquisito detalle, su equipo logró predecir muchas de las mutaciones que definen esta ‘sopa de variantes’”, señalaron desde la publicación.
Sus primeros pasos en la pandemia, junto al equipo de científicos que conforma el grupo de Xie, fue examinar “a las personas que se habían recuperado de COVID-19 en busca de anticuerpos que pudieran usarse en el tratamiento”, logró avanzar en este aspecto. Pero el surgimiento de la variante Beta derrumbó sus esfuerzos. Entonces, decidió centrarse en analizar “todos los cambios posibles en el dominio de unión al receptor de la proteína espiga del SARS-CoV-2 (aproximadamente 4000 combinaciones de aminoácidos)” y cómo éstos “afectaban su capacidad para unirse a las células huésped e infectarlas”.
Para poder identificarlos, desarrolló un método de alto rendimiento y lo concretó en semanas. “El esfuerzo mostró, con gran detalle, cómo el virus podría responder a la presión de los anticuerpos”, resaltaron desde la revista. Asimismo, señalaron que el experto “identificó las mutaciones que proporcionan la mayor rentabilidad para esquivar la inmunidad. Y el enfoque permitió al equipo de Cao estudiar cómo la exposición a diferentes variantes afecta los anticuerpos que producen las personas”.
“Su equipo ha estado a la vanguardia de la generación de datos experimentales sobre nuevas variantes”, resaltaron desde la publicación y recalcaron que, además, compartió “rápidamente esa información a través de preprints, redes sociales y sitios web de seguimiento de virus”. Ahora, Cao y sus colegas tiene por objetivo diseñar nuevas terapias con anticuerpos, identificando aquellas que son más resistentes a la evolución viral.
Saleemul Huq: responsabilidades climáticas
La Cumbre Climática COP27 dejó muchas dudas, algunas decepciones, una certeza y un acto de justicia. Es que Saleemul Huq fue el investigador del clima de Bangladesh que impulsó a que los países ricos pagaran las pérdidas y los daños causados por el cambio climático. Según el texto acordado tras la finalización de este encuentro que tuvo lugar en la ciudad turística de Sharm El-Sheikh, en el Mar Rojo, se establece “un fondo de pérdidas y daños para ayudar a los países de bajos ingresos a lidiar con los impactos del cambio climático”, resaltaron.
“Esa disposición es la culminación de una campaña de casi 30 años para lograr que los emisores de carbono históricamente altos del mundo reconozcan que tienen alguna responsabilidad financiera con los países de bajas emisiones que enfrentan devastación a medida que las temperaturas continúan aumentando”, indicaron desde la publicación. Es que, pese a que Huq tiene una formación como biólogo de plantas, ahora es el líder del Centro Internacional para el Cambio Climático y el Desarrollo en Dhaka.
“Las pérdidas y los daños no son ayuda”, dice Huq, ya que este comportamiento “se basa en el principio de ‘quien contamina paga’”. “Cuando se da dinero como ayuda, todo el poder recae en el donante”, indicó el experto y resaltó que, de este modo la relación, es desigual. “Las comunidades - según el experto - necesitan estar en el asiento del conductor”.
“La estrategia de Huq fue persuadir a más países (incluidos China e India) del caso de pérdidas y daños para que los países menos desarrollados y los pequeños estados insulares no estén solos”, indicaron desde la publicación y resaltaron que “persuadir a los países ricos con altas emisiones fue una tarea más difícil”. Lograr que reconocieran las palabras “pérdidas y daños”, ya durante el Acuerdo de París (2015), fue una tarea faraónica y en la COP que finalizó en noviembre la fórmula volvió a repetirse. “No parpadeamos”, dijo al recordar este avance que, según los especialistas, es un antes y un después en la lucha contra el Cambio Climático.
Svitlana Krakovska: guerra con Rusia y cambio climático
Con el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) como principal espacio de acción, la científica Svitlana Krakovska “se convirtió en una defensora internacional de su país y vinculó la invasión de Rusia al cambio climático, calificándola de ‘guerra de combustibles fósiles’”, explicaron desde Nature.
Sus recuerdos del inicio de la invasión son impresionantes. Es que cuando escuchó la caída del primer misil se encontraba participando de una videoconferencia con representantes de 93 países. Lejos de denunciar, en ese mismo momento, lo que ocurría en Ucrania, la experta señaló: “Comprendí que el IPCC no es un organismo político y no quería socavarlo”. Sin embargo, la situación reinante obligó a Krakovska a abandonar la reunión del IPCC; debía prepararse junto a su marido y sus cuatro hijos para sobrevivir a la guerra.
Tras analizar este escenario durante tres días, la directora del Laboratorio de Climatología Aplicada en el Instituto Hidrometeorológico de Ucrania, en Kyiv, decidió romper el silencio y señaló lo que ocurría en el plenario de clausura. “Estaba tan enojada”, recordó. Al tiempo que resaltó: “Esta fue una situación excepcional”. “Este cambio climático inducido por el hombre y la guerra contra Ucrania tienen conexiones directas y las mismas raíces: son los combustibles fósiles y la dependencia de la humanidad de ellos”, aseguró durante su discurso.
Y agregó: “La facilidad de recibir energía de la quema de carbón, petróleo y gas ha cambiado el equilibrio de poder en el mundo humano”. En ese momento, junto a las delegaciones que expresaron su solidaridad con Ucrania se incluyó al “representante de Rusia, Oleg Anisimov, quien se disculpó por el ataque”. “Estaba llorando”, aseguró Krakovska y agregó: “En ese momento, necesitábamos mucho este apoyo”.
Pese a diversos ofrecimientos de sus colegas, Krakovska y su familia decidieron permanecer en Kyiv, “en parte porque su padre estaba gravemente enfermo”. Sin embargo, decidió aceptar “invitaciones para hablar en eventos importantes en todo el mundo”. “Eso ha puesto a Krakovska a la vista del público como activista tanto por la acción climática como por Ucrania”, indicaron desde Nature.
Aunque tiene salidas esporádicas para denunciar lo que ocurre en su tierra, Krakovska definió no abandonarla y vive con “electricidad, calefacción y agua intermitentes, mientras que los misiles han seguido cayendo a kilómetros de su casa”. Además, no abandona su pasión y “continúa trabajando en las proyecciones del cambio climático para Ucrania y espera convocar seminarios web pospuestos para explicar los informes del IPCC. Está gastando los honorarios que gana por el trabajo internacional y los compromisos de hablar en la compra de generadores de electricidad para otros ucranianos”, concluyeron desde la reconocida revista.
Dimie Ogoina: la viruela del mono como punto de inflexión
Cuando la pandemia parecía haber dado un paso al costado, surgió la viruela del mono. Y en el momento en que la enfermedad ganó terreno en el planeta, Dimie Ogoina “sintió una cierta sensación de déjà vu. El virus apareció en su país de origen, Nigeria, en 2017 por primera vez en casi 40 años y provocó más de 700 casos confirmados y sospechosos”.
Según recuerdan, en ese brote ocurrido hace 5 años atrás, el médico especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad del Delta del Níger, en Amassoma, “fue la primera persona en diagnosticar a alguien con un caso confirmado de la enfermedad, que la Organización Mundial de la Salud rebautizó como mpox en noviembre para reducir el estigma”, destacan.
“Ogoina fue fundamental para detallar la propagación del patógeno en Nigeria, señalando las lesiones genitales inusuales que causó y el hecho de que los niños parecían estar a salvo, incluso en algunos hogares donde había infecciones”, destacaron como avance desde Nature. Al tiempo que recordaron que, junto a sus colegas, fue quien advirtió que “el virus podría propagarse a través del contacto sexual y que podría propagarse entre personas de manera mucho más eficiente de lo que se pensaba anteriormente”.
Es que, pese a que aún no está claro si “el virus se transmite sexualmente en sentido estricto (a través de la sangre, el semen u otros fluidos corporales), está claro que se transmite fácilmente a través del contacto sexual”. Este fue el punto de inflexión que le permitió a los funcionarios de salud de todo el mundo central su atención en este tipo de transmisión y “ayudó a acelerar el desarrollo de campañas de educación y vacunación en países de altos ingresos”. Ahora, mientras que los casos de Mpox comenzaron a caer en todo el mundo, el experto resaltó que “su objetivo es comprender y detener la propagación de la enfermedad en Nigeria”. Es que, de no lograrlo, augura que “el virus volverá”
Lisa McCorkell: el análisis del Long COVID de “ambos lados del mostrador”
Investigadora y paciente. La situación de Lisa McCorkell ante el Long COVID la ubica en “ambos lados del mostrador”. Es que pese a que su área de experiencia se basa en analizar “los mayores desafíos de la política social, incluida la pobreza alimentaria y las redes de seguridad social, hubo un tema que evitó: la atención médica”, resaltan desde Nature. “Sentí que era demasiado complicado”, indicó la experta y agregó: “Estaba tratando de mantenerme alejada de eso”.
Ahora, con esta patología, decidió abandonar su anterior postura. “Después de un episodio leve de COVID-19 en 2020, contrajo un caso debilitante de COVID prolongado, que continúa afectando su vida diaria. Más tarde ese año, ella y otras cuatro mujeres con la afección fundaron la Colaboración de Investigación Dirigida por Pacientes, un grupo de investigadores que realizan e informan estudios sobre la afección”, resaltaron desde la publicación.
“McCorkell ha ayudado a dar forma a estudios fundamentales de COVID de larga duración; el año pasado, testificó ante el Congreso de los Estados Unidos sobre las necesidades de las personas con esta afección”, destacaron desde Nature como impulso para su designación, mientras que la experta agregó: “Estamos tratando de poner a los pacientes al frente de todo tipo de investigación. Hacemos que determinen cuáles son nuestras prioridades de investigación y toman la decisión final sobre a dónde va este dinero”.
Entre las distintas investigaciones, “el año pasado, el grupo publicó un informe histórico que documentó más de 200 síntomas. Los miembros de la colaboración han formado parte de juntas asesoras para proyectos de investigación de COVID de larga duración, incluida la iniciativa Researching COVID to Enhance Recovery (RECOVER) de 1 mil millones de dólares de los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU”, indicaron.
Más allá de estos avances, lo cierto es que cada día se suman nuevos estudios, tales como: el impacto de la reinfección por SARS-CoV-2 en los síntomas prolongados de COVID y una iniciativa para estudiar la afección en países de ingresos bajos y medianos; además del malestar post-esfuerzo y los microcoágulos.
Debido a su condición, la científica abandonó su puesto como investigadora y se enfocó en este proyecto. “Tenemos un estilo de trabajo que es muy asincrónico y prioriza la salud de las personas por encima de todo”, afirmó McCorkell y completó: “Tengo la esperanza de que podamos avanzar hacia el futuro tomando la justicia de discapacidad como lente para cualquier formulación de políticas”.
Diana Greene Foster: aborto y consecuencias
Cuando la Corte Suprema de los Estados Unidos le permitió a los estados prohibir el aborto, Diana Greene Foster se dispuso a conocer las consecuencias de esta decisión. “Estaba en la conferencia anual de la Federación Nacional del Aborto en Orlando, Florida, cuando un proyecto de decisión filtrado reveló la intención de la Corte Suprema de EE. UU. de revocar Roe v. Wade en mayo. Mi teléfono simplemente explotó”, afirmó la investigadora y demógrafa de la Universidad de California, en San Francisco.
“Foster había estado tan preocupada de que la corte socavara el histórico fallo de 1973 que protegía el acceso al aborto, que ya había comenzado a planificar un estudio para analizar los impactos en los estados con mayor probabilidad de prohibir el procedimiento. Pero todavía se sentía como un puñetazo en el estómago”, señalaron desde Nature. “Tenía la esperanza de que nunca fuera necesario realizar el estudio”, dice ella.
Fueron más de 20 años de estudio, donde analizó “el acceso a los anticonceptivos y la eficacia de los programas de planificación familiar. Pero el estudio por el que es más conocida analizó el impacto del aborto, o la denegación de uno, en la salud mental, física y económica de una persona. Conocido como el Estudio Turnaway, se inspiró en un comentario improvisado que recuerda haber escuchado de un proveedor de servicios de aborto en 2006″, indicaron desde la publicación. Mientras que lla resaltó: “Me pregunto qué sucede con las mujeres a las que rechazamos”.
“Foster y su equipo convencieron a 30 proveedores de servicios de aborto en todo el país para que reclutaran a mujeres que acudieron a las clínicas y se sometieron a un aborto, así como a aquellas que no habían cumplido el límite designado por un centro y se les negó el procedimiento. El Estudio Turnaway rastreó cómo les fue a casi 1,000 mujeres durante hasta 5 años”, explicaron al indicar su labor.
Y agregaron: “A través de más de 50 artículos revisados por pares, el estudio ha demostrado que someterse a un aborto no daña la salud o el bienestar de la mujer. Sin embargo, la denegación de un aborto conduce a resultados financieros y de salud negativos, y perjudica a las familias. Aquellas a las que se les niega un aborto tienen más probabilidades de vivir en la pobreza, criar a sus hijos solas y experimentar complicaciones potencialmente mortales relacionadas con el nacimiento de ese niño”. Además, también enfrentaron un aumento de eventos negativos como quiebras y desalojos.
António Guterres: la diplomacia en el centro de la ciencia
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, decidió que su rol en la diplomacia sea de conciencia mundial. Es que ante los líderes del mundo que se reunieron en la COP27 no escatimó en fuertes palabras: “Estamos en una carretera hacia el infierno climático, con el pie todavía en el acelerador. Nuestro planeta todavía está en la sala de emergencias”.
“Las audaces declaraciones públicas que sirven como voz de conciencia para la humanidad se han convertido en una característica del liderazgo de Gutteres. Él llama fallas como las ve”, resaltaron desde Nature y agregaron: “Gran parte de esa defensa vocal se centra en cuestiones ambientales, sirviendo a los intereses de los países de bajos ingresos y estableciendo prioridades globales. Pero su diplomacia de bajo perfil entre bastidores también ayudó a evitar una crisis alimentaria este año, según fuentes internas”.
La invasión de Rusia a Ucrania impidió el envío de millones de toneladas de cereales a los mercados mundiales. Gracias a su trabajo junto a socios externos, Guterres y otros funcionarios ayudaron en “negociaciones políticamente delicadas para establecer un corredor protegido para los envíos de granos. La Iniciativa de Granos del Mar Negro se firmó en Estambul, Turquía, el 22 de julio”.
“La hazaña es testimonio del poder de la diplomacia discreta para encontrar soluciones multilaterales”, dijo el titular de la ONU en redes sociales. “Y mientras los países estaban atrapados en las negociaciones climáticas en noviembre, Guterres estaba presionando a las naciones en la cumbre del G20 en Bali, Indonesia, para que adoptaran un Pacto de Solidaridad Climática que comprometería a las naciones más ricas a ayudar a acelerar la transición global a la energía renovable”, indicaron desde la publicación.
Muhammad Mohiuddin y una técnica que podría salvar miles de vidas
La idea de los xenotrasplantes no es nueva, pero que un corazón de cerdo editado genéticamente le permita a un ser humano vivir más tiempo, es un hito en la historia de la medicina. “En una noche nevada de enero, Muhammad Mohiuddin durmió en su oficina de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland en Baltimore, sin querer correr el riesgo de conducir una hora hasta su casa. Si el clima empeoraba, al cirujano de trasplante le preocupaba perderse un procedimiento histórico programado para la mañana siguiente: el primer trasplante de un corazón de cerdo editado genéticamente a un ser humano”, indican desde Nature. Esta intervención sería el corolario de décadas de trabajo.
Gracias a los avances de la ciencia y tras solicitar un permiso de la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA), el xenotrasplante se concretó en diciembre de 2021. Junto al cirujano Bartley Griffith, también de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland, lograron que un hombre de 57 años, David Bennett, que “había estado postrado en cama durante dos meses mientras su corazón fallaba lentamente” recibiera el órgano, ya que no era elegible para un corazón humano.
“Finalmente, en la víspera de Año Nuevo, la FDA aprobó el procedimiento de emergencia y el equipo programó la cirugía para el 7 de enero. En las semanas posteriores a la operación, múltiples infecciones debilitaron el ya frágil estado de Bennett. Más tarde, el equipo se enteraría de que el corazón del cerdo había sido infectado por un herpesvirus porcino no detectado, aunque no está claro si eso afectó la salud de Bennett”, explicaron desde la reconocida revista.
De todas maneras, pese a que el hombre terminó falleciendo, logró sobrevivir dos meses después de la cirugía. Más de lo que nadie esperaba, incluido Mohiuddin. “Viví y morí con ese paciente. Quería que viviera para siempre, eso estaba en mi corazón, pero en mi cabeza sabía que sería un milagro”, recordó el experto. Y pese a que admite haber recibido críticas ocasionales de grupos de derechos de los animales y otros investigadores, indicó: “Hay muchas opiniones, pero tenemos los datos, que creemos que es mejor que no tenerlos”.
Alondra Nelson y un reordenamiento que esperanza a Estados Unidos
Desde que se puso al frente de la Oficina de Política Científica y Tecnológica de la Casa Blanca, la equidad, la integridad y el acceso abierto avanzaron velozmente. Es que esta socióloga del Instituto de Estudios Avanzados de Princeton, Nueva Jersey, “construyó su reputación investigando las implicaciones sociales y raciales de la ciencia y la tecnología. Fue esa experiencia la que buscó la Casa Blanca cuando fue nombrada la primera subdirectora de ciencia y sociedad de la OSTP en 2021″, resaltaron desde Nature.
“El deber principal de la oficina es coordinar las políticas científicas en todo el gobierno federal, y para muchos científicos sociales, el nombramiento de Nelson fue una señal de que el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, estaba listo para cumplir su promesa de campaña de abordar el racismo y la desigualdad”, agregaron al señalar la importancia de su presencia. “Es un momento emocionante para estar en el gobierno”, agregó la experta.
Desde su arribo a este sector del Gobierno norteamericano, Nelson lideró esfuerzos de integridad científica; trabajó en el Plan para una Declaración de Derechos de IA; y dirigió la guía científica más grande y controvertida de la administración Biden. Sin embargo, tras su paso por esta institución, en la cual tuvo “que trabajar un poco para que la cultura de OSTP volviera a un lugar donde pudiéramos centrarnos en la ciencia, la tecnología y la política“, según afirmó, la investigadora regresó a su puesto original. En su lugar quedó la física Arati Prabhakar.
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