La pandemia por el COVID continúa y nuevamente produce olas de casos en América y Europa. Mientras tanto, en varios países también hay niños que pueden enfermar por el virus que causa la bronquiolitis o por el de la gripe, una situación que llaman coloquialmente como “tripledemia”. Los síntomas de cada infección pueden ser similares y los familiares pueden confundirse.
“Lo que estamos viendo son niveles récord del virus sincicial respiratorio en niños pequeños. Normalmente, vemos un pico en diciembre o enero, pero este año ha sido antes”, contó el doctor Scott Roberts, especialista en enfermedades infecciosas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale, en los Estados Unidos. La presencia de estas enfermedades lejos de sus picos estacionales también se evidenció en la Argentina.
Desde la Sociedad Argentina de Pediatría, la doctora Gabriela Ensinck comentó a Infobae que los virus sincicial, de la gripe y el coronavirus que causa el COVID son difíciles de distinguir en niños. “Si se trata de un cuadro leve, se pueden controlar los síntomas. Si es un cuadro moderado o grave, es importante consultar al pediatra, quien evaluará si se deben hacer estudios para determinar de qué enfermedad se trata”, afirmó.
“Es importante que los bebés y los niños con síntomas de virus respiratorios no estén en contacto con personas mayores, embarazadas y personas con inmunocompromiso para que no les transmitan los virus”, señaló la doctora Ensinck.
A pesar de las ideas erróneas, el COVID aún es un problema para la salud pública. El especialista en enfermedades infecciosas pediátricas del Hospital de Niños de Colorado, Samuel Domínguez, señaló que el coronavirus se propaga con más facilidad que otros virus y puede causar una enfermedad más grave que la gripe en algunas personas. Además, los síntomas de la enfermedad que provoca el SARS-CoV-2 pueden tardar más en aparecer, lo que significa que se puede contagiar el virus incluso antes de saber que se está enfermo.
También Cristina Calvo Rey, presidenta de la Sociedad Española de Infectología Pediátrica (SEIP), reconoció que en muchas ocasiones se hace “indistinguible” y es imposible diferenciar un cuadro respiratorio de otro. Si bien precisa que la bronquiolitis es el primer cuadro de dificultad respiratoria en niños por debajo de dos años, acompañado de rinorrea, de tos, y de algo de fiebre, o sin fiebre.
Solo en cuadros más importantes merece la pena hacer algún test para saber cuál es el agente causal. “En niños con enfermedades previas también es importante por si necesitan algún tratamiento o medida especial”, añadió Calvo Rey.
Con respecto a la gripe o influenza, hay que tener en cuenta que es una infección que provoca síntomas parecidos a los del resfriado que suelen aparecer de repente y pueden ir de leves a graves.
Los niños menores de 2 años, los adultos mayores de 65 años, las mujeres embarazadas y puérperas, las personas que toman determinados medicamentos y las que padecen enfermedades crónicas, como afecciones pulmonares o cardiacas, pueden desarrollar complicaciones graves o potencialmente mortales ante esta enfermedad.
Algunos de los síntomas primarios de la gripe se solapan con los síntomas del COVID-19. Esto dificulta la distinción entre ambas enfermedades. El testeo casero del COVID puede facilitar la determinación de si un individuo está infectado con el coronavirus. Si una persona tiene un alto riesgo de padecer una enfermedad grave, también puede recomendarse una prueba de la gripe.
El COVID afecta a las personas de forma diferente. Los síntomas del coronavirus varían de leves a graves, y no todo el mundo tendrá todos los síntomas. En general, los síntomas que provoca el SARS-CoV-2 en niños y adolescentes pueden incluir fiebre, escalofríos, tos, falta de aliento o dificultad para respirar, fatiga, dolores musculares o corporales, dolor de cabeza, pérdida del gusto o del olfato, dolor de garganta, goteo o congestión nasal, náuseas o vómitos, diarrea, dolor abdominal, falta de apetito (o alimentación deficiente)
En tanto, el virus sincicial respiratorio causa la bronquiolitis, que puede afectar más los niños antes de que cumplan 2 años. Aunque ese virus suele circular sólo en los meses de invierno, ha tenido algunas reapariciones intempestivas durante la pandemia.
Los padres deben consultar al médico cuando noten síntomas de bronquiolitis en los niños y niñas: fiebre alta y aspecto enfermizo (aunque no todos los niños con el virus tienen fiebre), secreción nasal espesa, empeoramiento de la tos, mucosidad descolorida, y signos de deshidratación.
Si los bebés o los niños tiene problemas para respirar, como respiraciones cortas, rápidas y superficiales o retracciones, irritabilidad o inactividad inusuales, se niegan al amamantamiento o a tomar el biberón o mamadera, deberían acompañarlo a la urgencia médica.
Para la doctora Calvo Rey, es importante insistir con vacunación de los niños contra el COVID y la gripe: “Las vacunas son la mejor opción para evitar las infecciones”. Se debe promover el lavado de manos en los niños y que no estén en habitaciones cerradas con personas con síntomas catarrales e infecciones respiratorias. “Si los niños están enfermos no deben ir a las guarderías, ya que infectan a todos los demás”, advirtió.
También se recomienda usar mascarilla o barbijo en espacios cerrados y concurridos cuando circulen virus. Si un adulto está enfermo, debería mantenerse alejado de bebés y niños pequeños hasta que se sienta mejor. Del mismo modo, si tiene un hijo de 6 meses o menos -o uno con afecciones cardiacas o pulmonares subyacentes- se debe mantener la precaución sobre el contacto cercano con otras personas que tengan síntomas de resfriado o gripe.
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