Durante la semana pasada, los casos de COVID se duplicaron en la Argentina, según el Ministerio de Salud de la Nación. El 85% de las personas que han sido diagnosticadas por esa infección, que es causada por el SARS-CoV-2, residen en la Ciudad de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires, es decir, el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Ese aumento de los casos de COVID estaría relacionado con la circulación de nuevos sublinajes de Ómicron, como BQ.1.1 y XBB, que fueron identificados por la iniciativa Proyecto País, del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Igualmente hay que considerar que el número de muestras que se analizan por vigilancia genómica no representan todo los casos de COVID que se diagnostican por testeos. Además, hoy no todas las personas tienen acceso al testeo por PCR.
Los testeos en instituciones públicas están disponibles solo para personas mayores de 50 años, aquellos que tienen condiciones de riesgo, personal de la salud o de instituciones de larga estadía, como geriátricos, y aquellas que requieran internación por enfermedad respiratoria aguda.
El primer sublinaje de la variante Ómicron fue identificado en muestras de pacientes con COVID en diciembre del año pasado. Un mes antes se había detectado en África. Luego se fue convirtiendo en la variante de preocupación exclusiva en todo el mundo durante 2022. Desde entonces se fueron originando sublinajes de Ómicron que han dado lugar al incremento de casos.
Pero gracias a la alta protección por la cobertura de vacunas, la cantidad de hospitalizaciones y fallecimientos no fue tan grave como la que se registró durante los dos años anteriores de pandemia. Especialmente cuando golpeó la variante Gamma en el país, entre marzo y junio del año pasado.
De acuerdo con el nuevo reporte de Proyecto País, uno de los nuevos sublinajes de Ómicron identificado en la Argentina se llama BQ.1 y uno de sus derivado se conoce como BQ.1.1. Comenzaron a detectarse en muestras de personas que residen en el AMBA, entre el 9 y el 21 de octubre pasado.
Durante la última quincena de noviembre, los sublinajes BQ.1 y sus derivados se asociaron con el 62,5% de los casos analizados, aclaró el reporte del consorcio científico, que está integrado por investigadores del Conicet, el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, y el INTA, entre otras instituciones públicas.
“El linaje BQ.1 y sus derivados presentan mutaciones asociadas con evasión inmune”, advirtieron los expertos argentinos. Por lo que recomendaron a la población reforzar las medidas de cuidado y la aplicación de refuerzos vacunales para la prevención del COVID-19 severo.
También los investigadores de Proyecto País informaron que se detectaron otros linajes emergentes como el linaje recombinante XBB (dos casos) y linajes derivados del BA.2.75 (linajes BN y BY). XBB ya se ha encontrado en 35 países, incluyendo la Argentina.
En algunos países de Asia, como Singapur, la circulación de XBB estuvo asociada al aumento de hospitalizaciones por el COVID. Sin embargo, no hay pruebas de que ese sublinaje de Ómicron produzca más casos graves en las personas afectadas, en comparación con otras variantes.
Consultado por Infobae días atrás, el doctor Humberto Debat, investigador en virología del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) e integrante de Proyecto País, comentó: “El sublinaje XBB tienen mayores niveles de evasión en comparación con otros sublinajes de Ómicron y la cepa ancestral del coronavirus”.
Aclaró que XBB se trata de una recombinante derivada de los sublinajes de Ómicron BA.2.10.1 y BA.2.75. Esto podría significar que las personas que tuvieron COVID con los sublinajes BA.4 y BA.5 (que son las que circularon más recientemente) podrían estar en riesgo de reinfectarse. Podría implicar que las personas con las dosis bivalentes (que incluyen a los sublinajes BA.4 y BA.5) no cuenten con alta protección contra XBB, pero hacen falta más estudios que lo demuestren”.
De acuerdo con el reporte de Proyecto País, “en consonancia con la epidemiología mundial actual de variantes del coronavirus, se observó un desplazamiento de los linajes BA.4 y BA.5 basales”, que habían estado asociados con el 100% de las infecciones en el AMBA a fines de agosto y principios de septiembre, por derivados de BA.5 (como BQ)”.
A partir del análisis de la secuenciación de las muestras de pacientes con COVID, los resultados se compartieron con el Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud de la Argentina y se depositaron los genomas en la base de datos GISAID, donde son accesibles por investigadores de todo el mundo.
“Se continuará realizando vigilancia molecular y análisis genómicos sobre casos de circulación comunitaria, a fin de monitorear con rapidez la presencia, emergencia y evolución de variantes de interés epidemiológico nacional e internacional de SARS-CoV-2″, concluyeron los expertos.
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