La misión Artemis de la NASA está haciendo historia. No solamente porque es la vuelta de un cohete a la órbita lunar o que se está probando un nuevo cohete y capsula espacial, sino también por otras proezas espaciales.
La cápsula Orión de la misión no tripulada de la NASA Artemis I alcanzó ayer la máxima distancia lograda por nave alguna desde la Tierra: 434.522 kilómetros (270.000 millas), superando así la distancia récord del Apolo 13, del viaje iniciado desde el Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral, Florida, el pasado 16 de noviembre.
La nave Orión, que viaja a 5.102 mph (8.200 km/hora), rompió de esta manera el récord de la distancia más lejana recorrida desde la Tierra por cualquier nave espacial diseñadas para ser tripulada por humanos, según la NASA. En la rueda de prensa, que tuvo lugar desde en el Centro Espacial Johnson, en Houston (Texas), se encontraban también Mike Sarafin, gerente de la misión Artemis; Vanessa Wyche, directora del mencionado centro, y Howard Hu, administrador del programa Orión, quienes se congratularon por los “hitos” alcanzados.
Mientras vuela en una órbita lunar retrógrada distante, lo que significa que está lejos de la Luna y en órbita opuesta a la trayectoria de la luna alrededor de la Tierra, Orión continúa transmitiendo imágenes en directo en alta resolución. Una de ellas fue un espectacular eclipse lunar a la Tierra observado desde la nave espacial. Además, otras nuevas imágenes suponen la vista en directo de más alta definición desde más allá de la Luna hasta la fecha, aunque varias misiones del programa Apolo han transmitido desde esa zona en los años 60 y 70.
“Artemis está pavimentando el camino para vivir y trabajar en el espacio profundo en un ambiente hostil y, al final, llevar humanos a Marte”, precisó en la rueda de prensa el administrador de la NASA, Bill Nelson. En el décimo tercer día de vuelo de la misión Artemis I, tras haber viajado cientos de miles de kilómetros alrededor de la Luna en la nave Orión, el comandante de la nave, el maniquí Moonikin Campos, aseguró vía Twitter haber tenido “un día muy ocupado” tomándose selfies con la Luna de fondo y recolectando datos desde la órbita lunar.
El maniquí, que al mismo tiempo es un superhéroe en un cómic de la NASA, toma su nombre en honor al estadounidense Arturo Campos, un ingeniero eléctrico de origen mexicano que fue “fundamental” para salvar a la tripulación del Apolo 13, según detalla la agencia espacial estadounidense.
El pasado viernes, Orión entró en una órbita lunar distante, donde la nave espacial permanecerá durante aproximadamente una semana para probar varios sistemas en un entorno de espacio profundo, a unas 40.000 millas sobre la superficie lunar, antes de comenzar el viaje de regreso a la Tierra. Hace una semana, la misión alcanzó otro hito importante, su aproximación lunar más cercana, al volar a tan sólo 128 km (80 millas) por encima de la superficie lunar.
Orión está programada para regresar a la Tierra el 11 de diciembre con un amerizaje frente a la costa de California, en el Océano Pacífico, después de un viaje de 25 días, 11 horas y 36 minutos, de acuerdo con datos de la NASA. El objetivo general del programa Artemis es establecer una base en la Luna como paso previo para llegar en un futuro a Marte.
Para ello, después de Artemis I, la NASA lanzará en 2024 a la órbita lunar Artemis II, con tripulación, y se espera para 2025 el despegue de Artemis III, misión en la que los astronautas, entre ellos una mujer, tocarían el suelo del satélite. La NASA tuvo que retrasar cuatro veces la partida de la misión, dos por razones técnicas y otras dos por causas meteorológicas. Finalmente, el pasado 16 de noviembre, El SLS, el más potente y el de mayor tamaño de todos los cohetes de la NASA, con una altura superior a un edificio de 30 plantas (322 pies o 98 metros), despegó de Florida impulsando a la Orión para seguir haciendo historia.
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