Los cigarrillos electrónicos y el vapeo pueden dañar la salud de los dientes

Casi el 80% de las personas que consumen estos dispositivos registraron un riesgo significativo en la aparición de caries, según un estudio reciente divulgado por la Asociación Dental Americana

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Los cigarrillos electrónicos se desarrollaron originalmente como una alternativa menos dañina que el consumo de tabaco (Getty)
Los cigarrillos electrónicos se desarrollaron originalmente como una alternativa menos dañina que el consumo de tabaco (Getty)

Las nuevas modalidades que han intentado suplir el consumo de tabaco tradicional se han puesto en debate a partir de una serie de estudios científicos que están alertando por consecuencias para la salud tan dañinas como la adicción al tabaco. Ahora, una nueva investigación señaló que la práctica del vapeo o el consumo de cigarrillos electrónicos puede provocar dientes manchados y visitas más frecuentes al dentista.

Este nuevo estudio que se publicó en el Diario de la Asociación Dental Americana encontró que los pacientes que informaron usar cigarrillos electrónicos, tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar caries que aquellos que no lo hacen.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, aproximadamente 9,1 millones de adultos estadounidenses, así como 2 millones de adolescentes, usan productos de vapeo a base de tabaco.

Fumar cigarrillos electrónicos no solo afecta a los pulmones si no también a la salud bucal
Fumar cigarrillos electrónicos no solo afecta a los pulmones si no también a la salud bucal

Sin embargo, estos productos no son tan benignos como se pensaba: la misma entidad informó que se produjeron 68 muertes y 2807 hospitalizaciones debido a lesiones pulmonares asociadas con el vapeo en los EEUU hasta el 18 de febrero de 2020.

Los vaporizadores y los cigarrillos electrónicos se desarrollaron como una herramienta para dejar de fumar tabaco. Los dispositivos portátiles calientan cartuchos llenos de líquido que contienen varios sabores y compuestos como la nicotina o el tetrahidrocannabinol (THC), el químico psicoactivo que se encuentra en el cannabis, produciendo un vapor de aerosol que el usuario inhala.

En medio de la aparición de estos informes, una investigación a cargo de profesionales del Departamento de Cuidado de Tufts University School de Medicina Dental de Boston, ha revelado evidencia que sugiere que el vapeo es malo no solo para los pulmones sino también para la salud oral.

Los autores del artículo documentaron tres casos de pacientes que buscaban tratamiento por patrones inusuales de caries. Los tres pacientes informaron haber usado líquidos de vapeo que contenían THC.

Otro estudio mostró que los participantes que fumaban cigarrillos electrónicos, así como aquellos que fumaban cigarrillos convencionales tenían más probabilidades de tener caries no tratadas que los no fumadores (Getty)
Otro estudio mostró que los participantes que fumaban cigarrillos electrónicos, así como aquellos que fumaban cigarrillos convencionales tenían más probabilidades de tener caries no tratadas que los no fumadores (Getty)

Rastrear las causas

En el reciente estudio, los investigadores intentaron observar más de cerca la asociación entre el vapeo y el riesgo de desarrollar caries. En la investigación, dirigida por Karina Irusa, profesora asistente de atención integral en la Facultad de Medicina Dental de la Universidad de Tufts, los científicos examinaron datos de más de 13.000 pacientes que asistieron a las clínicas dentales de Tufts entre 2019 y 2022.

Las personas incluidas en el estudio tenían más de 16 años, habían sido diagnosticados con caries, tenían una evaluación de riesgo de caries registrada y también indicaron si usaron o no vaporizadores o cigarrillos electrónicos en un cuestionario de historial de pacientes.

Una reciente investigación realizada en EE.UU. informó que los cigarrillos electrónicos pueden ser más adictivos que los cigarrillos de tabaco  (IStock)
Una reciente investigación realizada en EE.UU. informó que los cigarrillos electrónicos pueden ser más adictivos que los cigarrillos de tabaco (IStock)

De estas personas, 13.080 (99,3 %) respondieron que no estaban usando vapeo y 136 (0,69 %), en cambio, declararon que sí lo hacían. Los investigadores encontraron que los usuarios de cigarrillos electrónicos o prácticas de vapeo tenían un riesgo significativamente mayor de desarrollar caries: hasta el 79% de los pacientes que vapeaban se clasificaron como de alto riesgo en comparación con aproximadamente el 60% del grupo de control.

”Vapear puede afectar el ambiente dentro de la boca de varias maneras que conducen a la caries. La hipótesis actual es que el vapeo puede causar sequedad en la boca, privando a la cavidad bucal de su capacidad de autolimpieza a través de la saliva”, explicó Irusa.

Los autores también sugieren que el mayor riesgo de caries podría ser causado por el alto contenido de azúcar del líquido de vapeo que puede adherirse a los dientes y dañar su esmalte (Getty)
Los autores también sugieren que el mayor riesgo de caries podría ser causado por el alto contenido de azúcar del líquido de vapeo que puede adherirse a los dientes y dañar su esmalte (Getty)

Además, las bacterias que residen en la boca, conocidas como microbioma oral, también podrían verse afectadas por el vapeo, ya que puede fomentar el crecimiento de bacterias que causan caries. A pesar de recopilar información sobre la frecuencia y la cantidad de vapeo de estos pacientes, los autores afirman que no pudieron sacar ninguna conclusión válida con respecto a cómo esto puede afectar los niveles de riesgo debido al pequeño número de pacientes en el grupo de vapeo.

Ahora, los científicos han comenzado a trabajar en una nueva etapa de investigación para tratar de entender exactamente cómo el vapeo influye en la caries mediante el estudio de las bacterias que se encuentran en la placa dental y la saliva.

“Me gustaría reiterar que los resultados de este estudio son preliminares y que esta instantánea tiene como objetivo levantar una bandera roja para el público en general, los profesionales de la salud y servir como base para futuras investigaciones”, concluyó Irusa. De este investigación también participaron Mateo Finkelman, Britta Magnuson, Terence Donovan y Steven E. Eisen.

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