Charles Lindbergh quedó en la historia de la humanidad como el primer piloto que logró cruzar el océano Atlántico en un vuelo sin escalas en solitario. Pero hubo una operación que le rindió homenaje y a su vez se convirtió en otro momento clave en la medicina. El 7 de septiembre de 2001 una paciente de 68 años en Francia dio su consentimiento para que le extrajeran la vesícula biliar y fue parte de la primera tele-cirugía transatlántica exitosa en el mundo.
El cirujano, Jacques Marescaux, estaba en Nueva York, Estados Unidos, y realizó una intervención mínimamente invasiva en la paciente a la distancia. Lo logró al controlar los brazos del robot Zeus y mediante un sistema de fibra óptica de alta velocidad. Tardó solo 45 minutos.
En ese momento el hito quedó eclipsado por la atención mundial que se generó por los atentados del 11 de septiembre en los Estados Unidos. Pero el doctor Marescaux fue un pionero y no fue su única innovación: el 2 de abril de 2007 se convirtió en el primer cirujano del mundo que ha realizado una operación quirúrgica sin dejar cicatriz.
En esa ocasión, le extrajo la vesícula a una paciente de 30 años sin cortarle el abdomen. Sólo se hizo una incisión en la vagina y la mujer se recuperó rápidamente y sin dolor.
Mañana lunes la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires declarará como invitado de honor a Marescaux. El experto estará exponiendo sus experiencias esta semana en el Congreso Internacional y Hand on sobre Avances en cirugía y terapias invasivas mínimas en patología abdominal, que está organizado por la Fundación argentina para la Docencia, Asistencia e Investigación en Cirugía Invasiva Mínima (DAICIM) presidida por el profesor Mariano Giménez.
En diálogo exclusivo por videollamada, el doctor Marescaux habló con Infobae y detalló cuáles han sido las grandes transformaciones de la cirugía y cuáles serán los cambios que vendrán con la realidad aumentada y la inteligencia artificial para la atención de los pacientes.
El cirujano nació en Clermont, Francia, en 1948. Su padre era profesor de histología en la Facultad de Medicina de Estrasburgo y su abuelo era general de división. Tras finalizar con éxito sus estudios secundarios, Marescaux se matriculó en la Facultad de Medicina de Estrasburgo y descubrió su vocación por la cirugía. “Es una especialidad que permite ver resultados inmediatos y ahora podemos integrar desde robótica a inteligencia artificial”, resaltó.
Con su equipo, Marescaux ha publicado más de 4.000 artículos y comunicaciones nacionales e internacionales en revistas como Nature, New England Journal of Medicine, JAMA, Annals of Surgery y Archives of Surgery.
Recibió títulos honoríficos de muchas universidades (como la Universidad de Buenos Aires) y es becario honorario del Colegio Real de Cirujanos del Reino Unido. En la Orden Nacional Francesa de la Legión de Honor, primero fue nombrado Caballero en 1999 y luego Oficial. Fue promovido a Comendador por el Presidente de su país, Emmanuel Macron. “Sus ideas revolucionarias han transformado los quirófanos”, dijo Macron sobre el cirujano.
En 1994, Marescaux fundó el instituto de cirugía IRCAD (que actualmente preside) y el Instituto Europeo de Telecirugía que es un centro de formación para difundir los avances. Durante los últimos 28 años, ese centro se ha ganado el reconocimiento internacional al formar a más de 45.000 cirujanos y se han creado otras sedes en países como China, Taiwán y Brasil.
- ¿Cómo se sintió después de haber logrado la primera tele-cirugía transatlántica en 2001?
- Antes de hacerla, tuvimos 6 años de investigación científica, 6 años de colaboración con industriales, 6 años de búsqueda de financiación y todo ello terminó sin problemas en 45 minutos. En aquel momento, no fui consciente del impacto que tendría en el desarrollo de la telemedicina quirúrgica. Ahora me doy cuenta que lo tuvo.
- ¿Qué pasó desde 2001 en adelante con ese tipo de intervenciones a distancia con robots?
- El robot que desarrollamos se ha utilizado en 45 operaciones a distancia entre la ciudad de Hamilton, en la provincia de Ontario, y el norte de Canadá. Para las demás cirugías transcontinentales, estamos esperando que las tecnologías de comunicación inalámbrica 6G permitan hacerlo de forma gratuita.
- ¿En qué otras transformaciones participó?
- Empezamos a trabajar en una época en la que no existía Internet. Tampoco había robots de cirugía en el mercado. Todo ha cambiado. Ahora se incluye la realidad aumentada para observar mejor al paciente y se utiliza la inteligencia artificial para tomar mejores decisiones antes, durante y después de las cirugías. Hemos impulsado diferentes innovaciones. Una de ellas es la “cirugía de realidad aumentada”. Creamos una empresa spin-off llamada Visible Patient, que hoy está licenciada a Johnson & Johnson. Este sistema de realidad aumentada permite ver más profundamente y hacer mejores diagnósticos a los profesionales de la salud.
También se han realizado cambios en lo que se conoce como “mano aumentada”. El cirujano tenía que manipular instrumentos de gran tamaño. Así que se han desarrollado esas manos robóticas más aumentadas para que las cirugías sean más precisas. Uno de los primeros robots fue Da Vinci, aprobado por la autoridad regulatoria de los Estados Unidos en el año 2000. Ahora ya hay 10 robots diferentes con tecnología de mano aumentada.
- ¿Cómo se aplica la inteligencia artificial a las cirugías?
- Se habla del “cerebro aumentado”. Se trata de la aplicación de la inteligencia artificial al momento previo, al momento de la intervención propiamente dicha y al post-operatorio. Nuestro objetivo es mejorar la formación y las capacidades de los equipos con la ciencia de datos quirúrgicos, para reducir las complicaciones, hacer que la cirugía sea más fácil y segura, y lograr mejores resultados para los pacientes. Antes de la cirugía, el sistema de inteligencia artificial permite, por ejemplo, diagnosticar un pólipo muy pequeño que el médico no suele detectar. Ese pólipo puede convertirse en un tumor. La inteligencia artificial puede hacer un análisis que indique si el pólipo debe ser operado o no.
- ¿Qué pasa con la inteligencia artificial durante la cirugía?
- Durante la operación, se crea la sala de control del paciente. Allí se colectan datos sobre el paciente, incluida la anestesia, y se puede hacer un seguimiento más detallado. Este seguimiento puede reducir el número de días de estancia en el hospital y el riesgo de complicaciones posteriores.
- ¿Qué se espera para el futuro?
- Más cambios que ayudarán a contar más precisión y seguridad de la atención durante la cirugía. Por medio de la tecnología de “machine learning” (aprendizaje automático), el equipo médico podrá tener un aviso temprano que le indicaría que no debe seguir adelante en ciertos casos. El robot también podría detenerse al analizar la situación. Es una revolución en camino.
- ¿Cómo podrían cambiar los post-operatorios?
-Hay diferentes tecnologías en desarrollo para hacer un monitoreo de la salud del paciente después de la cirugía. Se busca que en 48 horas ya regrese a la casa. Un ejemplo de lo que se viene es un parche para la piel que fue diseñado por ingenieros de la Universidad de California en San Diego. Es un dispositivo que puede monitorear al mismo tiempo los niveles bioquímicos y las señales cardiovasculares del cuerpo. Permite controlar los parámetros del paciente como si estuviera en una unidad de cuidados intensivos. También se está trabajando para detectar los factores predictivos de las complicaciones de las cirugías, como taquicardias y otras situaciones. Así, el paciente volverá al hospital antes de que tenga complicaciones y recibirá atención a tiempo.
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