“Y curé mis heridas. Y me encendí de amor”, dice la letra de la popular canción Rezo por vos de los músicos Charly García y Luis Alberto Spinetta. Ellos nacieron en la Argentina, pero su música ha trascendido las fronteras entre los países. El 30 de noviembre se les rendirá un homenaje en el borde del espacio: se lanzará una misión con experimentos de estudiantes de América Latina con cápsulas que tienen los nombres de los dos artistas.
Los experimentos fueron diseñados y construidos por estudiantes de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, México, Panamá y Perú. Se enviarán a bordo de 4 globos estratosféricos como parte de la misión Águila Arpía.
Serán lanzados desde Panamá y llegarán a unos 30 kilómetros de altitud. Le pusieron el nombre del ave águila arpía, porque es una especie que habita en la mayoría de los países donde viven los estudiantes que participan en la misión.
Los experimentos de los estudiantes viajarán a bordo de cuatro cápsulas llamadas Mohán. El nombre Mohán proviene de la mitología indígena colombiana. Cada una de las cápsulas se llaman Alfa, Beto, Charly, y Delta: son una mezcla entre el alfabeto código usualmente usado en el sector aeroespacial y un homenaje a los dos artistas argentinos: Luis Alberto Spinetta y Charly García.
Esas cápsulas serán elevadas desde la ciudad de Colón, en Panamá, hasta la estratósfera a través de globos inflados con helio de alta pureza, que es el segundo elemento más liviano del universo después del hidrógeno. Eso permitirá que lleguen al borde del espacio. Se lanzarán en intervalos de 20 minutos. En el lapso de una hora, las cuatro cápsulas estarán en vuelo.
“Haremos esta misión para inspirar a los niños y a los adolescentes para que desarrollen interés por las carreras de ciencias, tecnología, matemática, ingenierías y artes. Sabemos que muchos creen que se trata de áreas difíciles y aburridas. Pero no es cierto: implican desarrollar la creatividad y basarse en el método científico”, contó a Infobae desde Colombia, David Pineda, ingeniero y director de tecnología de Cipsela, una corporación sin fines de lucro que impulsa la misión junto con el programa STEM Américas de la Fundación Panamericana para el Desarrollo. La misión también incluye la “pata” de las artes: cada grupo de estudiantes tuvo que diseñar el logo de su experimento.
Cuentan con el patrocinio de la empresa Boeing, la Sociedad Internacional para el Comercio en el Transporte Aéreo y la compañía aeroespacial sueca SAAB. En Panamá, colaboran la organización Fundesteam y la oficina de la Primera Dama de ese país. Colaborarán también el Servicio Nacional Aeronaval y la Autoridad Aeronáutica Civil de la República de Panamá para garantizar tanto la seguridad aérea como para lograr el posterior rescate de las cápsulas.
“Cada globo estratosférico lleva una cápsula con experimentos de dos países. En total serán 16 experimentos. Uno de ellos permitirá estudiar qué impacto tiene el cambio en la altura en semillas de árboles frutales y ornamentales. Otro es un experimento de ciencia de los materiales. Por el cual estudiantes argentinos enviarán un arreglo de plásticos y metales para ver qué cambio sufren sus propiedades mecánicas al ser expuestos al medio ambiente espacial como alta radiación, baja temperatura y otros parámetros”, contó Pineda.
Estudiantes de Colombia crearon un experimento con tardígrados, que se conocen como osos de agua. Se sabe que los tardígrados pueden sobrevivir a temperaturas extremas, la deshidratación prolongada y la radiación ionizante. Pero los estudiantes se plantearon algunas hipótesis para evaluar a esos seres vivos pequeñísimos y quieren corroborar o descartar a través de la cápsula en la estratósfera.
Uno de los experimentos también llevará un teléfono celular desde el cual se reproducirá música de 5 artistas argentinos y 5 colombianos. Incluye canciones de los argentinos Spinetta, García, Mercedes Sosa, Pedro Aznar y David Lebón y de los colombianos Juanes, Crudo Means Raw, Carlos Elliot Jr, Jorge Ramírez, y Darío Gómez. “Amamos a esos artistas argentinos. Por eso incluimos su música en esa misión”, contó Pineda.
Tras el lanzamiento, las cápsulas llegarán a los 30 kilómetros de altura y explotarán. Se abrirán los paracaídas y caerán sobre el mar, señaló. Las cápsulas podrán ser rastreadas todo el tiempo para garantizar la seguridad aérea. Durante parte del vuelo estarán cruzando zonas de la atmósfera por donde usualmente vuelan los aviones comerciales. Para la misión se cuenta con un sistema computacional y de comunicaciones que permitirá recibir la telemetría de las cuatro cápsulas, tanto con comunicación directa como por vía satelital.
Se usó un software para simular y calcular la trayectoria teórica de los globos estratosféricos. A partir de esas simulaciones, y en coordinación con la Autoridad Aeronáutica Civil de Panamá, el 30 de noviembre se creará una zona de exclusión del espacio aéreo, para que ningún avión comercial entre en ella y las cápsulas puedan volar con completa seguridad hasta su amarizaje.
Las cápsulas Mohán están diseñadas para caer y flotar en el mar Caribe. Luego se rescatarán junto con los experimentos que llevaban a bordo. Habrá dos lanchas rápidas con personal de rescate, que estará recibiendo en tiempo real las coordenadas de posición de las cápsulas desde el centro de control de la misión.
“Con las cápsulas recuperadas, se harán análisis de los resultados de los experimentos por los grupos de estudiantes y sus mentores. En 2023 se hará un encuentro en el que cada grupo presentará cuál era su hipótesis y que pasó después de hacer el experimento. Queremos incentivar el aprendizaje del método científico y que se compartan las experiencias”, comentó Pineda. El próximo año también se espera llevar a cabo otra misión con experimentos de estudiantes pero en una misión que combinará globos de gran altitud y cohetes de combustible sólido para superar las altitudes ya alcanzadas.
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