En un reciente estudio que acaba de publicarse en The Journal of Neuroscience, un equipo numeroso de especialistas concluyeron que las neuronas en un área del cerebro responsable de la memoria (conocida como la corteza entorrinal) eran significativamente más grandes en los SuperAgers en comparación con sus pares y personas de 20 a 30 años más jóvenes. El Programa de Investigación de super envejecimiento de la Universidad de Northwestern en Chicago estudia a personas únicas conocidas como SuperAgers. Se trata de mayores de 80 años que muestran una memoria excepcional al menos tan buena como las personas 20-30 años menores que ellos.
La autora principal de la investigación, Tamar Gefen, profesora asistente de psiquiatría y ciencias del comportamiento en la Escuela de Medicina de Feinberg de la Universidad Northwestern afirmó: ”La notable observación de que los SuperAgers mostraron neuronas más grandes que sus pares más jóvenes puede implicar que las células grandes estaban presentes desde el nacimiento y se mantienen estructuralmente durante toda su vida. Llegamos a la conclusión de que las neuronas más grandes son una firma biológica de la trayectoria SuperAging”.
Este estudio fue el primero en mostrar que estas personas tienen una firma biológica única que implica neuronas más grandes y saludables. “Para comprender cómo y por qué los individuos pueden ser resistentes al desarrollo de la enfermedad de Alzheimer, es importante investigar de cerca los cerebros post mortem de los SuperAgers. ¿Qué hace que los cerebros de estos individuos sean únicos? ¿Cómo podemos aprovechar sus rasgos biológicos para ayudar a los ancianos a evitar la enfermedad de Alzheimer? Son algunas de las preguntas que nos hacemos en este grupo de trabajo” indicó Gefen.
El tamaño parece importar
Los científicos estudiaron la corteza entorrinal ya que esta controla la memoria y es uno de los primeros lugares en los que ataca la enfermedad de Alzheimer. Esta corteza consta de seis capas de neuronas agrupadas una encima de la otra. La II, en particular, recibe información de otros centros de memoria y es un centro muy específico y crucial a lo largo del circuito de memoria del cerebro.
En el estudio, los investigadores muestran que los SuperAgers, quienes donan sus cerebros para la investigación, tienen neuronas más grandes y saludables en la capa II de la corteza entorrinal. También mostraron que estas grandes neuronas de la capa II se salvaron de la formación de ovillos de tau, los cuales causan Alzheimer. Para el estudio, se examinaron los cerebros de 6 SuperAgers, 7 personas mayores cognitivamente promedio, 7 personas jóvenes y 5 personas con las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer.
Luego midieron el tamaño de las neuronas en la capa II de la corteza entorrinal (en comparación con las capas III y V). “En este estudio, mostramos que en la enfermedad de Alzheimer, la contracción neuronal (atrofia) parece ser un marcador característico de la enfermedad. Sospechamos que este proceso es una función de la formación de marañas de tau en las células afectadas que conducen a una mala capacidad de memoria en la vejez. Identificar este factor contribuyente es crucial para la identificación temprana de la enfermedad de Alzheimer, monitorear su curso y guiar el tratamiento”. -afirmó Gefen.
Para comprender cómo y por qué se conserva la integridad neuronal en SuperAgers, Gefen quiere centrarse en sondear el entorno celular. Cuáles son las características químicas, metabólicas o genéticas de estas células que las hacen resistentes. También planea investigar otros centros a lo largo del circuito de memoria del cerebro para comprender mejor la propagación o la resistencia a la enfermedad.
El resto de científicos participantes en la investigación son Caren Nassif, Allegra Kawles, Ivan Ayala, Grace Minogue, Nathan P. Gill, Robert A. Shepard, Antonia Zouridakis, Rachel Keszycki, Hui Zhang, Qinwen Mao, Margaret E. Flanagan, Eileen H. Bigio, M. Marsel Mesulam y Changiz Geula.
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