Anoche la humanidad logró una hazaña espacial solamente reflejada antes en los libros y películas de ciencia ficción: impactar a un asteroide a 11 millones de kilómetros de la Tierra para desviar su curso. Después del exitoso impacto de la misión DART que tuvo lugar anoche, la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) festejó el logro que los telescopios terrestres ya comenzaron a comprobar.
Antes, la NASA transmitió en directo el choque y compartió la imagen final de la nave espacial de la misión DART chocando con el asteroide pequeño Dimorphos del sistema de asteroides Didymos. Las imágenes de alta definición que capturaron los momentos finales de la nave espacial antes del impacto, muestran una vista detallada de la superficie del asteroide, y poco después de que terminara la misión, las imágenes del impacto recopiladas por el Proyecto del Telescopio Virtual utilizando un telescopio en Sudáfrica, revelaron que el brillo de la el asteroide principal Didymos había cambiado, lo que podría indicar que la misión fue un éxito al afectar el sistema de asteroides.
Durante una teleconferencia después de que terminó la misión, los ingenieros y científicos de la NASA compartieron que no tuvieron ningún problema en su intento de estrellar la nave espacial contra el asteroide a 23.000 kilómetros por hora o 6,6 km por segundo. La misión fue una de las tareas más complejas que la agencia espacial ha realizado últimamente e implicó que la nave se volviera autónoma a medida que se acercaba a su objetivo y se reorientaba hacia el asteroide pequeño en forma de luna desde el asteroide principal.
Las cámaras de la nave espacial DART mostraron el asteroide pequeño en forma de luna en detalle, antes del impacto. Sin embargo, aunque la cobertura de la NASA del evento terminó después del impacto, el astrónomo Gianluca Masi se asoció con su colega Berto Monard en Sudáfrica para usar el telescopio de 1 metro de diámetro del Observatorio Las Cumbres (LCO) del complejo Astronómico de Sudáfrica, para tomar una de las primeras miradas al sistema de asteroides después del impacto.
Estas imágenes se transmitieron en vivo por canal del proyecto The Virtual Telescope Project y, poco después, se compartió una colección de ellas en el sitio web de la organización. Estas imágenes muestran que el impacto generó una gran nube de polvo, tan grande que acabó reduciendo el brillo de Didymos en el sensor del telescopio. También se realizaron observaciones del Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS), con sede en Hawái, que mostraron que el sistema Didymos se ilumina considerablemente en el momento del impacto. Y justo después, una enorme capa de material expulsado sale disparado del maltrecho Dimorphos.
Debido a su tamaño, los telescopios solo pueden rastrear a Didymos y no a Dimorphos, el pequeño asteroide impactado que orbita a Didymos, siendo un cambio en el brillo del asteroide el principal indicio de la existencia de una pequeña luna que lo orbita. Los detalles compartidos por el científico principal del programa DART de la NASA, Tom Statler, indican que la agencia monitoreará los cambios en la cantidad de tiempo que tarda en cambiar el brillo de Didymos para determinar qué impacto tuvo la nave espacial DART en la órbita del asteroide pequeño.
Cuando se observa desde la Tierra, el asteroide binario aparece como un pequeño punto de luz en medio de un cielo repleto de estrellas. El punto se ilumina y se atenúa periódicamente a medida que la luna del asteroide Dimorphos se mueve alrededor de Didymos, más grande lo eclipsa temporalmente. Es a partir de la frecuencia de estas caídas en el brillo que los astrónomos han logrado establecer con precisión el período orbital de Dimorphos (11 horas y 55 minutos), y también es a partir de estas caídas de brillo, que podrán calcular cuánto será su cambio de órbita luego del impacto. Se espera que el asteroide sea empujado más cerca de Didymos, acelerando su período orbital hasta varios minutos. Pero nadie sabe exactamente cuándo será observable esta aceleración y el subsiguiente acortamiento orbital.
Los científicos ahora usarán una variedad de telescopios para medir cuánto cambió el impacto de la órbita. Dichos datos les enseñarán sobre la efectividad de la técnica de impacto cinético, lo que ayudará a los esfuerzos futuros para alejar las peligrosas rocas espaciales que potencialmente puedan golpear la Tierra.
“Tendremos que lidiar con un gran asteroide entrante en algún momento”, enfatizan los expertos. “Es una cuestión de cuándo, no de si ocurrirá”, agregaron y aclararon que el asteroide Dimorphos de 170 metros de ancho no representa ningún peligro para la Tierra, y tampoco lo hace Didymos, que tiene unos 780 metros de ancho. La NASA acaba de probar la estrategia de “impacto cinético” de desviación de asteroides para probar la defensa planetaria futura.
Y en los próximos días, deberíamos obtener algunas tomas posteriores al impacto de Dimorphos de Light Italian CubeSat for Imaging Asteroids (LICIACube) de la Agencia Espacial Italiana (ASI), un diminuto cubesat italiano que DART desplegó el 11 de septiembre antes de impactar al asteroide. El trabajo de cerca no se detendrá ahí. La Agencia Espacial Europea planea lanzar una sonda llamada Hera al sistema Didymos en 2024. Después de llegar en 2026, Hera se quedará por un tiempo, reuniendo una variedad de datos sobre ambos asteroides.
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