La incidencia de la diabetes tipo 2 de inicio en la juventud está aumentando en todo el mundo. El estudio SEARCH, que analiza esta enfermedad en ese rango de edad mostró un aumento en la incidencia del 5% por año en los Estados Unidos entre 2002 y 2012, de modo que la prevalencia casi se duplicó entre 2001 y 2017. Un estudio reciente de los Centros de Control y Prevención (CDC) demostró una mayor incidencia de diabetes en los jóvenes después de la infección por COVID-19, pero no diferenció el tipo de diabetes.
Además, independientemente de la infección concomitante por COVID-19, desde el inicio de la pandemia, los endocrinólogos pediátricos han experimentado una carga aguda sin precedentes de diabetes tipo 2 recién diagnosticada. Ahora, en un estudio de registros médicos múltiples, los investigadores del Johns Hopkins Children’s Center de Estados Unidos dicen que han documentado un fuerte aumento de la diabetes tipo 2 entre los niños durante la pandemia de COVID-19.
En un informe sobre los hallazgos, que acaba de publicarse en The Journal of Pediatrics, los investigadores señalan que no está claro si la infección por el virus en sí fue un factor en el aumento, y señalan el cambio al aprendizaje virtual y el cierre de los deportes y la escuela, todas actividades vinculadas a factores ambientales que probablemente aumentaron el riesgo.
Antes de la pandemia, la diabetes tipo 2 estaba aumentando entre los niños de todo el mundo, y debido a que se sabe que las tasas de diabetes infantil aumentan y disminuyen con el tiempo, los investigadores lanzaron una revisión nacional de los registros médicos para evaluar el impacto de la pandemia.
Según Sheela N. Magge, directora de la División de Endocrinología Pediátrica del Children’s Center, profesora asociada de pediatría en la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins y coautora del artículo, indicó que “la reducción de la actividad física y el aumento de peso son factores de riesgo bien conocidos para la diabetes tipo 2. Durante el confinamiento por COVID-19, los niños fueron impedidos de realizar las rutinas diarias normales, como ir a la escuela, practicar deportes y otros pasatiempos. No sólo eran menos activos físicamente, sino que estaban confinados en sus hogares y pasaban mucho más tiempo viendo televisión, jugando videojuegos o con otros dispositivos electrónicos”.
La diabetes tipo 2 es un trastorno crónico que afecta la capacidad del cuerpo para regular, usar y procesar el azúcar. Sin tratamiento y control, puede causar enfermedades cardíacas, daño a los nervios y riñones, problemas de visión y otras lesiones irreversibles a los órganos. Aunque generalmente se asocia con adultos, se estima que un tercio de los jóvenes están en riesgo debido al sobrepeso y la obesidad, Magge agrega que “investigaciones previas de otras instituciones han demostrado que los niños diagnosticados con diabetes parecen tener complicaciones más rápidamente que los adultos”.
Para el nuevo estudio, realizado en colaboración con la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado, los investigadores compararon las tasas de diabetes tipo 2 de nueva aparición entre personas de 8 a 21 años en los dos años anteriores a la pandemia (del 1 de marzo de 2018 al 29 de febrero de 2020) al primer año de la pandemia (1 de marzo de 2020 al 28 de febrero de 2021). Identificaron a 3113 pacientes pediátricos durante ese período de 24 centros en los EEUU. El número promedio de nuevos diagnósticos por año en los dos años previos a la pandemia aumentó de 825 a 1463 durante el primer año de la pandemia, un incremento del 77%.
Durante el primer año de la pandemia, los registros mostraron que más niños (55%) fueron diagnosticados con diabetes tipo 2 que niñas (45%), una inversión de los porcentajes durante los años previos a la pandemia. “Este fue uno de los hallazgos más inusuales de nuestro estudio -afirmó la endocrinóloga pediátrica Risa Wolf, profesora asistente de pediatría en la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins y coautora principal del artículo-. Por lo general, vemos más niñas que niños recién diagnosticados con diabetes tipo 2, aunque no está claro por qué”.
El nuevo análisis documentó el incremento de casos con medidas de aumento del índice de masa corporal y resultados más altos en las pruebas de glucosa en sangre y hemoglobina A1c (medidas estándar de diagnóstico de diabetes). Además, durante los años previos a la pandemia, más pacientes fueron diagnosticados como ambulatorios (57%) que durante el año de la pandemia, cuando más pacientes fueron diagnosticados y tratados como hospitalizados (57%), lo que sugiere una mayor gravedad.
En general, los investigadores encontraron que el 21% de los jóvenes diagnosticados presentaban descompensación metabólica, cuyos síntomas más graves incluyen vómitos, letargo, confusión y respiración acelerada. Antes de la pandemia, tales síntomas ocurrían en sólo el 9% de los niños con diabetes tipo 2 de inicio reciente. Los hallazgos indican la necesidad de que los pediatras y otros médicos de atención primaria estén atentos a la detección de diabetes tipo 2. “Necesitamos asegurarnos de identificar a los pacientes de manera temprana para que podamos intervenir con el tratamiento y prevenir complicaciones”, dijo Wolf, quien también sugiere que los padres deben hablar con los médicos de sus hijos sobre el aumento de peso. “Ahora es el momento de concentrarse en el ejercicio y una dieta saludable para sus hijos”, concluyó Magge.
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